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  • 8/22/2019 BARRIO 14 OK

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    El teatro clandestinoen peligro de extincinALMA VIGIL

    4_Crnica Local

    /ELBARRIOANTIGUO

    @ELBARRIO

    ELBARRIOANTIGUO.COM

    Ao Uno/Nmero CatorceDel 4 al 10 de agosto de 2013

    Made in Monterrey

    El guardabosques queno es amigo de los osos

    LEONARDO GONZLEZ

    7_Crnica Regional 14_Opinin

    NONFICTION

    ! EMERGENCY

    EXIT

    Contina en la pgina 12

    POR ALBA CALDERN

    LA FAMILIA REYESLlevar cierto apellido puede ser una condena a muerte o al exilio?

    La Reynera

    ANDRS PREZ

    TAT EN EL MANICOMIO MILITARPREMIO POR EXPLICAR LA REALIDAD

    JOS AGUSTN EN MONTERREY VOCALES DE DANZAZAPES CIBERNTICOS

    La muerte no es lo peor para OlgaReyes Salazar. Mrenla: agonizaen una cama de hospital y no letiene miedo a la enfermedad que

    ya le est ganando la vida. A lo que teme es anunca esclarecer los crmenes de sus cuatrohermanos, de su sobrino y de su cuada.

    Dnde la vamos a poner? preguntael mdico.

    La enfermera que le extrae sangre a Olgase queda callada.No tenemos muchas camas dice.

    El que est all atrs tal vez ya no pasela noche, pero a ella hay que aislarla. Tiene neu-mona atpica.

    El cuarto es blanco. Un gran vidrio hacede pared y desde adentro se puede observar alos dems pacientes que estn menos graves.Pero Olga no los mira, est al pendiente de sucelular.

    Estos se queja no me van a dejar ir

    maana a la capacitacin.En un gesto de rebelda se quita la masca-rilla que le ayuda a respirar.

    CONTRA EL PERIODISMO DE SILLN

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    _Ornitorrinco

    elbarrioantiguo.c

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    TAT ENEL MANICOMIO MILITAR

    En el ejrcito mexicano conoc a ungey al que le decamos Tat porqueestaba bajito de estatura, medio calvo ytena ojos agudos como un ratn, justocomo el personaje de La isla de fanta-sa. Era excelente tornero automotriz. El

    mejor de todos. Haca milagros cuandode moldear el acero se trataba. Tambinfabricaba piezas antiguas con nylonmaquinable, las cuales ya no se conse-guan fcilmente. Esa era su especiali-dad hasta que un da su esposa lo dejpor otro. Esto no lo soport. Fue algomuy duro, y en un gesto van goghescopara conmover a la malagradecida ytal vez hacer que ella volviera con l, secort el dedo ndice de la mano derechay lo envolvi en papel regalo, antes deenvirselo a su ex mujer con una tarje-ta que deca: Con todo mi amor para ti,me ir cercenando cada miembro, has-ta que vuelvas a m. Su ex esposa, lejosde conmoverse, qued horrorizada y alno saber qu hacer con el ndice, fue adevolverlo y lo dej en la administra-cin del taller donde trabajaba Tat. Enese momento, el tornero ya estaba en el

    hospital. Le haban con-trolado el sangrado de laamputacin. Cuando serecuper, fue transferidoa una sala del hospitalpsiquitrico del ejrcito.Ah convivi con un vie-

    jo coronel trastornado.Cualquier cosa que se ledijera al militar, estelo responda dicien-

    do: Naturalmente,pendejo!. Tat loempez a imitar ycuando fue dado dealta le pregunt algo yme respondi igual queel viejo coronel del mani-comio militar. Pas el tiempoy Tat ya no pudo trabajar enel torno, donde era amo y seor.Ya no lo dejaron. Se qued comoasistente de un jefe que lo humillababurlndose de su desgracia, adems dedecirle entre otras cosas que le faltabaun minuto a su mano. Tat nunca serecuper de la prdida. Nunca recupe-r la inspiracin de sus arrebatos y lo-curas. Desert del ejrcito y un da melo encontr de lavacarros en una colo-nia rica del DF. Me salud con su carasudorosa y tostada por el sol.

    El poco pelo que le quedaba yaera totalmente blanco. No le preguntnada de su vida, lo nico que le contes-t cuando me pregunt si an trabaja-ba ah fue: Naturalmente, pendejo!,provocndole una sonrisa que no re-cord haberle visto nunca antes.

    -Subteniente Hernndez

    PREMIO POREXPLICAR LAREALIDAD

    Am r i c aLatina esel continente de larealidad que pa-rece ccin. Aqulo irreal es algo detodos los das. Bas-

    ta con buscar lostextos de GarcaMrquez sobre elembargo en Cuba,la falta de agua enCaracas o releer Re-lato de un nufra-go, para saber que aveces la realidad esincreble. Inclusosera suciente conleer la primera por-tada de este peri-dico para saber queexisten personajescomo MauricioFernndez. Pero,cmo se cuentanestas historias? A

    veces el periodis-mo tradicional, ese del qu, quin, cmo,cundo y dnde, no da para explicar lacompleja realidad que vivimos, y tal vezsea esa la razn por la que el nuevo pe-riodismo y su mxima representante, lacrnica, estn retomando fuerza en los

    ltimos aos. Lacrnica, fruto dela relacin amor-odiodel periodismo y la litera-tura gana espacio en losmedios impresos, pueslogra explicar la com-plejidad que nos rodea. Y

    para gusto mo y de otrostantos, hace unos das laFundacin Nuevo Periodis-mo Iberoamericano (FNPI),dio la noticia de la creacin delPremio Internacional de Perio-dismo Gabriel Garca Mrquez,que busca reconocer el talento y elcompromiso de los periodistas enAmrica Latina, y que es, a mi

    juicio, una especie de segundaetapa del Premio Nuevo Pe-riodismo CEMEX + FNPI quese entreg de 2001 a 2010 a lasmejores historias en espaol oportugus. Ese premio marcun antes y un despus en el pe-riodismo hecho por latinoamericanos,pues se enfoc en dar a conocer los mejo-

    res trabajos y preparar a ms periodistaspara enfrentarse a los hechos de maneradistinta. A travs de la crnica, el premioy la fundacin lograron institucionalizareste gnero. Las crnicas que se premia-ron de 2001 a 2010 tienen un enfoquems poltico y social, y reconstruyen los

    hechos a travs de la narracin y la des-cripcin; sus autores utilizan los recursosdel lenguaje literario sin descuidar eseacuerdo que tiene el periodista con suslectores de siempre, proporcionarle infor-macin real. Un ro en busca de un pas de

    Claudio Cerri describe la vida y la pro-blemtica alrededor del ro San

    Francisco en Brasil; Pollitaen fuga de Josena Li-

    citra, cuenta la vidade Silvina, una

    adolescenteque tieneuna larga

    lista de de-litos quevan desde elrobo hasta el

    secuestro y latortura. En Las

    mentiras de unhroe ofcial, Jos

    Carlos Paredes haceun recuento de las prue-

    bas en contra de Ketn Vi-dal, un poltico acusado de

    corrupcin. Viaje al fondode la bibliotecade Pinochetde Cristbal Pea, muestrala relacin del ex dictadorchileno con los libros; y laltima ocasin que se entre-

    g el premio fue a Leila Guerriero por El

    rastro en los huesos, que cuenta la vidadel Equipo Argentino de Antropologa Fo-rense, dedicado a identificar desaparecidosde la dictadura. A ratos pareciera que seleen cuentos, relatos de ficcin. Los autoresse distinguen por narrar desde la tercerapersona, no participan en la historia, pues

    eso implica romper con la neutralidad,pero no caen en lo aburrido como algu-na vez dira Tom Wolfe sobre el punto devista neutro, al contrario entregan unrelato construido con escenas, con cortesy reconstruyen dilogos (casi todos) envez de citas directas, as cumplen con lascaractersticas que el mismo Wolfe pro-pusiera aos antes. La riqueza de este tipode periodismo reside tambin en cmo, atravs de la descripcin, logran que el lec-tor conozca una realidad que le es ajena.Estos textos estn escritos de manera im-pecable y de acuerdo a las necesidades dela historia, pues cuentan con descripcio-

    nes precisas de personajes, lugares, cosas,situaciones, y son estas descripciones lasque logran transformar el relato. El valordel periodismo narrativo reside en exten-der la informacin, en explicar la reali-dad, pues hay historias que as lo requie-ren, que necesitan una profundidad quepocas veces se encuentra en el lenguajede los diarios. El periodismo narrativoreconocido por la FNPI alcanza su cspi-de en la crnica, pues marca ese quiebrecon lo tradicional, con la objetividad, conla pirmide invertida, y es el medio quese tiene para dar cuenta del trasfondo delos hechos, para contar las historias detodo aquello que nos parece tan distante.Amrica Latina necesita un periodismoque se acerque a gneros como el cuentoo la novela, un periodismo con el que el

    lector se identique y conozca la realidadque vive. Estas crnicas se conviertenentonces en ese cuento que es verdady que transforman tanto a la literaturacomo al periodismo.

    -Marcela Reyes

    VOCALES DE DANZA

    Aun mes de haber sido elegidocomo vocal de danza, FlixGuerra Reyna arrib enojado a una

    junta con los ms altos directivos deConarte para discutir la reduccin pro-gramada del presupuesto atribuido alos gremios culturales del estado. Corraseptiembre de 2010 y la sorpresa habadejado paso a la indignacin entre losrepresentantes de los gremios artsticosde la institucin, desde que el gober-nador Rodrigo Medina haba decididotrasladar gran parte del rubro cultu-ral al presupuesto de seguridad paracombatir la ola de violencia que azota Nuevo Len durante varios aos. Aligual que Flix y Aurora Buensuceso su compaera en la vocala de danza-,la mayora de los vocales y consejerosestatales de Conarte se negaron a acep-tar la imposicin nanciera del gobier-no de Medina. As que durante tres me-

    ses mantuvieron en suspenso cualquieractividad cultural patrocinada por elejecutivo nuevoleonense, hasta que -nalmente, -tras una inaudita alianza en-tre los diferentes gremios, a principios de2011-, cedieron las autoridades y man-tuvieron al presupues to cultural en suestado original. Dos meses antes dilu-viaba en Monterrey y las nubes negrasoscurecan las calles de la ciudad queviajaban repletas de corrientes de agua.El huracn Alexacababa de ingresar ala ciudad de Monterrey y los ros y arro-yos de la zona metropolitana ya estabanrepletos de agua. En la televisin, los re-giomontanos observaban con asombrocmo pedazos gigantescos de concretose desprendan y caan al ro Santa Ca-tarina en la Avenida Morones Prieto.Mientras que a tan slo unas cuadras, enel edicio de Conarte, se llevaban a cabolas elecciones de vocales para el gremiode danza. Durante los aos anteriores,por azares del destino, Flix Guerra Rey-na y Aurora Buensuceso se sentaron

    juntos durante las juntas de consejo delgremio de danza y compartieron susopiniones sobre las problemticas quelos aquejaban, a pesar encontrarse endiferentes reas de la danza; Flix enfolclor y Aurora en contemporneo.Decidieron lanzarse como candidatos alas vocalas en 2010, al mismo tiempoen que se desatara uno de los ms te-mibles huracanes que hayan azotado aMonterrey en aos recientes, reducien-do ms la de por s escasa participacinen las nicas elecciones democrticasde consejeros artsticos en unainstitucin latinoamericana decultura. En medio del caos fue-ron elegidos Flix y Aurora porun periodo de tres aos, del ao2010 al 2013. Ese mismo ao, en lasvotaciones de los vocales de literatura,a pesar de contar con un padrn dems de 200 personas, slo se apa-recieron a votar 12 literatos. Esatambin fue una de las razones porlas cuales Flix y Aurora decidieron

    postularse; al igual que muchos otros ar-tistas, no haban sido ni siquiera avisadosde los anteriores comicios, en donde nadiesupo cmo haban sido reelectos HesterMartnez y Jaime Guerrero como vocalesen el ao 2007 en el gremio de danza.

    -Daniela Garca

    Del 4 al 10 de agosto de 2013Monterrey, N.L.

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    _Ornitorrinco Del 4 al 10 de agosto de 2013Monterrey, N.L.JOS AGUSTNEN MONTERREY

    Desde mi sbita y precoz ado-lescencia descubr que la ni-ca forma ticamente vlida de robarlelibros valiosos a mi padre era un pro-ceso realmente sencillo: tan slo debatomar un volumen de su coleccin de

    primeras ediciones latinoamericanasy aprovechar que algn literato llegaraa Monterrey para que me la dedicara.De esta manera el libro tendra mi nom-bre en la portada y el dolo intelectualperpetuara el atraco inclume. CuandoGarca Mrquez visit la metrpoli, tomla primera edicin de Cien aos de sole-dady me dirig al museo donde dara sucharla. En el camino escuch en mi carroPequea serenata diurna de Silvio Rodr-guez y supe que al DocSols le rompera elcorazn al ultrajar su libro sagrado. Lo an-terior me hizo preguntarme qu libro real-mente quisiera que me dedicaran. Desdeentonces mi ego era vasto y decid que siCortzar o Rulfo vivieran, hubiera tomadoRayuela o Pedro Pramo. Aunque paraser realmente sincero, esas eran novelasque haba ledo por obligacin al saber queeran clsicos imprescindibles. Hurgu enmi emotividad sin filtros intelectualoidesy la imagen del supermayebstrazodeljo-sagustn me abord; en efecto, birlarle ami jefeLa Tumbay De Perfilsera sublime,

    adems de que el ultraje se convertira enel mejor homenaje al ms iconoclasta delos atizados onderos. Por aquel entoncesotro mayebstraso tapato avecinado enMonterrey, el buen Jos Eugenio Snchez,organiz junto a la Direccin de Culturadel Municipio de Guadalupe un encuen-tro-homenaje por los 25 aos de publica-cin de La Tumba. Algunos escritores deci-dimos crear un pseudo performance pararecibir al Agustn en el aeropuerto. El m-sico Luis Carlos Lpez Maico y un servidor

    fuimos personificados de guaruras norte-os que lo escoltaramos durante sus dasen la Sultana del Norte, Pablo Candal dejsu investidura de pintor y se transformen sacerdote y junto a Jos Luis Cendejasle entregaran simblicamente las llavesde la ciudad; al Agustn le cautiv el reci-bimiento, a tal grado de que nos dijo que

    jams le haban dado una recepcin tanchingona. Pasadas unas horas, platicba-mos en el espacio de nuestro colectivo LaMano, y bajo el influjo de unos Chivas Re-gal(bebida favorita del mayebstro), desen-fund el par de libros que haba tomado decasa de mi padre. El Agustn al ver la porta-da de La Tumba reaccion con su acentitoacapulquense chilangozo:

    -No mames! esta versin con laportada mamona que lleva el subttulo de

    Revelaciones de un adolescente es difi-cilsisisisima de conseguir master, ni yo latengo A quin se la chingaste?

    - Ya vez, extraezas que psicoanalis-tasfreudianosobsesivoscompulsivos co-leccionan.

    Cuando estaba terminando de firmar-la, le revir con De perfil, me mir con unasonrisa de brujo de Catemaco y a la razaque estaba en La Mano le declar.

    -El tocayo es un pinche delincuente,no lo inviten a sus casas; alejen a este pa-drote de primeras ediciones de sus virgina-les estantes de libros.

    Cuando todava no me recuperaba deque Jos Agustn me honrara llamndometocayo, seriamente y en voz baja me dijo.

    -Esta es una de mis favoritas.

    - Coincido master. Gracias a Queta Jo-hnson aprend a jalrmela en serio.

    Brindamos con el escocs en las ro-cas y luego hablamos de cosas realmentetrascendentes como la pinche forma tanexquisita en que el Parmnides Garca Sal-daa combinaba perfectamente a Eros yTnatos en su forma de agarrar el pedo. Pa-saron algunos aos y Jos Garza organizdesde la Universidad Autnoma de Nue-vo Len un nuevo homenaje para festejarlos 40 aos de la publicacin de La Tumba.Cuando tuve oportunidad de saludar nue-vamente al tocayo, le ped que me hicierael favor de volver a dedicarme el ejemplarpara de esta manera sellar por siempre elesplndido robo del volumen.

    -Pinche Jos Luis, sigo sin tener estaversin.

    - Es el karma,brother, slo el karma -Le respond, para posteriormente agregar-Lo importante es que volvamos a hacerel ritual cuando la novelita cumpla eltostn.

    -Jos Luis Sols

    ZAPES CIBERNTICOS

    Ah, la desesperacin de comu-niclogos, politlogos, colum-nistas, jefes de noticias: ya no marcanlos temas de actualidad, sealan oimponen sus anlisis no pocas vecesbien lubricados por billetes de todoslos colores-, sino que cada quien lohace segn su modo, su calendario, sugeografa. Dejemos por un momento

    de lado esa pattica relacin entre laspersonalidades del espectculo y de lapoltica en todos los niveles la reale-za, ministros, presidentes, gobernado-res, legisladores-, cuya trascendenciaslo ocupa al periodismo frvolo (esdecir, todo el de paga). Las reexionesde politlogos y periodistas sobre esteasunto slo atraen a los cada vez msescasos profesionales del comentarioen sus columnas. En la sentencia tui-tera de Durito: De la relacin entrela farndula y la poltica, vale decir:photoshop los crea y ell@s se juntan.Porque ahora resulta que la gente (esamasa rebelde que no mira hacia dondese le ordena que mire, ni escucha lo quese le ordena que escuche), ha adquiridola mana de traer lo cotidiano a primer

    plano: cmo peinarse, lo que me pasen tal lugar, lo que me gusta-disgusta,lo que vi-o-me dijeron-dicen, los crme-nes que no aparecen en los medios decomunicacin de paga, los ridculos rei-terados de gobernantes (antes ocultospor montaas de dinero en los closetsde la comunicacin de paga), ahoraexpuestos sin control. Que el supuestopaladn de la libertad y la democracia,el gobierno norteamericano, espa im-punemente, o hace barbaridad y mediaen todo el planeta? Zaz!, la red se con-

    vierte entonces en la mano irreverenteque derrumba la escenografa tras laque se oculta la gran obsesin del Po-der: controlar todo y a tod@s, sabindo-lo todo. Y, de pronto, cuando el Poder seda cuenta de que de nada vali pagartanto para que los reectores princi-pales (los mediticos) se apagaran o seconcentraran en el espectculo bobali-cn de moda, el respetable, la gente, laplebe, la banda, enciende sus lucecitas,pero no para acompaar rtmicamentela balada de arriba, sino para evidenciar

    que el rey-prncipe-ministro-presidente-gobernante-legislador est desnudo. Sa-bindose expuesto, el Poder slo alcanzaa balbucear incoherencias y, por supues-to, a criminalizar a sus descubridores.Que tal o cual gobernante o funciona-ri@ lleva con pattico porte su sndromede usted-no-sabe-con-quin-se-mete?Zaz!, ah tiene su zape ciberntico y quetodos lo vean-escuchen-difundan. Y, cla-ro, la consecuente respuesta jurdico-po-licaca de los polticos: arresto de tuiteros;iniciativa de ley para controlar las redes

    sociales; el espacio areo mundial usur-pado por el gobierno norteamericano, lapattica servidumbre de los gobiernoseuropeos (es slo un indio, detngan-lo). Ponga usted el nombre que guste dequienes arriba son o pretenden ser: PeaNieto, Obama, Berlusconi, Rajoy, Putin,el etctera que padece usted en su rincn.Grandes, medianos y pequeos (todosmalos) comediantes danzando al ritmofrentico de internet (sobra decir que nisiquiera llevan el paso?). Resumiendo:

    internet = (igual a) la globalizacin inme-diata y masiva del ridculo y la incapa-cidad de la clase poltica. Pero cuidado!,porque all arriba ya se dieron cuenta deque lo instantneo (la evidencia masivade su incompetencia) es tambin fugaz. Yque el remedio para un escndalo es unescndalo mayor. El mejor antdoto con-tra un hashtag viral es otro dem. Mien-tras esas denuncias no pasen al hay quehacer algo, de ah al hay que hacer esto,y de ah al calendario y la geografa (hayque hacerlo en tal lugar, tal da), pues nohay problema. El Poder no tiene incon-veniente en que sus ridculos sean temasde sobremesa, pero si, por ejemplo, losnuevos terroristas internacionales, esdecir, las redes sociales, pasan del escar-nio a la movilizacin pues entonces

    s empiezan a sonar los telfonos rojos(ok, ya s que ya no se usan, pero creo queme entienden) en los centros del PoderMundial, es decir, en los centros nancie-ros. Porque una cosa es indignarse indi-vidualmente frente a la injusticia, y otracosa es hacerse colectivo de Indignados.En suma, los problemas se ponen serioscuando las manitas abajo en la red, setransforman en puos desaantes en lacalle y en el campo.

    - Subcomandante Marcos

    CONTRA EL PERIODISMODE SILLN

    Un editor de la primera plana deun diario nacional puso en superfil de Facebookuna crtica de mi crnicasobre El Caimn, publicada en el peridicoEl Universal. Le llam una mentira y en suenojo, se lanz contra colegas que hacen ungran periodismo narrativo. Salpic a LuisGuillermo Hernndez, Diego Enrique Osor-no y Alejandro Almazn. Sobre eso, quisierahacer cuatro precisiones:

    1. Defienden el periodismo de silln.Les gusta sentarse cmodamente detrs desus escritorios, recoger boletines, no moverun dedo ms que para levantar el telfono.

    Desde ah, descalifican al reportero que semueve, camina, habla con la gente, acu-mulas horas de entrevista en la grabadora yhace guardias por una historia qu tipo deperiodismo es ese que no gasta las suelas?

    2. Slo entienden una historia desdela declaracionitis. Si un texto no tiene vozoficial, si no es palomeado por el poder po-ltico/econmico, queda inmediatamentedescartado. No importa que las vctimas ha-blen; si no hay un diputado, presidente mu-nicipal o empresario citado, no publican lascosas. Son adictos al boletn, a la voz oficial.

    3. Si no viven en las ricas colonias Po-lanco, Lomas, Del Valle o Anzures, no tienesentido hacer periodismo sobre ellos, paraqu gastar papel en historias que no van allegar a suscriptores? Uno de ellos, quienedita la seccin capitalina, dijo alguna vez

    "scar, honestamente, los pobres aqu noimportan". Les gusta el periodismo slo convoz que escupa billetes mientras habla.

    4. Les atrae el periodismo "objetivo",porque escriben como objetos. Son periodis-

    tas-piedra, periodistas-lmpara, periodistas-cortina que no se atreven a opinar, a contarsus impresiones como testigos de una histo-ria. No narran no porque no puedan, sinoporque les da miedo salirse del guin.

    Por mi lado, seguir haciendo perio-dismo narrativo. Es lo ms digno para estaprofesin y lo nico que nos salvar de serreemplazados por boletines de agencia. Yagradezco mucho que aqul periodismo desilln me relacione con los mejores perio-distas de Mxico. Esos tres son, para m, mismaestros.

    -scar Balderas.

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    EL TEATRO CLANDESTINO

    EN PELIGRO DE EXTINCIN

    POR ALMA VIGIL

    Cmo lograr que convivan consultorios de psicoanlisis

    y una bodega donde el arte no est bajo control ofcial?

    Atravs de un pasillo, en unacasa de El Barrio Antiguode Monterrey, se asoma unhombre con la piel casi pega-

    da a los huesos, cabello tupido y comple-tamente oscuro, a pesar de sus 55 aos deedad. Cruza el corredor con unos cuantospasos y entra a La Bodega, el nico espacioespecializado en teatro alternativo que aduras penas sobrevive en la ciudad. Busca aalguien, pero slo ve montones de latas de

    cerveza vacas y colillas de cigarro tiradasen el piso. Recolecta algunos de esos botes

    de aluminio y ms tarde, con un abrelatas,les remueve la tapa superior. Despus per-fora siete puntos estratgicos en el fondode cada lata para colocar en su interior unfoco Mr16 y aanzarlo con varios tornillos,tuercas y sujetadores de papel, lo que siguees lijar el bote, pintarlo y crear un pequeoboom (una especie de escuadra) con trozoschicos de aluminio para poder moverloscon facilidad. El hombre es Roberto Cueva,mejor conocido como El Flaco, desde hace

    ms de tres dcadas es electricista expertoen iluminacin de teatros clandestinos.

    [LA BODEGA]

    Del 4 al 10 de agosto de 2013Monterrey, N.L.

    Primer acto

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    El Flaco conoci a Daniel On-tiveros, gestor cultural de La

    Bodega, en noviembre del 2010, cuan-do el director teatral David Coloradopresent all su obra Plan de vuelo, ilu-minada con esas singulares luminariasque hace El Flaco. Adems de ser elec-tricista, El Flaco es vido intrprete delteatro clown y corporal. Dice que conslo verlo a muchas personas les causa

    gracia. Su voz es muy tenue y por esono le gusta el teatro hablado.Unos meses despus del encuen-

    tro fortuito, en 2011, Daniel otorguna beca al Flaco para participar en el1er Ciclo Formativo de Mimo, dondeimparti un taller llamado ngeles ydemonios. En el curso, El Flaco, juntocon 12 personas ms, personic sera-nes, querubines y arcngeles. Desde

    entonces apoya a Daniel con la ilumi-nacin para las obras de teatro, perfor-mances, encuentros y dems talleresque se han realizado en La Bodega.Tambin dio un curso de iluminacinescnica en el que enseaba a crear suscaractersticas luminarias recicladas.Dicen que no le fue muy bien porquehablaba con un lenguaje demasiadotcnico que la gente no entenda.

    La Bodega hace honor a su escuetonombre: es un enorme cuarto localiza-do al fondo de un corredor que colindacon tres consultorios de psicoanlisis.Todos estn al interior de una casa de lacalle Mina en El Barrio Antiguo.

    Adentro de La Bodega parece go-bernar la penumbra: telas oscuras im-piden que entre la luz del sol por lasventanas. Adems, todas las paredesestn pintadas de negro, aunque enuna de ellas tambin hay una parte encolor blanco y otro tramo luce un tapizcolor vino con guras de ores doradas.

    Al entrar al lugar, del lado izquierdo se

    puede ver un espacio cuadrado forma-do por columnas que sostienen unapequea habitacin, como tapanco.Unas escaleras situadas a un metro dela tarima que est en el fondo, permi-ten el acceso a esa alcoba, donde hayretazos de telas, cajas, lmparas, tablasde madera y otros artculos que han idodejando los teatreros luego de realizarsus actividades.

    En poca de invierno La Bodegaes como un congelador y cuando hacecalor es igual que un horno. No cuentacon aire acondicionado, lo nico queapenas puede combatir el calor soncuatro abanicos colocados estratgica-mente cuando hay alguna actividad.

    Todo lo que existe en el sitio es medioimprovisado: la iluminacin la contro-lan con una caja de madera que ya seha descompuesto varias veces.

    No obstante, entre sus negras pare-des se esconde cierta magia. La Bodegaha sido sede de obras con teatreros loca-les, nacionales e internacionales, quehan utilizado los recursos con los quecuenta el lugar para montar sus obras.

    ***

    Daniel Ontiveros es un hombrede 38 aos que parece de 20: es delga-do, caucsico y muy afable, parecieraque nunca se enoja. Desde hace aos

    se dedica a hacer pginas web pero suverdadera pasin es la pantomima;ha recorrido diversas ciudades de M-xico, Espaa y Argentina y ha tomadovarios cursos de este gnero teatral.En la actualidad tiene un grupo inde-pendiente llamado Mimosqueteroscon el que hace diferentes presenta-ciones en Nuevo Len, tanto en LaBodega como en otros espacios que seadaptan como escenario para el tea-tro, incluso en la calle o en parques decolonias populares.

    La Bodega, como espacio teatral,existe desde hace nueve aos aproxi-madamente, pero Daniel se encargadel lugar desde el 2011. Luego de queasistiera como espectador a la obra deDavid Colorado -donde tambin conocial Flaco- le gust mucho el espacio, tantocomo para realizar el 1er. Ciclo Formativode Mimo. Cuando pidi el contacto del ad-ministrador del lugar a David, se dio cuen-ta que lo manejaba su prima, la psiclogaCelia Ontiveros. En esa casa, Celia, quienahora labora para la Procuradura Ge-neral de la Repblica, tambin rentatres consultorios donde trabajan seisespecialistas de psicologa: las nmesisde La Bodega.

    A partir de que Celia se encarg deLa Bodega hubo mucha libertad en ellugar: conoca bastante gente a la quele fue facilitando el sitio para ensayar,ya que en otros espacios ociales por lo

    general los horarios estaban saturados.La propiedad est a nombre de Luis

    Eduardo Ontiveros, pap de Celia y her-mano del pap de Daniel. Se la pas asu hija para que al terminar su carrera

    tuviera su propio consultorio. Celia tra-baj ah durante un tiempo hasta queconsigui un empleo en la Procuradu-ra General de la Repblica y comenz arentar los consultorios.

    En algunas ocasiones prestaron ellugar para hacer estas, pero tuvieron

    problemas con los vecinos por el ruido,por tanto movimiento de gente en lacalle, porque dejaban latas de cervezaen los alrededores, e incluso algunaspersonas se orinaban en las banquetas.As que dejaron de hacerlo. Adems, enLa Bodega no cuentan con el equipo deseguridad que se requiere para realizarese tipo de eventos, segn las leyes delmunicipio.

    Cuando Daniel contact a Celia,ella le dijo que si quera, l manejaraLa Bodega. Le pas la agenda de lo queestaba programado y hasta ahora Da-niel se encarga de ella. No tiene ningnempleado, todo lo que se ocupe lo hacel, aunque hay personas como El Flacoque lo apoyan.

    Se podra decir que Daniel es untanto conado: durante un tiempo

    tuvo cinco llaves que prestaba paraque la gente pudiera entrar a los ensa-yos programados. Con la mayora nohubo ningn problema, pero con otrass: dejaban abundante basura, hacanmucho ruido y metan otra gente queni siquiera estaba involucrada con elteatro.

    Entonces, las psiclogas que traba-jaban en los consultorios se empezarona quejar, y en mayo de 2013, luego deun escandaloso encuentro de perfor-mance, Celia le dijo a Daniel que tenanque cancelar todo lo que haban pro-gramado para junio.

    En el verano de 2013 La Bodega semantiene en pausa y hay probabilida-des de que cierre denitivamente.

    ***

    El Flaco era estudiante en la Facul-tad de Ingeniera Mecnica y Elctrica,cuando en 1980 conoci a Gerardo Val-dez, director, iluminador y fundador deTeatro Rehilete. En ese entonces, Gerar-do era maestro de teatro en el ConsejoNacional de la Juventud (CREA), ubica-do en la esquina de Padre Mier y Minaen El Barrio Antiguo. El Flaco se ins-cribi a uno de sus talleres teatrales ycinco aos despus ingres a la Escuelade Teatro de la Facultad de Filosofa yLetras de la Universidad Autnoma de

    Nuevo Len, abandonando su carreracomo ingeniero para incursionar en elmundo teatral de Monterrey.

    Gerardo Valdez, de 60 aos de edad,es un hombre robusto, con el cabelloplatinado por las canas al igual quesu prominente barba. Relajado y apa-sionado por el teatro. En 1984 fund elTeatro Rehilete, uno de los espacios tea-trales alternativos pioneros. El proyec-to dur ms de 25 aos; llevaron obrasa casi todos los municipios de NuevoLen, y en 1987 rentaron la primerasede de Teatro Rehilete en el Centro deMonterrey.

    Slo que aos ms tarde un em-pleado de Gerardo que haba llegado

    de repente a pedir trabajo ya que aca-baba de cambiarse a Monterrey desdeVeracruz, su lugar de origen, asesin auna chica enterrndole una varilla enel cuello. Gerardo haba viajado fue-ra de la ciudad, as que cuando llegy se enter de la noticia, cerr el lugardurante un tiempo. Dos aos ms tar-de lo reabri en un lugar nuevo en ElBarrio Antiguo, donde continuaronalbergando actividades teatrales hastaque en el 2009 Gerardo se cans del pro-yecto y par las actividades.

    La Bodegahacehonor a su escuetonombre: es unenorme cuartolocalizado al ondode un corredor quecolinda con tresconsultorios depsicoanlisis

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    Segundo actoDentro de La Bodega estn unas

    50 personas que observan a un cha-vo tatuado, vestido con un sombrerocomo el que usa Heisenberg, el alterego de Walter White en la serie Brea-king Bad; viste una playera blancasin mangas y un pantaln oscuro. Elindividuo, adems, cubre su rostrocon un tapabocas y sus manos conguantes de ltex, mientras que conun bistur realiza una escaricacinen el muslo derecho de Rita Cadillac,nombre artstico de Abraham Salva-dor, performancero de Monterrey que

    presenta un nmero semejante a losrituales del Nio Fidencio en Espi-nazo, Nuevo Len. Su pierna est cu-bierta de sangre por los cortes con elinstrumento quirrgico, pero Rita Ca-dillacno muestra ni un solo gesto dedolor en su rostro vaco de emociones.Rita Cadillac est sentado en una si-lla, completamente desnudo, viendocmo sangra su pierna. Cubre de lodotodo su cuerpo mientras en el fondose proyecta un video con la imagende un nio santo rodeado de estrellasy ores de colores. La msica es unacumbia electrnica, la iluminacin escon los focos que hizo El Flaco. El cha-vo tatuado, al terminar de rasgar lapiel de Rita, comienza a perforar conunos losos ganchos la espalda delperformancero, con la ayuda de unachica tambin tatuada, y entre los doscomienzan a adornar los ganchos conlistones rosas y verdes. Tambin aa-den unas pequeas guras de esque-letos mexicanos.

    Este es un performance que formparte del Tercer Encuentro de Creado-res de 2013, Simulacros de identidad,donde participaron, adems de Abra-ham Salvador, los artistas EduardoSandoval, Alix Patio, Charlee Cha-muko, Playritual, Desmantelados yLeche de Virgen Trimegisto. El da delencuentro fue el 24 de mayo de 2013,fecha que marc el n de La Bodega.Aunque para los asistentes fue algodivertido y sorprendente, para las psi-

    clogas no lo fue y en un par de oca-siones solicitaron controlar el trcode gente y el volumen del lugar.

    ***

    Para Gerardo Valds, al igual que

    para muchos teatreros de la ciudad,es una lstima que se est perdiendoLa Bodega, a la que le tienen cariopor la libertad que ha representado.Daniel es seguidor y admirador deTeatro Rehilete y de Gerardo Valdsdesde hace tiempo. La primera vez

    que Gerardo pis La Bodega y conocia Daniel fue en julio del 2011, mien-tras Martha Garza, directora teatral,ensayaba con su equipo la obra HansQuehans. Un payaso sin opiniones,original de Luis Mario Moncada. Enla ciudad hay otros lugares en los quese presentan obras de teatro alternati-vo, bares como el Gargantas o luga-res como el Tierra Turquesa, pero nohay ninguno que propiamente seaun espacio para la dramaturgia.

    En Monterrey, a diferencia deotras ciudades, casi no hay teatrosadems de los ociales como el de laCiudad, el del Centro de las Artes, el

    del Instituto Mexicano del SeguroSocial, los municipales o los espaciospara teatro comercial como el NenaDelgado y Versalles, los cuales pre-sentan obras con lenguaje vulgar ypersonajes graciosos. En Argentinadice la dramaturga argentina CoralAguirre- hay muchos espacios alter-nativos para hacer teatro contestata-rio y poltico. No se busca el apoyo delas instituciones porque los limitan.Aunque advierte- los dramaturgosen Argentina en realidad vivan conlo que ganaban en sus empleos, elteatro lo hacan ms por amor al arte,es difcil vivir del teatro, tanto en Ar-gentina como en Mxico. Sin embar-go, hay muchos que logran hacerlo.El teatro la mayora de las veces noes tan comercial como lo puede ser elcine.

    En Monterrey es al revs: los tea-treros locales buscan el apoyo de Co-narte para nanciar sus proyectos quetambin son presentados en teatrosociales. El Flaco conoce a casi todosen el mundo del teatro en Monterreyy ha visto bastantes obras, pero a lya casi no lo divierte el teatro; con-esa que en la ciudad hace falta mscreatividad y originalidad. Muchasobras que se presentan en la ciudadson como una especie de remake deobras escritas por Shakespeare y otrosautores clsicos. Adems, el hecho deque reciban apoyo por parte del go-bierno signica que no pueden ser

    realmente crticos ante el sistema y lasituacin del pas.

    Tercer actoEn la esquina de las calles Benito

    Jurez y Santiago Tapia en el Centrode Monterrey hay un edicio gris per-cudido y rojo. Sobre una de sus pare-des tambin estn dos mscaras querepresentan la comedia y la tragediacon una sonrisa y un gesto de tristeza.Pasa casi desapercibido. Es el TeatroCaldern, uno de los ms antiguos

    en la ciudad. Por lo general el teatroest vaco, se ve poco movimiento den-tro de l aunque en el exterior cientos depersonas caminan deprisa sin prestarleatencin. Algunas veces s se presentanobras de teatro y recientemente ha sidoremodelado: despus de muchos aosya cuenta con clima y un equipo desonido e iluminacin ms sosticado.Cuando El Flaco trabaj ah iluminandoalgunas obras, dijo que era el peor lugarpara laborar, tenan un equipo horribley haca mucho calor, era incmodo.

    La ltima vez que Gerardo trabajcon una obra en el Teatro Caldern, ledijeron que lo poda utilizar pero que

    tena que llevar cosas a cambio. Gerardoles llev papel sanitario, un micrfono yvarios artculos de escenografa que dejah. El gobierno mantuvo por muchotiempo en el olvido al lugar. Hasta quelo arreglaron. Ahora est mucho mejor,pero sigue siendo difcil su situacin. Ala fecha, aun y con su remodelacin yla inversin de millones de pesos que lehicieron, casi siempre est vaco.

    Aos atrs, adems de los teatrosociales como el Caldern, haba otrosespacios en diferentes lugares. Unode ellos se llamaba, casualmente, LaBodega de Dionisios, creada por VidalMedina, contador pblico que abando-n su carrera por seguir su sueo de ladramaturgia; y Mnica Jasso, directorade teatro de Monterrey. En el lugar tam-bin les ayud El Flaco para las cosastcnicas, pero unos das despus de suinauguracin en la calle Jos Mara Rojode El Barrio Antiguo, los vecinos pro-testaron y tuvieron que cerrar el lugar.

    Es difcil hacer obras independientesy contestatarias en una ciudad empre-sarial acostumbrada a las actividadesdemasiado controladas.

    Hubo otros intentos, pero nuncafuncionaron, el nico que lo hizo du-rante mucho tiempo fue Teatro Rehile-te, pero ahora ya tambin est cerrado.La Bodega est en peligro de extincin,aunque Daniel sigue intentando man-tener la ama encendida. Ahora trata

    de acoplarse y programar la agendaen horarios que no coincidan con losde las psiclogas, e intentar controlarms a las personas. Dice que esta vezslo habr una llave del lugar y la ten-dr siempre l. El Flaco ya casi no tra-baja en los teatros; hace reparaciones einstalaciones en casas, pone abanicosde techo, entre otras cosas que le de-

    jan dinero. Recientemente se fue a uncampamento de clown en el Estado deMxico y pretende seguir preparndo-se en lo tcnico. Mientras que GerardoValds ahora est arreglando una casaque compr en el municipio de GarzaGarca, Nuevo Len, y har obras deteatro ah, aunque pretende recorrerms municipios.

    El movimiento de teatro en Mon-terrey es fuerte, lo que falta no es

    dinero, sino espacios para volverlorealidad y difusin de ese tipo de acti-vidades. Al nal de cuentas, todos es-tn en el teatro por amor al arte. TantoEl Flaco, como Gerardo o Daniel.

    Muchas obrasque se presentanen la ciudad soncomo una especiede remake deobras escritas

    por Shakespearey otros autoresclsicos. Adems,el hecho de quereciban apoyo porparte del gobiernosignifca queno pueden serrealmente crticosante el sistema y lasituacin del pas

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    EL GUARDABOSQUESQUE NO ES AMIGO

    DE LOS OSOSPor qu humanizamos a los animales salvajes?

    POR LEONARDO GONZLEZ

    Amitad del siglo pasado, en Santiago,Nuevo Len, la atraccin principalde un conocido restaurante de co-mida tpica norestense era Chicho, oso negroque pasaba sus das enjaulado en el patio deaquel local, complaciendo a los comensales

    y visitantes que llegaban. Chicho realizaba elgran truco que todos esperaban: tomarse unabotella de refresco con sus propias manos, cau-sando la admiracin de los espectadores.

    El Restaurante el lamo abri sus puertas en1929, poco tiempo despus de la construccin

    de la carretera nacional. Estaba ubicado sobreel curso de esta nueva va en la poblacin dellamo en la Villa de Santiago. Este lugar se ca-racterizaba por sus exquisitas comidas, por suhorario de 24 horas y porChicho, el oso negro

    que lleg a las manos del dueo Jos ManuelGonzlez a mediados de 1943 y era exhibidopara beneplcito de nios y adultos. Rpida-mente Chicho se convirti en la atraccinprincipal del restaurante que pas a ser co-nocido como El Oso del lamo.

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    En ese entonces no haba tantoproblema, no se haba desa-rrollado toda la cultura de los derechosde los animales, ni haba institucionescomo la Secretara del Medio Ambientey Rercusos Naturales cuenta AlfonsoGonzlez El Peque, nieto de Jos ManuelGonzlez y ahora dueo de otro peque-o restaurante a slo unos cuantos me-tros enfrente del Restaurante el lamo.Era otro tiempo, en el que la gente vivams al contacto de la naturaleza y me-nos consciente de la cultura ambiental.

    El Peque, ataviado de sus botas va-queras, pantaln Wranglerajustado, ca-misa de cuadros y un sombrero de unascuantas equis, se desenvuelve con soltu-ra en su negocio. Est poqusimo tiempoen la caja y mucho ms conviviendocon los clientes. Su actitud recuerda aldesparpajo y la conanza que la gente

    de Santiago tena hasta hace pocos aos,cuando todava no eran aquejados porla violencia. Saluda a cada persona quellega, se sienta con algunos de ellos ytras algn chascarrillo fcil vuelve a sulugar atrs de la caja.

    El Peque casi no se acuerda del Res-taurante el lamo, slo sabe lo que lehan contado, que no han sido pocas co-sas. Mientras lo narra, Rogelio Rodrguezest sentado a su lado, lo corrige o asien-te segn el caso; tiene ms de 70 aos yha vivido toda su vida en el municipio,a los diez trabaj en el restaurante y durmuchos aos ah. Conoci a Chicho, aLa Bimba y a otro oso que trajeron cuan-do los primeros perecieron.

    El restaurant del Peque est tapiza-do de fotografas y retratos que en blancoy negro narran retazos de la historia delmunicipio de Santiago y algunos pun-tos cercanos, equipos de beisbol, cabal-gatas y algunas fotos de personajes ilus-tres de esta comunidad. Ah, en mediode una estrecha columna y justo sobrela cabeza de varios asiduos comensalesque almuerzan los tpicos huevos ran-cheros, se encuentra una fotografa quesegn cuentan es del ao 1947. En ellaaparece Chicho, el oso estrella del la-mo, tomando con sus manos una CocaCola mientras es ayudado por un jovencuyo nombre no recuerda nadie.

    Despus de ms de 70 aos de ser-vicio y 40 en la que los osos fueron el

    principal atractivo y smbolo del lugar,el Restaurant el lamo debi cerrar suspuertas a causa de una huelga comono tena permiso de zoolgico, el dueotuvo que entregar el oso junto con otrosanimales exticos que ah tena.

    Todava, si uno pasa por la carreteranacional yendo hacia Allende, dondeahora es una panadera que vende lostpicos turcos (empanadas con carne decerdo dentro), todava se puede ver unviejo anuncio de luces nen divididoen tres partes que seguramente simu-laban el movimiento en el que el osopareca tomar un refresco.

    La basura acumulada durante va-rios das por un grupo de albailes a unlado del Colegio Interamericano del

    Norte es un manjar para el olfato de unosezno que se encuentra en los lmitesde la griscea ciudad de Monterrey conla verde villa de Santiago. El cachorrode tres aos de edad baja, se acerca yhusmea por la obra, buscando la comi-da que su aguzado olfato percibe. Lle-va das sin comer, sus condiciones noson ptimas y parece que ha viajadodurante unos cuantos kilmetros parallegar hasta ah. La presencia de esteoso tan cerca del grupo de trabajadores,pero ms importante an, tan cerca deuna escuela donde nios y nias tomanclases, pone en alerta a los hombres dela construccin. Entonces surge un h-roe entre los presentes: Esteban PalacioBasilio, albail de 24 aos nacido en elestado de Veracruz, toma una cuerday con maestra, como si estuviera en elrodeo, laza al osezno, para luego some-terlo y amarrarlo. Tiene el control de lasituacin.

    Las fotos no se hacen esperar: notodos los das se atrapa a un oso. Ense-guida, este grupo de hombres quedainmortalizado en el momento con unafotografa al lado del osezno. La presines demasiada para los nervios del ca-chorro, quien se retuerce espasmdica-mente y se comienza a convulsionar.

    Uno de los presentes recuerdaque maltratar a un oso es penado por

    la ley y matarlo an peor, as que lla-ma a las autoridades y a los mediosde comunicacin. Personal de Protec-cin Civil y Parques y Vida Silvestrehacen su arribo y se llevan al oseznomoribundo. Tras 12 horas de lucha,los veterinarios en el Parque La Pas-tora no pueden hacer ms y el animalmuere.

    El albail Esteban Palacio es con-signado ante las autoridades, ya quela Procuradura Federal de ProteccinAmbiental (Profepa) interpone unadenuncia en su contra, pero el joventrabajador es liberado despus de 31horas de arresto. Aunque l laz al osode tres aos, no fue sealado como res-ponsable de su muerte.

    Ese 12 de junio de 2008, en su oci-na de Parques y Vida Silvestre, el bi-logo Manuel Muzquiz activ la fasedos del protocolo de avistamiento deosos. Actu rpido: el oso negro es unaespecie en peligro de extincin y unade las prioridades en la preservacinde la fauna de Nuevo Len. A cincoaos de aqul suceso que marc el ini-cio de una etapa en la que los osos deSantiago comenzaron a merodear conmayor frecuencia Monterrey y SanPedro, el bilogo sigue protegiendolos osos de la regin, aunque no hayahabido ms asesinato comprobados oturnados ante el Ministerio Pblico.Pero Manuel recuerda algunos otros

    sucesos en este lapso, como atropellosy muertes por disparos y advierte quees muy difcil poder comprobar que al-guien haya matado a un oso con dolo,por lo que para este comprometidobilogo, no hay ms que fomentar lacultura de la convivencia con estas es-pecies e inculcar entre la poblacin elrespeto a la vida animal en particularen el rea Metropolitana de Monte-rrey donde ha aumentado enorme-mente el contacto entre humanos yosos durante los ltimos tiempos.

    II

    Manuel Muzquiz es lo que se po-dra llamar un guardabosque urbano.Mucha gente ignora su nombre de pila,algunos otros creen que Bilogo Muz-quiz es el nombre que viene en su cre-dencial del IFE. Viste pantaln caf ycamisa verde opaco, la cachucha con ellogotipo de Parques y Vida Silvestre en-funda perfectamente toda su frente am-plia y su cabeza redondeada. Estaturapromedio, piel tostada por el sol y ojoscolor verde aceituna. Muzquiz es untipo de mirada dura pero en el trato esafable, se nota fcilmente el amor quetiene por el reino animal. Su pequeaocina ubicada en el Parque Nios H-roes hace pensar que pasa muy pocotiempo all. Es de madera y recuerda auna cabaa en medio del bosque, en laque en lugar de chimenea tiene com-putadora y un montn de papelera.

    Muzquiz es jefe de Inspeccin y Vi-gilancia de Parques y Vida Silvestre, unorganismo pblico descentralizado departicipacin ciudadana que se dedicaa la preservacin de especies y reasprotegidas en el estado de Nuevo Len.Una de las principales ocupaciones desu trabajo es la captura y reintegracinde los osos negros que bajan a la ciudaden el rea Metropolitana.

    Rpidamente,Chichose convirtien la atraccinprincipal delrestauranteque paso a serconocido comoEl Oso del lamo

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    A mediados de la dcada pasada, elestado de Nuevo Len se encontr depronto con un fenmeno al que perma-neca ajeno: la presencia de los osos ne-gros en las zonas urbanas de Monterreyse hizo cada vez ms frecuente.

    El oso negro, de nombre cientcoursus americanus es una especie natu-ral protegida que habita principalmenteen los cerros cercanos a la zona metropo-litana. Los adultos pueden llegar a pe-sar hasta 120 kilogramos y medir hasta

    1.80 metros cuando se ponen de pie. Enlos meses de junio, julio y agosto bajande su hbitat a la zona urbana buscan-do alimentos y agua. El oso negro es unanimal que acta con la premisa del m-nimo esfuerzo. Entre menor sea la acti-vidad fsica requerida para asegurar susustento, con ms ahnco lo buscar, poreso preeren las casas y quintas.

    La invasin de los humanos en suhbitat natural, la escasez de alimentoy agua, el desplazamiento natural de laespecie, la lucha por los territorios entreosos adultos, y el atrayente olor de losbotes de basura como fuente de alimen-to, son algunos de los factores que cita elbilogo Muzquiz como causa de los en-cuentros entre osos y ciudadanos.

    Para Muzquiz el principal proble-

    ma es que la gente alimenta a los osospensando que hace un bien para elanimal y la naturaleza. Segn el bilo-go, dar de comer a un oso es invitarloa volver a ese lugar, algo que para mu-chos en un principio es curioso y hastadivertido, pero despus de un tiempo, lacercana constante del oso se vuelve unproblema y hace comprender a la genteel peligro que conlleva. Al mismo tiem-po, es cuando ms difcil se vuelve tratarel problema.

    Los osos no son nuestros amigos,dice Muzquiz. No es correcto alimentar-los, tomarles fotos o tratarlos como si fue-ran perros u otros animales domsticos.Los osos son animales salvajes que seguan de acuerdo a sus instintos e intere-ses alimentarios.

    Este guardabosques moderno se re-

    ere tambin a la culpa de los medios decomunicacin, pues segn l han contri-

    buido a darle una gura humana y ami-gable al oso, cuando no es as. El oso nobaja de su hbitat a pedirnos ayuda, ni ainspirarnos lastima: los osos son anima-les silvestres a los que debemos cuidar yrespetar, pero no convivir con ellos, pueslas personas somos externos a su hbitat.Muzquiz no es un Timothy Treadwellregio, ni piensa acabar con el mismodestino trgico del Grizzly Man, quienfuera asesinado por sus queridos Ursusarctos horribilis en 2003, hecho que sir-

    vi para que Warner Herzog realizaraun documental inolvidable. A contrariode la tendencia mundial que consiste enantropomorzar a los animales salvajes,Muzquiz los respeta y les da su lugar enel ecosistema moderno de Nuevo Len.Pero no se considera amigo de ellos.

    III

    A partir del 2007, entre Parques y

    Vida Silvestre, Proteccin Civil y Profe-pa, formaron un protocolo de reaccinante la presencia de osos en las zonasurbanas del estado, debido a que ante-riormente no se tena un criterio de ac-cin preestablecido. Al da de hoy, lastres dependencias estatales y federalestrabajan en conjunto para minimizar el

    contacto entre la poblacin y estos ani-males en peligro de extincin.Este protocolo consta de varias eta-

    pas; primero, Proteccin Civil evala lasituacin para proteger a la poblacin.Se intenta ahuyentar al oso para queregrese a su hbitat por su propio pie,se utilizan sirenas, chorros de agua yalgunos dispositivos de contacto comopistolas de paintball; la segunda fase seocupa de capturar al oso mecnicamen-te. Cuando no se ha logrado ahuyentaral oso, se procede a la captura por mediode trampas y jaulas en las que se colocaun cebo y se espera a que el oso quedeencerrado. La ltima fase es la inmovi-lizacin qumica. Slo se usa cuando noqueda otra alternativa y el oso est alte-rado. Se procede a dispararle un dardocon un sedante con el que se dormir

    para reinsertalo en su hbitat natural.El regreso a la naturaleza nicamente se

    realiza cuando el oso se encuentra sanoy sea apto para ello, y se hace general-mente en una zona diferente a la quefue capturado, para que no vuelva.

    A Vctor Jaime Cabrera, delegado deProfepa en el estado de Nuevo Len, nole parece que haya un exceso de institu-ciones pblicas para tratar el problemade la interaccin entre los osos y la so-ciedad civil de Nuevo Len. En cambiocree que este tipo de manejo es el idealporque incluye justamente la partici-

    pacin de las diferentes institucionesrelacionadas. El delegado lleva cuatromeses en el puesto y hasta el momentono le ha tocado ningn caso en el que sehaya tenido que detener a una personapor haber matado, lastimado o cazadoa un oso, aunque han habido algunosatropellos accidentales, sin dolo, en losque no se ha tomado ninguna accinlegal contra las personas involucradas.

    IV

    Zonas de convergencia es el nom-

    bre que se da a las franjas que presentanmayor contacto entre los osos negros yla mancha urbana del estado de NuevoLen. Algunas de los ms reconocidasson Mederos, Chipinque, las colonias

    por la zona de la Estanzuela, Colorines,y en general todas aquellas que se en-cuentren en las faldas de la Sierra MadreOriental.

    Precisamente es en Mederos dondeeste verano de 2013 se han tenido avis-tamientos de osos. Para los estudianteseso no es nada nuevo, de hecho, se correel dicho entre las facultades de que si nohas visto un oso, nunca has estudiadoen Mederos. Los pasillos de la Facultadde Ciencias de la Comunicacin estndecorados con anuncios y algunos avi-sos estudiantiles. Llama la atencinque entre estos, de cuando en cuando,grandes carteles con una gura de unoso advierten a los estudiantes sobre lospeligros de tratar a un oso y qu hacer encaso de ver uno.

    Si se piden informes en la direccin

    de la escuela acerca de qu hacer en casode ver a un oso, dos simpticas secretarias

    dirn, entre risas, lo contrario a las indi-caciones de anuncios y folletos. Si ves aun oso corre y tmale fotos, dice una deellas mientras sacan un folleto en el quese lee todo lo opuesto. Los guardias deesta facultad, estoicos, sentados en suslugares estratgicos estn al pendientede los estudiantes, pero tambin de lososos, casi son sus nicas tareas. Quhacer si se ve a un oso? Dejarlo andar,retirase del lugar y no dejar que los estu-diantes se acerquen a l. Pueden tomar

    fotos, pero slo de lejecitos, dice Jos, unguardia de ms de 60 aos con voz can-sada pero tranquila.

    Llaman la atencin los botes de ba-sura de la Facultad de Comunicacin,an y cuando una de las primeras re-comendaciones de Profepa y Parques yVida Silvestre, sea la utilizacin de botesanti-osos en las zonas de convergencia.Entre los pasillos y alrededores de estafacultad se pueden encontrar los botesnormales y sin tapa, que atraen a lososos y que estos aprovechan como fuen-te de alimento.

    El seor Miguel ha trabajado muypoco tiempo de guardia en la facultad.Aun as, con entusiasmo, este unifor-mado de pinta bonachona, muestra untronco donde un enorme oso se al las

    garras. Las profundas marcas alcanzancasi los dos metros de longitud. Miguelcuenta que hay una familia de osos quebaja casi cada noche y remueve los botesde basura, l ha visto cuatro: el oso adul-to, una osa y dos oseznos que la acompa-an a todos lados.

    As que Manuel Muzquiz recibe elreporte del avistamiento de osos en laFacultad de Comunicacin, y tranqui-lamente dice que se activar la fase unodel protocolo, se da una vuelta por lazona, pero todava no le toca actuar. Sabeque en cualquier momento puede serllamado para atrapar a la familia de ososque ronda por la zona que hasta hacepoco era su hbitat y les perteneca, peroha sido invadida por casas, comercios yhasta instituciones educativas que cadavez carcomen un poco ms la montaa

    a favor de la migracin ciudadana de latercera ciudad de Mxico.

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    _Crnica Nacional Viene de portada

    Acaba de despedir a la ltima her-mana y a los tres sobrinos que lequedaban en Mxico. Les dijo que se fueran,que no se arriesgaran a seguir en este pas. Yas ser: Marisela Reyes y sus sobrinos regre-sarn a Ciudad Jurez, cruzarn la fronteracon Texas, se entregarn a las autoridades deEstados Unidos y solicitarn asilo poltico. Aslo han hecho ya otros 32 de sus parientes.

    Los doctores de este hospital no entien-

    den por qu la familia Reyes Salazar no pue-de estar con Olga. No saben que tuvieronque salir huyendo de Chihuahua. Que allasesinaron a cuatro hermanos, a un sobrinoy a una cuada, adems de secuestrar a unafamiliar indirecta que nunca apareci; tam-bin asesinaron a un compaero de trabajode un sobrino porque los confundieron. Nosaben que todos los Reyes Salazar han sidoamenazados, perseguidos, que les han incen-diado sus casas y han profanado las tumbasde sus muertos para exigir que se largaran deGuadalupe, Distrito Bravos. Tampoco sabenque las autoridades estatales y federales hansido incapaces de encontrar un solo respon-sable de todos los crmenes cometidos contrala familia.

    Ahora Olga sonre. Disfruta porque lasvisitas tienen que usar un gorro, bata, cu-brebocas, guantes y zapatos desechables. Le

    gusta sentirse una paciente peligrosa. Pero susonrisa no durar mucho tiempo.

    Olga est enferma de influenza H1N1.Los doctores gritan y exigen que la fa-

    milia vuelva. Olga no quiere ser puesta encoma, para que un respirador artificial hagael trabajo que sus pulmones ya no pueden.Los doctores amenazan con denunciar a lafamilia por abandono: en cualquier momen-to, advierten, se puede morir.

    Slo el anestesilogo es capaz de con-vencer a Olga

    Tengo miedo de morirme sin justi-cia, confiesa ella, ya con una voz muydbil.

    Por fin se va a quedar dormida. La hanmandado al rea de terapia intensiva. Segnel reporte mdico, Olga tiene un 30 por cientode probabilidad de sobrevivir: el corazn, losriones y sus dos pulmones estn afectados.

    ***

    Eusebio Reyes y Sara Salazar llegaron en1969 con su familia a Valle de Jurez, con elsueo de ir a Nueva York. Se establecieron enesa zona fronteriza de Chihuahua y contiguaa Ciudad Jurez. Rentaron dos cuartos, insta-laron una panadera y su arraigo fue defini-tivo. Se quedaron a vivir en el municipio deGuadalupe, Distrito Bravos.

    Desde los primeros aos en ese lugar,Doa Sara se las arregl sola con sus hijos ysin su esposo Eusebio, que decidi cruzar aEU y nunca volvi. Eleazar, el hermano ma-yor, se convirti en el jefe de la familia. La pa-nadera creci con los hijos dirigindola.

    Pero no eran simples panaderos. Olgase acuerda de los das en que su hermanoEleazar organizaba reuniones en casa de su

    mam. l se uni a la Liga 23 de Septiembrey a otros movimientos de resistencia. Olgalo recuerda leyendo el libro de la Rebelinde los Colgados como una biblia de la quetodo mexicano debera aprender. Tambinlo recuerda como parte del Comit de De-fensa Popular que logr la reparticin detierras y la fundacin de la colonia FranciscoVilla en Guadalupe y la Emiliano Zapata enPraxedis G. Guerrero. Lo recuerda como can-didato a la diputacin del primer distrito enChihuahua en el ao 2006: su partido era laCoalicin PRD, PT y Convergencia. Comoparte de la protesta para evitar que el gobier-no estadounidense instalara en la poblacinde Sierra Blanca, Texas, un basurero txico.Como sndico en el cabildo municipal deGuadalupe. Y lo recuerda luchando contrael cncer de estmago que un da le gan lavida. l mismo prepar su funeral y decidi

    en qu cajn lo enterraran.Valle de Jurez siempre ha sido zona

    de promesas. Primero, para las familias quellegaron con el afn de poseer tierras en estelugar tan cercano a los Estados Unidos. Lue-go, para algunos empresarios y polticos quesaben que las ciudades fronterizas unenintereses econmicos. A travs de Plan Ju-rez, una asociacin civil conformada por 21empresarios y el rector de la Universidad deJurez se planea la remodelacin de todo elvalle, a pesar de que la inseguridad ha obliga-do, desde el 2007, a que ms de 230 mil perso-nas abandonen sus casas. Contemplan reali-zar ms de diez carreteras, y han comenzado

    la construccin de un puente internacionalque ser el puente de carga ms importantedel pas y conectar a Guadalupe DB conTornillo, Texas. Tambin construirn un co-rredor industrial en el municipio de Cuau-htmoc. Las casas abandonadas abaratan suscostos, y segn organizaciones en defensa alos derechos humanos, como el Comit Cere-zo, la violencia y la impunidad en el estadofronterizo, al parecer est beneficiando a losempresas que trabajan en coordinacin conel Gobierno de Chihuahua, para el desarrollode estos grandes proyectos. Los narcotrafi-cantes podran encargarse de hacer la partesucia de un megaproyecto econmico queles deje ganancias a todos, menos a las fami-

    lias que tuvieron que huir.Los recuerdos de Olga sobre su hermanotambin son parte de las razones por las quesu familia fue tan odiada.

    Los Reyes Salazar se hicieron enemi-gos de todos los interesados en poseer terre-nos en el Valle de Jurez dice Gustavo de laRosa Hickerson, activista desde 1979 en Ciu-dad Jurez. Conoce la historia de la familia ypiensa que los enemigos de los Reyes Salazar,estn divididos en varios bandos:

    Por un lado, el gobierno interesado en ladesaparicin de activistas. Sobre todo aque-llos dispuestos a levantar la voz a nombre decualquier causa. Y por otro, el Crtel de Jurez,fundado por Amado Carrillo: narcotrafican-tes que desde hace ms de 30 aos operanen la zona, protegidos por los gobiernos enturno, y que son conocidos ahora como LaLnea.

    ***

    Olga tena un vnculo especial con su so-brino Julio Csar: le toc amamantarlo cuan-do su hijo Ricardo tambin era beb y ella te-na que cuidarlos. A los 19 aos era un jovendelgado, muy tostado por el sol, tanto que leapodabanNegritode cario. Tena ojos gran-des, nariz delgada. Era su consentido.

    Lo asesinaron el sbado 15 de noviem-bre del 2008, cuando Josefina Reyes, la ma-dre, lo esperaba en casa mientras l, la esposay otros primos estaban en una boda.

    El telfono timbr y Josefina fue a con-testar.

    Voy por mi hijo-dijo despus decolgar.

    Ya saba que estaba muerto.Un grupo de hombres armados haba

    irrumpido en la boda. Les dijeron que ibanpor el novio, pero Julio Csar se puso muynervioso porque el novio se haba escondidoen el bao donde estaba su esposa.

    Los testigos contaron que Julio intentlevantarse, sin hacer caso a la instruccin depermanecer boca abajo en el suelo. Recibicuatro balazos en la espalda.

    La madre lleg al saln. Camin hastael charco de sangre donde estaba el cuerpode su hijo, lo abraz y le bes la frente. Se en-carg del funeral y empez a exigir que lasautoridades investigaran el asesinato. Fueel primer entierro en el que la familia sintimiedo.

    ***

    Olga dice que Josefina era la ms valien-

    te, la ms activa y la que siempre protestabapor las injusticias. Desde 1996 apareca yaen algunas portadas del Diario de Jurez,denunciando que los asesinatos se estabanincrementando en la zona. Y tambin desdeentonces su casa fue baleada por denunciarcrmenes. Cuando comenz el OperativoChihuahua, en 2008, volvieron las amena-zas para Josefina. Los cateos se realizabanen varias casas y negocios de Guadalupe.Miguel ngel, otro de los hijos de la activista,fue detenido durante un cateo en el mes deagosto. Ella fue hasta el campamento que

    los militares haban improvisado en la plazaprincipal y pidi informes. Los soldados ne-garon tenerlo.

    Entonces inici una huelga de hambreque dur tres das y logr la intervencinde la Comisin Estatal de los Derechos Hu-manos. El visitador Gustavo de la Rosa Hic-kerson la acompa ante las autoridadesmilitares. Luego de 16 das, Miguel ngel fueliberado sin cargos y con heridas por las tortu-ras a las que haba sido sometido.

    De la Rosa Hickerson dice que as serealizaron detenciones arbitrarias a variosciudadanos de distintas colonias en las zonasfronterizas. Tambin dice que tiene miedo yque por eso vive exiliado en Texas.

    Para septiembre del 2009, Miguel ngelfue detenido otra vez en Chihuahua. Lo cap-turaron junto con Jos Rodolfo Escajeda, ElRikn, quien era el jefe de plaza de La Lnea,

    brazo armado del Crtel de Jurez, implicadoen los asesinatos de Benjamn Lebarn y sucuado Luis Whitman, mormones parientesde Julin Lebarn, quien como tantos otrostrgicamente se hizo figura pblica en Mxi-co por exigir justicia para sus familiares.

    Josefina Reyes quera que tuviera unjuicio justo. Saba que poda resultar culpable:Miguel ngel no eligi ser activista comovarios otros de su familia. Segn cuenta Gus-tavo de la Rosa, Miguel ngel era mecnicoy chofer de un crtel. El activista explica quecuando el Chapo Guzmn, el narco ms bus-cado en todo el mundo y fundador del Crtelde Sinaloa, decidi hacerle competencia a LaLnea, convenci a varios de los narcos loca-les de que trabajaran para l. Y as los dividie intensific la violencia en la zona. Miguelngel se qued con los que fueron leales alCrtel de Jurez y, segn el activista, se invo-

    lucr as como lo hicieron otros vecinos de lazona, que colaboraban con La Lnea porquelos conocan de toda la vida. Nunca ha sidoacusado formalmente de asesinato, pero s detener vnculos con el narcotrfico y de portararmas de uso exclusivo del Ejrcito.

    El 23 de junio del 2011, en una reunincon familiares de vctimas, el ahora ex presi-dente Felipe Caldern asegur que Miguelngel era el responsable de los asesinatosde los hermanos de Lebarn. Le dijo a Julinque ya tena encerrados a los culpables, aun-que por otros delitos. La justicia no ha avan-zado desde entonces. Olga no est al tantodel juicio de su sobrino, slo sabe que sigue

    pendiente. Miguel ngel est en un penal deTamaulipas, esperando por la justicia.

    Luego de que el Ejrcito apres a Miguel,los militares irrumpieron en la panadera fa-miliar y se llevaron a Elas Reyes, su to, quehaba sufrido una embolia y estaba paraliza-do de una parte del cuerpo. As, lo llevaron enuna camioneta a dar un recorrido por Guada-lupe, y lo obligaron a sealar cada una de lascasas de sus hermanos.

    Las ltimas labores que Josefina atendien el Centro de Derechos Humanos Pro Va-lle de Jurez, que ella misma haba fundado,tenan que ver con las detenciones del Ejr-cito. Junto con la activista Cipriana Jurado,Josefina revis varios casos de violaciones

    a los derechos humanos cometidas por mi-litares, aunque cada una trabajaba en casosdistintos.

    Cipriana piensa que cuando arrib elEjrcito a Ciudad Jurez, llegaron las tortu-ras. La activista dice que el narcotrfico leha servido al gobierno como pretexto paraamedrentar y asesinar a los defensores dederechos humanos, y ahora ella misma lodeclara desde Estados Unidos, desde dondevive exiliada.

    Si algn da alguien te intenta levan-tar aqule deca Josefina a sus hermanos,es mejor que luches hasta que te maten, por-que si te llevan es para torturarte.

    El tres de enero del 2010, Josefina mane-jaba su carro cuando se dio cuenta que otrocarro la segua. Alcanz a llegar a la entradadel poblado Sauzal y se estacion en unpuesto de comida. Corri unos cuantos me-

    tros antes de que los sicarios la alcanzaran.Los clientes del negocio vieron cmo doshombres intentaban llevrsela y ell a se resis-ta. Le dispararon varias veces. Su cara quedirreconocible por tantas balas.

    ***

    El mircoles 18 de agosto del 2010, Ma-risela Reyes tena un mal presentimiento.Reciba a los alumnos en la entrada de la es-cuela en donde trabajaba, porque el prefectoencargado de esa labor haba pedido el da. Suhermano Rubn lleg en la camioneta colorcaf a dejar a su hija que estudiaba ah mis-mo. Levant la mano y la salud desde arri-ba de la camioneta. Marisela se acerc parapedirle un cigarro.

    No tengo-dijo l-, pero voy a la tienday te lo dejo de vuelta.

    Olga dice que su hermano Rubnsiempre andaba en su camioneta caf, conun montn de chavalos tras l, riendo, aun-que estuviera preocupado comindose lasuas. l comparta las labores de activismocon Eleazar y Josefina. Pele con su herma-no mayor para impedir la construccin delbasurero txico. Con ms de 36 aos de ma-trimonio, fue poltico del Partido de la Revo-lucin Democrtica y lleg a ser regidor delmunicipio. Tal vez por eso sigui los trmitesde las investigaciones inconclusas por el ase-sinato de Julio Csar y Josefina.

    Marisela escuch los balazos desde lapuerta de la escuela. Desde ah tambin se

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    _Crnica Nacionalvea el camino de salida de Guadalupe quelleva a Ciudad Jurez. Vio pasar a toda ve-locidad una camioneta marca Avalanchede color blanco con cuatro sujetos a bordo ydetrs una camioneta del Ejrcito; que no lospersegua: pareca, dice ella, que los escoltaba.

    Comenz a temblar. Dos alumnas llega-ron corriendo a la escuela, y le contaron quehaban visto el asesinato de un seor.

    Lo conocen? , les pregunt deses-perada.

    Slo saban que era el dueo de una ca-

    mioneta caf.Fue la primera en llegar a la escena delcrimen. La rfaga de balas le haba desfigura-do la cara, igual que a su hermana Josefina.Marisela observ el cadver e intent recons-truirlo en sus recuerdos. Alguien ms quevea la escena le dio una sbana y ella mismalo tap para que ya nadie ms lo viera.

    ***

    Unos 150 metros antes de toparse con

    un retn militar una camioneta intercepta la de Elas Reyes. De ella bajaron hombresque cubran su rostro, vestan de negro e ibanarmados.

    Por qu nos paran?les preguntDoa Sara.

    Porque nos mandaron, contesta-ron.

    Los sujetos tiraron dos balazos al cielo,y con gritos le ordenaron a la familia quebajaran. Elas, su esposa Mara Luisa Ornelas,su hermana Mara Magdalena, Doa Sara yuna nieta de 11 aos quedaron paralizados.Los asaltantes sacaron a Mara Luisa y la su-bieron a la otra camioneta en la que viajabanellos. Luego jalaron a Doa Sara y a su nieta ylas arrojaron al piso. Uno de ellos tom el vo-lante y se llevaron a los dos hermanos Reyesy a Mara Luisa.

    Apenas los hombres la tiraron al suelo,Doa Sara volte a ver cmo se encontrabasu nieta, (que fue golpeada tan duro que porun momento la pens muerta). Se levant eintent correr tras ellos.

    No se lleven a mis hijos!-grit.No pude alcanzarlos, dijo despus

    en un largo lamento, como si a sus 76 aospudiera ser su culpa no correr ms.

    ***

    Al da siguiente del secuestro, el nueve

    de febrero del 2011, la familia se presentante la justicia. Olga dice que en el MinisterioPblico no queran levantar una denunciapor desaparicin forzada y que la bsquedainici tres das despus. Los Reyes Salazarhicieron un plantn afuera de la Fiscala deChihuahua, y exigieron hablar con el Gober-nador. Nadie los atendi.

    A una semana del secuestro, Doa Saraviaj al Distrito Federal. Entonces quemaronsu casa y la panadera, luego la casa de su hijaJosefina, la de Olga y tambin la de Ruth, enGuadalupe.

    Los Reyes Salazar hicieron otro plantnfrente a las instalaciones del Senado. Logra-ron que los medios de comunicacin nacio-

    nales y extranjeros difundieran la historia. Elgobernador Csar Duarte, quien se encontra-ba de visita en la Ciudad de Mxico, decididarles una cita. Los recibi afuera del hotelen donde se hospedaba, en una cafetera endonde no queran permitir que los mediosgrabaran la conversacin. En esa reunin seacord que las autoridades estatales entrega-ran la informacin sobre las investigacionesde los dos asesinatos y el secuestro de los doshermanos y la cuada. Eso nunca pas.

    Dos das despus del acuerdo, los cuer-pos sin vida de Elas, Mara Magdalena y elde Mara Luisa Ornelas fueron encontradoscerca de una gasolinera de Guadalupe. Te-nan huellas de tortura y haban sido des-enterrados luego de varios das. La Fiscalainform a la prensa que junto a los cadverestambin se encontr un mensaje que expli-caba el motivo de los asesinatos. Acusabana Josefina, y a los dems hermanos, de sernarcotraficantes y controlar el paso de la dro-ga en la zona. Los Reyes Salazar volvieron aChihuahua slo para enterrar a sus muertos.La gente tena tanto miedo de su apellidoque los panteoneros no quisieron ayudarlesa cavar las tumbas.

    Olga sinti que llevar su apellido erauna amenaza en Mxico.

    Algunos Reyes Salazar ni siquiera pu-dieron recoger su papelera despus del en-tierro. Se tenan que ir de Chihuahua si noqueran morirse.

    Para que les quedara claro, alguien des-enterr las cruces de las tumbas de Josefina,

    Rubn y Elas, y escribi en ellas los nombresde los hermanos que siguen vivos. Se las de-jaron en las puertas de sus casas.

    El ocho de marzo del 2011, el entoncesprocurador del Distrito Federal y ahora jefede gobierno, Miguel ngel Mancera, anun-ci que se haran cargo de la seguridad de lafamilia. Los llevaron a un hotel y les dijeronque descansaran. No podan hablar con na-die que no fuera autorizado por ellos. Mari-sela Reyes estaba dbil porque haba perma-necido en huelga de hambre, tena miedo ypens que ponerse en manos de las autorida-des sera lo mejor.

    Todos los Reyes Salazar desaparecieronde la vida pblica menos Olga. Ella decidicuidarse sola e ir a todas las protestas en don-de pudiera denunciar los crmenes contra sufamilia.

    El lugar que el GDF utiliz como alber-gue era de tres cuartos. Estaban repletos deliteras con camas individuales, dividas conespacios de apenas 30 centmetros. En el pri-mero dorman ocho personas, 12 en el segun-

    do y 12 ms en el tercero.Luego de dos semanas llegaron al alber-gue otros diez miembros de la familia quese haban resistido a salir de Chihuahua: unatentado en el que un comando armado ase-sin a un compaero de trabajo que confun-dieron con un sobrino, Vctor Hugo Reyes, lesdej claro que si permanecan en aquel esta-do tambin iban a ser asesinados.

    Otras cinco literas se acomodaron en elpasillo y en la sala. Haba un bao para hom-bres y otro para mujeres; una sala con seissillones medianos; una televisin que nuncapudieron ver porque no tenan antena; unasmesas grandes, pero con menos de 40 sillas; y

    una cocina industrial, pero sin comida.Los primeros das en el refugio recibie-

    ron alimentos preparados, luego les llevaronvarios kilos de frijoles y arroz y despus la co-mida comenz a escasear.

    A veces slo almorzbamos o coma-mos, dice Marisela.

    Ella estuvo tanto tiempo encerrada quela noticia de la autorizacin de la primera sali-da le devolvi por un momento la alegra quedesde antes de los asesinatos no senta. Pedirel permiso haba sido un martirio, pero el mis-mo da de su salida, le avisaron que se cance-laba. El miedo la obligaba a aguantarlo todo.

    Una beb de cuatro meses tambin eradesatendida: no reciba la leche de frmulaque necesitaba ni le llevaban paales. Todolo que les faltaba lo tenan que conseguir atravs de dos personas de redes ciudadanasvinculadas al PRD, que fueron autorizadaspor el GDF para visitar a la familia. Uno delos autorizados, que no quiere dar su nombrepara la entrevista, confirma que nada les al-canzaba y jura que l mismo pona dinero de

    su bolsa para comprarles mandado.Durante el encierro, el rumor de que losReyes Salazar tenan vnculos con narcotrafi-cantes se propag en internet. Un cable filtra-do en Wikileaks informaba de las relacionesde la familia con el narcotrfico. Y eso fue su-ficiente para que varios lo creyeran.

    Un da, un balazo despert a los ReyesSalazar de madrugada. Todos gritaron. Mari-sela pens lo peor. Los asesinos los habanido a buscar hasta ah?, Cmo haban encon-trado el refugio? El miedo la paraliz en sucama. De pronto reconoci las voces de lospolicas que los cuidaban. Ellos mismos ha-ban disparado por equivocacin.

    Los Reyes Salazar entendieron el acci-dente como ultimtum y firmaron una cartaen la que liberaron al GDF de cualquier res-ponsabilidad de brindarles seguridad espe-cial.

    El subsecretario de gobierno en GDF,Juan Jos Garca, fue el encargado de los tr-mites de la familia Reyes Salazar. l aceptaque las condiciones en las que las que vi-vieron durante seis meses no fueron las p-timas. Pero se encoge de hombros cuando sele pregunta por qu fueron mal alimentados.

    Todo lo improvisamos -dice- No hay re-cursos destinados a esas labores. Mxico, el pasde las improvisaciones, est lleno de pendien-tes. Desde julio del 2011, Felipe Caldern firmel acuerdo por el que se establecan las basesde proteccin de defensoras y defensores de losderechos humanos, pero an no se tienen re-cursos ni normativas para su aplicacin. Siguenpendientes junto con la Ley de Proteccin a Vc-timas, que Caldern vet luego de las ltimaselecciones presidenciales. Pendientes como lacifra oficial de muertos, que se estiman en msde 100 mil. Pendientes como saber cuntos des-aparecidos hay, aunque hay quienes dicen quepueden ser ms de 300 mil. El gobierno dice queson 27 mil, pero no muestra estadsticas. Pen-dientes como conocer cuntos son los despla-zados, que podran ser ms de un milln. Pen-dientes como la justicia para miles de activistasque como Olga, ya no quieren impunidad.

    El ahora presidente, Enrique Pea Nieto yacumpli su promesa de promover la ley vetadapor Caldern, sin embargo falta normar variosprotocolos para su operacin. Los familiares delas vctimas esperan que cumpla sus promesas.

    Estados Unidos

    Para los hermanos de Olga no ha sido nadafcil esperar el asilo en Estados Unidos. Quienesaguardan una respuesta de asilo poltico no tie-nen permiso de trabajar, ni reciben apoyos eco-nmicos de parte del gobierno. Sal Reyes diceque tena que esperar a que fuera de noche parasalir, a escondidas, a ejercer el nico oficio queha practicado en su vida: ser panadero.

    La respuesta positiva lleg para Sal. Perosegn ha declarado el abogado Carlos Spencer,quien representa decenas de casos de ciudada-nos mexicanos que tambin han solicitado asi-

    lo a ese pas, (como la activista Cipriana Juradoo la ex secretaria de seguridad de Praxedis, Chi-huahua, Marisol Valles) an hay varios ReyesSalazar que esperan respuesta 20 para ser exax-tos. Se venci el permiso de trabajo de variosintegrantes de la familia sin que obtuvieranrespuestas de sus demandas de asilo hasta elmomento.

    Olga ya est repuesta de la influenza y tie-ne el corazn y los pulmones restablecidos. Larealidad es que Olga es una mujer fuerte. Y nolo es por su cuerpo firme a los 43 aos, ni por sumirada incisiva, ni por sus pupilas vibrantesque tambin se reconocen en su mam; no loes porque habla golpeado y chillando la esescomo slo los shihuahuenses lo saben hacer;tampoco porque re en medio de sus penas; niporque abraza con mucha intensidad; ni por-que se atreve a leer las exigencias de miles devctimas hartas de la violencia, y en medio de

    una multitud de 65 mil personas en el Zcalode la Ciudad de Mxico, aunque a ella le dmucho nervio eso de hablar en pblico.

    Olga Reyes es fuerte porque quiere serfuerte.

    Muchos de los familiares de vctimas pier-den su patrimonio en la bsqueda de justicia.Su dolor puede ser tan voraz que les come todala vida, pero algunos deciden enfrentarlo y po-nerle un freno.

    Olga, por ejemplo, decidi seguir luchandopor su familia.

    Ahora me toca a m dijo cuando losdems Reyes Salazar tuvieron que permane-cer en el refugio. No quiso dejar sus denuncias.Hizo una huelga de hambre, junto con otrosnueve padres con hijos desaparecidos, paraexigir la operacin de la Unidad Especializadapara la bsqueda de personas desaparecidas.Aunque lograron que el procurador Murillo

    Karam anunciara su inicio, lo cierto es que launidad an no tiene un lugar especfico de ope-raciones, ni sus integrantes han sido completa-mente designados.

    A veces Olga duda sobre dejar la protesta.No sabe si debi dejar esa huelga de hambre ono. Duda sobre si conseguir justicia. Duda so-bre si llegarn respuestas. Pero la duda siempredeja espacio para la fe. Mams de Jurez llega-ron a hacer un plantn enfrente de la Segobpara exigir explicaciones por la falta de resul-tados en sus investigaciones. Olga va a verlas.Parece que sus dudas no le ganan a sus ganasde luchar.

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    Aqu recibimos sus crnicas,

    comentarios y quejas.

    Pesealafalta

    deespaciosadecuado

    s

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    Desde la Calle Rojo

    EL ESPRITU DE LA LUCHA

    ANDRS PREZ SUSTAITA

    Narrador de Lucha Libre.

    [email protected]

    La Reynera

    Del 4 al 10 de agosto de 2013Monterrey, N.L.

    Ser independiente es difcil. Re-nuncias a las comodidades detu hogar para enfrentar la vida soloy de paso, dejar descansar a tus papsdespus de haberte mantenido desdesiempre. Hasta hace un par de aos,desde que nac, estuve en la mismacasa, colonia y ciudad. Mudarme porprimera vez fue un gran reto. No sabavon que obstculos me enfrentara,como sobrevivir a los peligros constan-tes, convivir con personas ajenas a mifamilia, ahorrar para la renta y los servi-cios, comprar comida, y aparte, guardarpara las cheves del n de semana. En eltranscurso he pasado desde la casa demi familia a tres departamentos en dis-tintos sectores. El actual se ubica en elCentro de Monterrey. Un departamen-to que luce su magia a travs de su an-tigedad, cerca de la Casa de Aramberri,donde cuenta la leyenda, mataron auna seora y a su hija sin saber por qu.Al igual que en Ciudad Jurez donde

    varios miembros de la familia Reyes-Salazar fueron asesinados sin motivoaparente. Recuerdo que cuando estabapequea entr a ver el lugar del crimende la calle Aramberri. El techo estabacado, haba ramas y hojas secas portodas partes. Las paredes estaban corro-das despus de dcadas de abandono.Ahora, el domicilio est protegido. Viviren el Centro tiene su misticismo. Es unsitio que alberga muchas historias, unade ellas es la de La Bodega, un foro don-de el teatro independiente lucha porsobresalir ante las adversidades que sepresentan. No obstante, el Centro no esel nico en alojar relatos. En Santiago,Nuevo Len los osos arriesgan su vidaal bajar constantemente del cerro enbusca de agua. No cabe duda de que enesta vida, no hay lugar para el miedo.

    AV

    en la ciudad sigue habiendo

    cuando menos 5 foros en losque se puede apreciar teatroindependiente en Monterrey.

    Por El Barrio Antiguo han

    desfilado muchos artis-

    tas en busca del sustento diario y

    el afn de sobrevivir y trascender.

    Muchos han hecho su carrera en los

    llamados antros, palabra que per-

    di su fuerte carga peyorativa con

    el tiempo. Uno de esos antros fue El

    Zarand ero , cuyo domicilio exacto

    se pierde en la memoria, aunque si

    recuerdo que era cercano al peridi-

    co La Razn. En ese antiguo casern

    que todava evoca, o ms bien nos

    hace viajar en el tiempo hasta la po-

    ca colonial a travs de edificaciones

    de sillar con tradicionales fachadas,

    calles empedradas bajo la luz mer-

    curial mortecina, gruesas vigas bajo

    un techo muy alto; cubri su tempo-

    rada el baladista Ricky Linares a me-

    diados del ao 2006. Ah mismo fes-tej su aniversario y en esa ocasin

    se present un DVD a manera de

    currculum que buscaba mostrar sus

    diferentes facetas: primero fue Ri-

    cardo Jos, La Voz Joven de Mxico ,

    despus Ricardo Santos y finalmen-

    te Ricky Linares. Durante el festejo,

    fue sorpresiva la visita del tambin

    cantante Marco Antonio Vzquez.

    Por ese entonces, Ricardo rondaba

    ya los 45 aos y andaba muy din-

    mico visitando algunos programas

    de radio y televisin, en esa cons-tante bsqueda de vigencia, caracte-

    rstica de quienes se mueven en la

    farndula. La bsqueda tuvo tintes

    casi dramticos, como el periodo

    en que se mir al artista anuncian-

    do las ofertas en uno de esos mer-

    cados conocidos como pulgas.

    Aunque no tena nada que ver con

    el programa radiofnico de Lucha

    Libre, Ricardo asisti a una entre-

    vista radiofnica que aprovech

    para confesar su otra pasin: el

    gusto por el deporte del costalazo;mencion su amistad con diversas

    estrellas del pancracio y hasta rela-

    t la experiencia sobrenatural ocu-

    rrida en su hogar de Villa Jurez,

    mientras charlaba con un hermano

    del difunto luchador El Sanguina-

    rio. Ricardo cont la aparicin en

    el patio de su casa de un monito

    luchador pintado como Mscara

    Sagrada. Aqu vale recordar la l-

    tima etapa del Sanguinario bajo el

    mote de Mscara Maligna, como

    tambin conviene aclarar que en

    casa de Ricardo no haba nios, sino

    que slo habitaban l y su esposa.

    Ricardo Santos dijo ser El espritu de

    la lucha; en sus aos mozos entren

    luchas bajo las rdenes del Moritas

    Ral Reyes en la capital de la Re-

    pblica. Y asegur que jams haba

    luchado, la duda se qued siempre

    en el aire. Eso s, algunas veces opt

    por cantar escondido bajo una ca-

    pucha, emulando a otros como La

    Sombra de Javier Sols, El Charro

    del Misterio y algunos otros pe-

    culiares cantantes-enmascarados.

    Cada cabeza es un mundo y uno no

    se explica el aguante de quienes sededican a cantar; le ponen tantas ga-

    nas y sin embargo, la fama y el xi-

    to tardan en llegar o nunca llegan.

    El flagelo de la inseguridad no tard

    mucho en manifestarse. No se supo

    cundo ni cmo, mucho menos por

    qu, pero la cuestin es que un da

    encontraron el hogar de Ricardo

    en completo desorden y jams se

    supo el paradero de l y su esposa.

    Una historia de tantas otras sin

    desenlace, donde las personas des-

    aparecen como por arte de magia ynadie sabe nada, porque las autori-

    dades se van acostumbrando y no-

    sotros tambin.

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    _Asistente

    Elisa Badillo

    _ColumnistaAndrs Prez Sustaita

    _DistribucinSergio Ramos

    _ConsejerosAndrs Ramrez

    Celso Jos GarzaGuillermo Osorno

    Julio V. Chang

    JUAN PABLO LIN MONTEMAYOR08/10/75 - 22/07/13

    EL OBRERO QUE CANTABA SONORASPOR CARACOL COLUNGA

    _Obituario Del 4 al 10 de agosto de 2013Monterrey, N.L.

    La maana del sbado 20 de julio de 2013,Juan Pablo Lin Montemayor despert demuy buen humor. Record que ms tarde habraesta con la familia de su esposa Vernica y se sin -ti an mejor. La esta sera en una quinta dondehabra alberca, todo un regalo en el verano de Mon-terrey y sus 38 grados de temperatura.

    Pablo, Vernica y la hija de ambos, Tabatha, seenlaron a la quinta. Ni siquiera los reportes de pro-bable lluvia hicieron que su alegra se disolviera. Enel lugar estaba toda la familia de Vernica jugandobaraja y lotera. Pablo se sinti con suerte y entr alas partidas. Concentr su atencin en la tabla.

    Corre y se va corriendo! El msico, el corazn,la dama, el valiente, el paraguas...

    -No s t, pero estas carnes se van a meter a laalberca.

    Con esas palabras apareci su esposa en el jue-go. As se hablaban entre los dos. A pesar de los 16aos que llevaban casados, bromeaban, se hacanguios, se molestaban, rean como novios adoles-centes. Vernica no supo en qu momento Pablo sefue corriendo, pero cuando ella lleg a la alberca, lya estaba all. Nadaron un rato hasta que la lluvialos interrumpi. Las nubes gordas y grises crujieronsoltando una andanada de agua: los truenos asus-

    taron a Tabatha, pero su padre la abraz como solahacerlo. Pasaron el resto de la tarde bailando.

    ***

    Juan Pablo Lin Montemayor naci el ocho deoctubre de 1975 en Monterrey, Nuevo Len. Sus padresfueron Pablo Lin y Beatriz Montemayor. Se cas conVernica Garza Tamez y concibieron a Tabatha LinGarza, quien ahora tiene 14 aos. Muri el 22 de julio de2013, en un accidente de la planta siderrgica Ternium.

    Su esposa lo llamaba Mi bicho por grandote, pelu-do y hermoso, el resto de las personas le decan El bichode Vernica. Ambos se conocieron en el Colegio nacio-nal de educacin profesional tcnica (Conalep), dondeestudiaron; a Vernica le caa mal Pablo porque solabromear con todo y durante los aos de escuela evit sucompaa, pero tres aos despus de graduarse se lo en-

    contr de nuevo. No volvieron a separarse.Pablo creci en la ciudad y vivi en San Nicols. Alladquiri aciones que lo acompaaran el resto de suvida: fue un acrrimo seguidor del equipo Tigres; si unsbado transmitan juego de su equipo, vea las repeti-ciones durante el resto de la semana. Vernica a veces lepreguntaba si no se cansaba de ver lo mismo y Pablo, consu clsico humor, le contestaba que si ella no se cansabade ver telenovelas viejas por cable. No slo le gustaba elsoccer por televisin, siempre fue muy deportivo y prac-tic basquetbol, softbol, futbol. Lleg a tener un equipode futbol amateur con sus hermanos, el Club Dinasta 7.

    Tambin le encantaba la msica desde pequeo por-que su padre fue msico de sonoras. Lleg a participar enla Sonora Sper Sultana (cuyas presentaciones eran en elestadio de beisbol) y SonoraMxico. Era natural que le gus-taran las sonoras, la msica nortea, Intocable, Arnulfo Jr. yEmilio Navaira. Sin embargo, su hija entr en la adolescenciay Pablo tuvo que diversificarse ya que la nia le peda que

    le grabara canciones de boys bands como One Directionypopstars como Katy Perry. Vernica cuenta que Pablolleg a traer esa msica en su carro. Se le poda or cantar enel bao, el comedor o la cocina.

    Labor en Ternium en el rea de mantenimiento demaquinaria. Era un trabajador con