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it 1, e rrá Organo de Nuestra Venerable Orden Tercera de Ferrol Dirección y Administración: Colegio de PP. MERCEDARIOS II AÑO II NUM. 16 I NOVIEMBRE 1919 IH iVirg ell de la Merced, intercede por los cautivos del Purgatorio! SUMARIO c--- 1. 1 0 tú, Madre mía! 2. Noviembre, por Fr. P. N. Gaite. 3. San Serapio Martir, por Antonio M. Castro Prieto. 4. ¿Que es un hijo? poe- sia por José Rubí. 5. Paginas Mercedarias «La Señora-. por Julia G. Herreros. 6. A San Serapio, poesía por Fr. Pedro 1. Liñán. 7. S.Raimundo Albert,por Fr. Ameno S. Blanco. 8. Otro Antonio, por Fray Policarpo Gasulla. 9. Al Beato Luis de la Pe- ña, poesía por Matilde Montero. 10. Una Merced de Maria, por Fr. P. N. Gaite. 11. A Ntra. Santísima Ma- dre. poesía por J. Rubí. 12. La hermana de la Cari- ridad, por José Rivero Montero. 13. Loor y Gloria, por Sa- lustiano Portela Pazos. 14, En la conmemoración de todos los fieles di- funtos, por Marcos Vázquez. 15. Bibliografía, por Fray Luis Barros. 16. Necrología. 17. Noticias.— Ferrol, Es- paña, Extranjero.

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it 1, e rráOrgano de Nuestra Venerable Orden Tercera de Ferrol

Dirección y Administración: Colegio de PP. MERCEDARIOS

II

AÑO II NUM. 16 INOVIEMBRE 1919 IH

iVirg ell de la Merced, intercede por los cautivos del Purgatorio!

SUMARIOc---

1. 1 0 tú, Madre mía!2. Noviembre, por Fr. P.

N. Gaite.3. San Serapio Martir, por

Antonio M. CastroPrieto.

4. ¿Que es un hijo? poe-sia por José Rubí.

5. Paginas Mercedarias«La Señora-. por JuliaG. Herreros.

6. A San Serapio, poesíapor Fr. Pedro 1. Liñán.

7. S.Raimundo Albert,porFr. Ameno S. Blanco.

8. Otro Antonio, por FrayPolicarpo Gasulla.

9. Al Beato Luis de la Pe-ña, poesía por MatildeMontero.

10. Una Merced de Maria,por Fr. P. N. Gaite.

11. A Ntra. Santísima Ma-dre. poesía por J. Rubí.

12. La hermana de la Cari-ridad, por José RiveroMontero.

13. Loor y Gloria, por Sa-lustiano Portela Pazos.

14, En la conmemoraciónde todos los fieles di-funtos, por MarcosVázquez.

15. Bibliografía, por FrayLuis Barros.

16. Necrología.17. Noticias.— Ferrol, Es-

paña, Extranjero.

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e :-.7¡Oh tú, Madre mía, blanca Redentora de toda cautividad, E.

üamorosa y tierna consoladora en toda aflicción y labor! apiádate

de las infelices prisioneras, para las que pasó ledo tiempo, me- .E:

1nos el de la " purificación.. :.....5.Eres omnipotente_ por participación; eres, entre las criaturas,

z E...la cumbre de la perfección; no se diga de tí que eres el único .•,

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bien que no se comunica dejando que giman sin esperanza de O 5.

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3pronto consuelolaS almas, 'que sólo esperan ver rotas sus cacle- a

mis. , para aumentar loS coros de bienaventuradOs, de los que 1 w 1.-:..li

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eres reina feliz. P.

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3

Si tuviese: pinceles que reprodujeran las imágenes que l a 1 z g<1 11.T.)imaginación . tan claras: me . pinta, la Virgen de la Merced apare-o aw

cenia rompiendo las cadenas de un infeliz esclavo que a su iz- .=.)

1-..quierda estaría, en actitud suplicante, y a su derecha un alma del e

4

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purgatorio saldría feliz de las llamas purificadoras cogida a la Er 4 .A z

mano de Ntra. Sma. Madre; ¡serán menos dignas de piedad,. las P.' < EA • Eesposas del cordero que claman angustiadas desde aquellas maz-

morras por piadosos sufragios, .que los infelices esclavos del zz 1--= lj,2Muslin? Si, pues, María, apenas sintió los gemidos de aquellosw acautivos acudió en su auxilio, ¡no acudirá, con la misma pronti-• :7.

tud en socorro de las almas que la justicia divina tiene detenida s e ,--,.,c

mlpenando para purificarse? Así lo hemos de creer fundadamente;

mientras, pues, somos viadores no cesemos de clamar nosotras: w- :-....._,

O Redemptrix captivorum, ora pro eis. , -,

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000 -- • -1F_.

1\1— CYV 1 .1\il 19 :R., z

Suelen los grandes de la tierra exponer en las amplias gale-rías de sus palacios los retratos de sus antepasados, no sólo comotimbre de gloria, sino que también como libro 'donde poder:est u

-diar prácticamente los caminos del honor que a la gloria con-ducen.

5..-

111111111111111 E--.

Ijul

184 185

Nuestra amadísima Orden, jalona el año con el recuerdo desus héroes y para los innominados, para aquellos que sin quesepamos su nombre, «siguen al Manso y Humilde a donde quiergque vaya», celebra el día 13 una solemnidad especial.

En ese día canta a los que precediéndonos en la fecha, ardesque nosotros conquistaron el premio. Esta es la fiesta de nuestrohogar, donde los corazones se regocijan, se ilumina la mente Yse templa la voluntad: porque en ella se renuevan el mutuo amorde todos los que vestimos la misma librea, y más aún, -desde queen las vísperas de esta solemnidad oigo entre el repique alegrede nuestras campanas, sostenida por el majestuoso órgano 61

canto de la antífona «Vidi turbam magnam» invisibles e incorl)reos llegan bajados de los cielos aquellos hermanos queridos, qu e

Vestidos con nuestro mismo hábito de pureza, haciendo nuestrd

mismos Votos y cumpliendo nuestra misma Regla y Constitucicnes, confesaron a Cristo y con la púrpura de.sus venas y dand°

la vida enrojecieron los arenales de Africa y las hermosas tierrdasiáticas, iluminaron las selvas vírgenes de América con'fulgurciones de: sangre y de luz, y tornaron rojas las ondas de losres que se recuestan en nuestras playas Levantinas.

Capitaneados por el Gran Nolasco, «el hijo predilecto de

Virgen», avanza la hueste bizarra de misioneros y mártires higamerables, conquistadores de mundos para Dios y la civilizad&y los siguen la pléyade gloriosa de Confesores y Doctores, y elCoro de las que ceñidas sus sienes con . azucenas de pureza, fueronvírgenes inocentísimas, que a través de los siglos embalsama n elambiente purísimo de la Orden Mercedaria.

II

Las dos notas alternativas del corazón, son la tristeza y ' 3alegría; jamás se puede tocar al corazón, sin que salgan d e • éllágrimas; la naturaleza está llena en 'el fondo de tristeza, y cual,do la agita hace subirnubes a nuestros ojos. Las lágrimas sol)el tierno idioma del amor, de ese sentimiento, poesía re1ig03del dolor concentrado y-silencioso.

Cuando se trata de recorrer esas sendas, mi madre, la glori°-sa Orden de la Merced, que nació del beso de dos amorosos sus-piros; el amor suplicante .de (' ede Nolasco y el vigilante y protector -María, no podía permanecer muda, y por eso si el día 13 canta alos que triunfaron, el 16 con gemidos de madre pide oracioneepor los hijos de su amor que expían en la cárcel del Purgator1°'Ella, que nació para romper cadenas ¿cómo no ha de oir los 13-

a

CC

I

184

Illentos de los que cubiertos con su hábito de pureza, claman des-de las profundas mazmorras:

Romped, romped mis cadenasalcanzadnos libertad?...

I I I

Sabia, con la sabiduría de la Cruz, nuestra amadísima Madre,PGu e entre estas dos fechas un nombre glorioso: San Serapio,lifärti)-«31acabeo de la nueva ley» como le llamó el impío Voltaire,stl vida fué la Cruz: se apoyó primero en la cruz de la espada del

cruzado ejército, y después en las aspas del patíbulo, que hizoglorioso nuestro adorable Redentor.

¿Queremos como S. Serapio triunfar? Amemos la Cruz, ycUando a nosotros llegue, «la aflicción, la angustia, el hambre, elPeligro y la persecución», digámosle como nuestro glorioso mártir:((salve, Cruz preciosa, que recibiste tu hermosura de Cristo Nuestroe01.

de los hombres y lldvame a mi Maestro, para que23°P ti me reciba el que por ti me redimió.»

FR. P. N. GA ITE .

oCo

San Serapio, Mártir Mercedario(14 DE NOVIEMBRE)

b . nay nombres proféticos. Este del glorioso atleta del albo há-lt° es uno. Adán, que tenía el conocimiento de la esencia de48 Cosas, no le pondría otro.

Dice Santo Tomás que la piedad o devoción es lo mismo queción a Dios. ¿Cómo demuestra el hombre su afición a Dios?

cual fiel lebrel, los pasos de su Señor, que no son(‘' 'ros que los de la cruz: el que quiera venir en pos de mt, tome su-Pliz Y síganle.

Esta es la característica de San Serapio: ser pío, o devoto decruz ; devoto de la cruz en su niñez, devoto de la cruz en su

","•\'elltud, devoto de la cruz en la virilidad, y siempre devoto de lalz COn esa tenacidad propia de la raza anglo sajona, que noOla y no se remonta rápidamente'; pero que, por eso mismo,

32

187

SAN SERAPIO MÁRTIR

.va con seguridad a las altas cumbres (lel éxito, sin que pruebe,apenas, las grandes caidas. No era aviador y si alpinista.

Ocúrreseme una advertencia. En los santos está mal hablarde juventud, pues la virtud es viril, que en poco- tiempo hace vi-vir muchos años, es decir, multiplica la vida.'

Cuando a San Serapio le buscaban los compañeros de su ni'fiez, encontrábanle en su único juego; que siempre era de mor a

-ficaciones;' cuando le salían al paso las ilusiones de la juventudabundante' de recursos, ya el traspasara las fronteras de su patriapara cruz'arse como reconquistador de la patria de su devoción , desu amor; cuando ya .en la Palestina no encontró cnn, a Espaija sevino corno cirineo de l'os valientes cruzados hispanos y, por últi'mo, pareciéndole ligero el yugo, imptisose el pesadísimo de ve°'derse corno rescate de sus hermanos y por esa constante refala"Cia,Ción subió, subió.'.. "hasta las altas cumbres del martirio, de

de donde se divisan los máS bellos panoramas de los collados-eternos.

II

Herédanse, aún más que las riquezas, que estin sujetas alcontinuo voltear de la rueda de la fortuna, la fortaleza de la coustitución de los progenitores o sus achaques.

Los padres espirituales, fortaleza o debilidad espiritual han d°comunicara sus hijos, que >cada cosa engendra su semejante.

Dícese que la benemérita Compañía de Jesús heredó de .stiprimer general y fundador el espíritu de militar disciplina; deLainez, su segundo Superior, sus cualidades (le fina diplomacia,y de Borja, que inmediatamente los sucedió, la santidad, tan Viril

y española, tan de honda raigambre y recia fibra.La primogenitora de la angélica Orden de la 'Merced, Marl3'

dióle la albura de su vida, por algo la Vistió de blanco; S. Pedr°Nolasco, Vice-Fundador, su abrasado amor al prójimo; San Ra"món, primicia que Ofreció a Dios, sus eucarísticos fervores; Sall,Pedro Pascual su primer y doctor, el amor tierno e ilustrado aglorias de Maria; ¿,y esa constante afición a la Cruz? Huelga 13

pregunta. desde que se lee la vida de S. Serapio.

ANTONIO M. CASTRO PRIETO

Cofrade de la Merced.

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14 DE NOVIEMBRE

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¿QUÉ ES UN MIJO?

Es entreabrir el alma a una floridaprimavera de ensueños y desvelos,es redoblar mil veces los anhelos,es dar vigor a un ansia indefinida.

-Es recobrar una ilusión perdida,es vislumbrar la gloria de los cielos,es engarzar las penas en consuelosy fundirlas al fuego de la Vida.

Es un lazo de Amor que, enlaza .•,,.lo que fué, lo que viene y lo presentes un grito vibrante de la Raza.

Es postrarse a los pies de un Crucifijo..y exclamar convencido y penitente:¡Ya hay un Cristiano más!: Eso . es un hijo.

Josf% RUBÍ

Terciario de la Merced.

000

LA SEÑCDRACorría el año de gracia de 1430 y era una hermosa mañana

de otoño. Una linda joven, pero pálida y triste, contemplaba des-de una pequeña eminencia la espléndida lejanía del mar, •cuyaazulada superficie se rizaba blandamente formando sutilísimosencajes que una mano gigantesca hacía extenderse coquetona-mente sobre la dorada arena, como una »ven- extiende las ondasde su mantilla sobre la seda de un rico vestido; gran animaciónse notaba en el muelle mientras una gran galera se aprestaba amarchar en breve; allá en el horizonte, semejante a blanca gavio-ta, se divisaban las velas de una embarcación que se apresuraba aacercarse al puerto... La joven de que nos ocupamos contempla-ba, ora aquel punto lejano que iba. agrandándose, ora la . .granbarcaza que preparaba sus jarcias y velas; suspiros comprimidoshinchaban su pecho y en vano procuraba contener las lágrimasque a sus hermosos ojos acudían.

Un paso ligero que sonó tras ella;la hizo extremecer, y vol-

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viéndose vivamente se encontró con otra joven, una niña aun,Pues tendría un par de años menos que ella.

— ¡Siempre llorando, Margarita! dijo la jovencita cuyo rostrode rosadas tiritas parecía resplandecer con una luz interior. Yaves: yo debía llorar más que tú y sin embargo sonrío.

--Tú eres muy niña, &dalia, do conoces el dolor... -—Tengo quince años; dijo ésta un poco picada en su amor pro-

Dio: y en cuanto a conocer el dolor.., mira.., a tí tal vez te traela dicha esa galera que se ve en lontananza; a mí me lleva la míaesta que se apresta a marchar...

—¡La tuya sólo? dijo Margarita con tono de vivo reproche; Mi-guel es tu único hermano, es verdad, pero bien sabes lo que esPara mí... y esa galera que viene, trae según dicen 'ruchos cau-tivos redimidos por los Padres de la Merced Fr. Juan Jover yPr. Pedro Escriba, pero mi padre no vendrá entre ellos, estoysegura. •

—¡Por qué?—Porque los Frailes del, habito blanco habrán rescatado a

aquellos que conocían, que frecuentaban su iglesia y mi padre...Ya sabes que no les amaba.

Y sin poder contener un sollozo desgarrador, Margarita, co-giendo convulsivamente el brazo de su joven amiga, di;o muy ba-jito a su oido con voz erile destrozaba su pobre corazón:

—No temes, tú como yo, que mi pobre padre... tanto tiempoPrisionero en Túnez, haya cedido a las amenazas... el 'gire notiene esa fe que tú me has comunicado... ¡no temes tú... que hayaaPostatado?

'Y la pobre joven retorcía sus manos con angustia.. —No; no lo temo; dijo Eulalia con dulce firmeza superior a su

edad; ¡cómo quieres tú que la señora desoiga mi súplica • diaria?.Señora! dijo pensativa Margarita.

Si; tú sabes que desde qua recibí la primera Comunión de/llanos del Padre Jover hice mi consagración a esa hermosísima

•Sefiora que corona el altar de su Convento de la Merced, soy suSierva , ella es Ini Señora y como a tal la cuento mis penas y ale-Pías, la pido en mis necesidades, y la obsequio diariamente conx.la flor más linda de mi jardín.., pues bien, a la madre de lawierced, a la Señora, como yo la llamo, pido diariamente que tu ••Padre vuelva, que mi' hermano no se vaya. .

Margarita movió tristemente la cabeza suspirando. ;Pobreilifla! Si tu hermano no marchara sería un verdadero milagro; yasabes . que tu hermano marcha con el objeto de alejarse de mí, yaque nuestra unión es imposible.

191

....911••112.1.1me

-y por qué ha de ser imposible? dijo Eulalia con tristeza.¿No sois iguales en nacimiento, en fortuna?...

—Pero no en ideas; tus padres son fervientes católicos: elmío... Dios quiera que aun conserve el nombre de cristiano...

—¿Y es tuya la culpa?—No; pero tendré que sufrir las consecuencias.., pero vamos,

vamos, Eulalia... mira que cerca está ya la galera que apenas seveía y . corno ondea en su mástil la blanca bandera con el escudode la Merced... vaMos.., vamos al embarcadero.., mira comoacude la gente..

Y las dos jóvenes cogidas de las manos echaron a correr, mien-tras Eulalia decía en lo íntimo de su corazón: ¡Madre mía de laMerced, que venga el padre de Margarita! ¡Reina y Señora mía,que Miguel no se vaya!

¡Qué hermoso, qué grandioso espectáculo presentaba la orilladel mar: centenares de familias acudían con la ansiedad en• Cl

alma y el alma en los ojos esperando ver entre la apiñada multi-tud, que llena el puente de . la galera, quien al esposo, quien alpadre, quien a los hijos de su corazón: los que aparejaban la bar-caza habían dejado su faena contemplando ansiosamente a los quellegaban... entre ellos un apuesto mancebo de rostro varonil,pero marcado con profundo sello de tristeza, permanecía apartado,y al ver aparecer a Margarita y Eulalia, cerró por un momentolos ojos como quien rehuye una visión temida.

Varios botes se destacaron de la galera que se balanceaba ma-jestuosamente mecida por las olas y centenares de manos batie-ron al aire los pañuelos, más gritos se cruzaron en el espaciomientras los botes a fuerza de remos avanzaban hasta la orilla.

Imposible sería describir las escenas que tuvieron lugar aldesembarcar los cautivos redimidos .por los heroicos hijos de laMerced, aquellos rostros demacrados en los que se leía toda unaodisea de horribles torturas parecían transfigurarse 'al verse en elsuelo bendito de la patria, entre los brazos de los seres amadosde su alma y palabras (le cariño, frases de júbilo, bendiciones a laOrden Mercedaria y a sus valientes hijos se cruzaban sin cesarentre el rumor de los besos y los sollozos de alegría.

De pronto Eulalia lanzó un grito mientras Margarita se poníatan pálida, que Miguel, dejando su actitud de estatua, dió un pasohacia ella.

Sostenido por un religioso Mercedario a cuyo paso la gente

lante acababa de desembarcar dirigiendo una mirada ansiosa adoblaba la frente con veneración, un anciano demacrado y 'vaci-

SU alrededor.Margarita se lanzó a él exclamando con un acento indes-

criptible:—¡Padre mío!.Y cayó a sus pies, llevando a sus . labios el blanco escapulario

del Hijo de la Merced.—alija. de mi alma! dijo el anciano con voz conmovida que

más parecían sollozos articulados penosamente... ¡Ah! ¡qué bue-no es Dios!

Fue la única frase que pudo pronunciar, pero ella bastó paraque un murmullo de asombro sonara en torno suyo.

—¡Hernán Pérez alabando a Dios! dijo una mujer al oido de

1S u vecina... ¡los moros le han convertido!• —Di más bien que esos dos Santos que le han rescatado.

Hernán Pérez pareció darse cuenta del asombro que producíaSU cristiana actitud, pues apoyAndose en el brazo de su hija en-derezó su alta talla encorwda por las penalidades.

—Queridos convecinos, dijo; al entrar en mi amada patria debohacer esta declaración: el cautiverio ha sido un medio de queDios se ha .valido para hacerme ver mi ceguera y arrepentirmede ella: en la prosperidad yo alardeaba de no practicar la religión;mi alma era cautiva del demonio y mis malas pasiones reseña deella, los sacerdotes tenían cerrada mi puerta y no podían llegarhasta mí: en la prisión los hijos de María de la Merced han po-dido acercarse a mi mazmorra.., ellos han ofrecido su oro pormi rescate y si éste no era suficiente, su propia vida.., su liber-tad... Fr. Pedro Escribá y Fr. Juan Jover arrancando mi cuerpo.del poder de los mahometanos rompieron las cadenas de mi es-píritu y llegaron a tiempo. ¡Vive Dios! pues la idea de pasarmeal moro me ocurrió más de una vez, pero el recuerdo de mi hija.me detuvo y ya estaba casi resuelto a ello cuando. esos dos San-tos llegaron a mí...

—¿Y no regresan ni Fr. Juan ni Fr. Pedro? preguntó una voz.Dos lágrimas corrieron por las mejillas de Hernán Pérez.

C uando regresábamos, nuestra galera . fue apresada por los pira-tas.., dijo con voz sorda.., yo me arrojé al agua dispuesto a 1:no-/ir antes que volver a la esclavitud, encontré un madero que la s .Olas arrastraban y a él me agarré luchando desesperado... no sécuanto tiempo duró esta agonía... hasta que me encontró estagalera que también conducía Padres Redentores y me salvó peroJuan Jover y Pedro Escribá es probable que estén en el cielo...oremos por ellos.

U.

192 19

Un silencio solemne se hizo entre la muchedumbre; las fren-tes se inclinaron y los labios se movieron en fervorosa plegaria,terminada la cual un anciano se destacó de un grupo y acercán-dose a Hernán Pérez, le puso una mano en el hombro, mientrasdecía:

—Amigo Hernán... ahora que te oigo hablar como todo cris-tiano debe hacerlo, te pido un favor... ¿no lo negarás?

El redimido miró a su interlocutor con asombro, Margaritase puso encendida, Miguel palideció... mientras Eulalia juntabasus manos abriendo mucho sus hermosos ojos..

—¿Qué quieres de mí? dijo Hernán. •—Tu mano y tu amistad, y si me lo concedes, la dicha de mi

hijo Miguel... que iba a embarcarse para olvidar su amor por lahija de un hombre que hacía alarde de no creer en Dios.

Hernán . Pérez tendió su mano estrechando fuertemente aque-lla noble mano qve se le tendió y luego abriendo los brazos:

—¡Miguel... hijo mío! exclamó. Yo te bendigo; bendigamosjuntos al Señor que tanta misericordia usa con nosotros.

Y a la Seiiora que con tanto amor ha escuchado mi ruego,dijo Eulalia palmoteando. ¿Ves Margarita como tu padre vino yMiguel no se va?... ¿Ves qué buena es nuestra Madre y Señora...vamos, vamos todos juntos a darla gracias. •

'Y Hernán Pérez apoyado en su hija y Miguel, cuyo rostro res-plandecía, seguidos de Eulalia que colmaba a su padre de alegrescaricias, se dirigieron al templo de la Merced a dar gracias .anteel altar de la dulce y Soberana Redentora de Cautivos.

JULIA G. HERREROSTerciaria de la Merced.

000A SAN SERAPIO

Mártir, por Dios elegidopara romper las cadenas,y endulzar las crueles penasdel cautivo en su prisión;y dar a todos los hombresque en ti ponen su confianza,luz, medicina, esperanza .y la paz del corazón.

194

Las vedades de la fe,que el incrédulo rechazay el cristiano humilde abrazacon sincera sumisión;iluminaron tu vidacomo faro de luz puraque sobre el alma fulgurarayos de celeste unción.

La tierra que vió bajardel cielo al Verbo Encarnado,y morir por el pecadodel hombre y su redención;fué testigo del valorque, desplegaba tu celopor llevar almas al cielo,cumpliendo así tu misión. -

No quiso Dios que en la guerrade Palestina murieras,sino que. en Austria vivierasen una estrecha prisión;y fuese allí tu consueloel recuerdo de la Cruzen que murió el buen Jesús,para darnos redención.

Las mil vanidades locasque el mundo brinda engañosodespreciaste generosocual lazos de perdición;y enfrenaste tus sentidoscon varonil fortaleza, •

por conservar la purezade tu cuerpo y corazón.

Adornaron tu alma santael celo y la penitencia,la humildad y la pacienciay la ferviente oración;y brillaron en tu frentelas llamas de aquel amor,que dió por ley el Señora su santa religión.

Los lamentos del cautivoque, Cargado de cadenas,padecía atroces penasen horrosa prisión;

195

San Raimundo Albert(18 DE NOVIEMBRE)

Piló sin duda uno de los juristas más eminentes del siglocatorce, en decir de los historiadores. Descendiente de la noblefamilia de los Condes de Rosellón, sacrificó el rango, las rique-zas y todo cuanto podía lisonjearle, a la resolución de ser única-mente de Dios, abrazando la Orden de la Merced, de la que esuna de sus más legítimas glorias.

El ejemplo del ilustre joven que a los veintiún afíoS recibierael lauro de Doctor de la Universidad de París, -no tardó en arras-trar a muchos de sus compatriotas a la pacífica vida del claustro.Su espíritu de justicia y suavidad se derivaba del de San PedroNolasco, y como el Bienaventurado Pedro Ameno, su predecesor,de cuyas manos había recibido el blanco hábito, abrigaba lasmismas ideas sobre el estudio y la contemplación.

Humilde y piadoso, obediente y desprendido, silencioso y cas-tisimo, el sabio sacerdote reflejaba en todo la vida de los Santos.Sus palabras elocuentes y llenas de amor divino hallaban ecoCn sus oyentes, y en diferentes embajadas que hubo de hacer pordiversos paises de Europa y Africa, aun los mismos extranjeros,herían sus pechos llenos de contrición como si la hubiesen oídoen su propio idioma. ¡Cuánto resplandecía en sus actos la efica-cia de la gracia!

Respetado de todos y amado por sus costumbres inmaculadas,tue nombrado Prior general de la Orden, como quien podía pro-digar enseñanzas de 'ciencia y virtudes. Enviado a la redenciónde cautivos, procedió con tanta discreción y prudencia, que los'leyes marroquíes, pasmados de su caridad y diplomacia, envia-ron honoríficos mensajes a los reyes y magnates ensalzando susabiduría, otorgando un magnífico salvoconducto en que brinda-ba su amistad a los Comendadores y Caballeros de la Orden. Ele-vado al supremo Maestrazgo, aumentó su ansia por redimir a loscautivos y convertir a los judíos y a los musulmanes, partiendoa Argel, teatro de innumerables heroicas obras de caridad . y desublime abnegación.

Con su espíritu pacificador compuso las diferencias de losIteyes de Aragón y Francia y fué Embajador de Jaime II ante el11ey Roberto de Nápoles.

El Papa Juan XXII., íntimo amigo suyo, le honró con la

hallaron en tí consueloamor, caridad sublime,.que es bálsamo del que gimeagobiado de aflicción.

Inflamado en celo santo,por librar de infeliz muerte,al pecador cuya suertees la eterna perdiciónla ley de Dios predicabasal sectario del error,por convertirlo al Señory darle la salvación.

Y por llevar al gentil,de la fe la hermosa luzque trajo al mundo la Cruz,enseña de bendición;padeciste cruel martirioen un aspa atormentado,y en mil partes desgarradocual víctima de expiación.

Desde el trono en que ya gozas,radiante de luz y gloria,el premio de la victoriaque alcanzó tu abnegación;pide, Serapio, al Señor,.nos conceda en su servicio,ofrecerle el sacrificiode un amante corazón.

Mira con ojos de amoral enfermo, al desvalido,al pobre y al afligidoque imploran tu protección;y haz que esta tierra infeliz,mansión de dolor y llanto,entone al Señor un cantode amor y de bendición.

Y enciende en las almas todasuna fe viva, constantey un amor perseverantea Cristo y la Religión; •

y haz que, abrazando la Cruz,con noble y ferviente anhelo,recibamos en el cieloel eterno galardón.

FR. PEDRO 1. LIÑÁN.

196197

«Si buscas milagros, mira;Muerte y error desterrados;Miseria y demonio huidos,Leprosos y enfermos sanos.»

Y nunca concluía el responso sin que el. muchachoPreguntas interrumpiendo a su abuela:

—Abuelita, el Pascual está enfermo, porque no leS. Antonio, verdad?Con una inclinación de cabeza contestaba la anciana

Pués continuaba:

hiciese

reza a

y des-

«El mar refrena su iraSe libran encarcelados.»

—Abuelita, ayer tarde el Moreira que está en la cárcel seasoniaba a la ventana; una mujer con un niño, en los brazos loIniraba llorando desde la esquina y el preso le cantaba:

A las rejas de la cárcelNo me vengas a llorar;Ya que no me quitas penasNo me las .vengas a dar.

Pert:Prroirtaq:"

S. Antonio no saca de la cárcel al Moreira?...Por toda contestación un retorcido pellizco de la anciana que

hace resaltarcer al precoz chiquillo, mientras ella sigue im-

-Abuelita, y ¿por qué Antonio el Dapena - no le pide una

Pata a San Antonio?; yo lo he visto que anda con una pata dePalo ; así anda... Antonio anda haciendo el cojo por la cama;"evo pellizco de la anciana, nuevo salto del muchaCho, nuevos,l'ezos, nuevas interrupciones y una hora después Antonio está enla calle dándose de mojicones con otros pequeños fidalgos, mien-tras su abuela sentada en una poltrona hace entusiasmada el pa-negirico de su nieto.

Pero conforme el muchacho crecía en edad y malicia, se en-e',Grvaba el cuerpo de la anciana como si la tierra lo atrajera ha-ela Si. Cierta mañana fué una sirviente y no la -abuela quien secercó al lecho de Antonio; entre ambos se desarrolló este corto

—No quiero que me vistas tú; que- venga mi abuelita.---La abuelita no puede venir, que todavía no se ha le-vantado.

«Miembros y bienes perdidosRecobran mozos y ancianos.»

II

pura, nombrándole Cardenal del título de Santa Prisco. A esteSanto se debe que Zaragoza sea Sede Metrapolina, y el mismo SanRaimundo fué quien le señaló por sufräganeas a las Sedes doPamplona, Calahorra, Huesca y Tarazona.

Amplió las Constituciones de la Orden en las que traza losvastos horizontes del espíritu de los mercedarios, anticipándose alas objeciones modernas, que al leer el encantador prefacio delinmortal Canonista tiuedan pulverizadas.

A las inefables mercedes que recibía del cielo . responde entodo su admirable vida, y su alma absorta en divinas contempla-ciones, traspasó a sus obras inmortales todo cuanto hay de subli-me en las comunicaciones del Espíritu Santo. •

Vivo obró maravillas y aún sus huesos profetizaron en su se-pulcro glorioso e inmortal.

FR. AMERIO S. BLANCO.

e0o

Adl ir ti) NPor el 1550, años más años menos, había en Portugal, entre

otros muchos, un Antonio que a pesar de tener solamente sieteaños, prometía ser más malo que Caín. Hijo de buena familia,era el Benjamín de la casa y por añadidura tenía una abuela quese lo comía a besos y se esmeraba por hacer de él un segundoAntonio de Padua. Cerca de su lecho se desarrollaba cada maña-na una escena conmovedora. Con tardo paso y encorvado talle seacercaba la anciana al borde de la cama, depositaba un beso enla frentezde su dormido nieto y le decía:—Antonio, levántatehijo mío que ya'es tarde; vamos a rezar.

A la cariñosa voz de la anciana despertaba el rapaz, con dosesperezos echaba de sí los restos del sueño, hacia cuatro piruetasen la cama y entre cabriola y cabriola estrechaba el cuello de suabuela, le llenaba la cara de besos y el muy tuno le hacía unadisimulada requisa en los bolsillos por ver si le traía alguna go-losina; pero en este punto la anciana se mostraba inexorable.

--No señor; primero a rezar, póngase de rodillas.Y sentado sobre los talones se persignaba el muchacho y re-

petía los rezos que iba diciendo la anciana; rezos que casi siem-pre comenzaban con aquel consabido:responsorio:

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E7Eir

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Cierta marrana que Antonio entró en una barbería a retocarSU barba, corno de costumbre lo tenía, notó que el barbero seinmutó en su presencia; pero sentándose en la silla del rapabar-bas le entregó el cuello como se -lo 'entrega en idénticas circuns-tancias cualquier hijo de vecino. A poco andar advirtió sin em-bargo Antonio que el rapador tornaba posiciones como para afir-mar sus pies al propio tiempo que le temblaba la mano y palide-cía su rostro. Iluminado Antonio en 'ese momento por una feliz

idea saltó de laIla, agarró al bar-bero por el gaznatehasta sacarle me-dio palmo de len-gua y afirmándolela nuca en la paredle dijo:

—Grandísimobellaco! Me lo ima-gino todo. O mecuentas quien esel que te ha paga-do o aquí mismote mato como a unperro.

Creyéndose des-cubierto el barbe-ro, se arrojó a lospies del cliente, leconfesó que dos desus rivales le ha-bían inducido acometer un cri-

EMINEN -IÍSIMO CARDENAL VICOPQ°T ECTO R DE LA ORDEN, QUE ACTUALMENTE ESTÁ PRESIDIENDO

EL CAPÍTULO GENcRAL EN ROMA men y para com-probar lo que le

decía le entregó las monedas que como adelanto le habían entre-gado por cortarle la cabeza.

Al día siguiente aparecieron dos hidalgos muertos en una es-quina; y aunque al preguntarles como es de usanza el magistra-do de la Justicia que quien los había muerto, ellos no contesta-ron nada, era evidente que habían muerto luchando, pues teníanLis espadas desenvainadas en las manos; el único que algo pedíadeci r sobre el particular, era el barbero, pero tampoco él dijonada por la cuenta que le traía y por lo que hace a Antonio, que

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—Mentira; que venga mi abuelita.—No puede venir porque está muy enferma..A estas palabras levantóse Antonio, vistióse del mejor mod o

que pudo y corrió al lecho de la idolatrada anciana. La pobretaba desfigurada; apenas si conoció a su nieto; un acceso de Vla tenía en las puertas de la eternidad; esa misma tarde saliAntonio a una casa de campo y cuando a los cinco días volviópreguntando por su abuelita, le contestaron que su abuelita es

-taba en el cielo , • •

Quince años después de esa fecha era Antonio un infanzónde pró con el que nadie se atrevía a cruzar la toledana. Agil

como el acróbata, robusto y fornido como un roble, valiente has-ta la temeridad y amigo de cobrar el barato en la región, nadiese atrevía a toser fuerte en su presencia, sobre todo si llevaba latizona en el cinto.

Naturalmente que para conseguir esa supremacía debió deensangrentar muchas veces su espada en la sangre de sus rivales,a varios de los Cuales mandó al otro barrio en peligrosa y encar-nizada lid. Las lágrimas de su buena madre, los consejos y ame-nazas de su padre todo era inútil para retraerlo de-una vida llenade peligros, y muchas veces cuando sus padres creían que Anto-nio estaba tranquilo en su cama, estaba por el contrario repa r

-tiendo tajos y mandobles en una calle o al pie de una- esquina,cantando al compás de su guitarra canciones parecidas a esta:

«Gosto da moza baixinhaDo corpinho delicado,Maos e pés ben pequeninosRosto un pauco arredondado.

Cor de jambe e olhos negrosE cabellos anuelaclosNariz pequena e ben feitaLabios un pouco corados.

As portoguesas soa todasUn typo de perfeizaoTecho a ellas todas dadoMeu fidalgo corazao.

Si su santa abuela hubiese oído estos versos 'cantados por suidolatrado nieto al pie. de una ventana, estimo que. se hubiesemuerto de pena; pero no cabe duda que ella velaba por su nietodesde el cielo.

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también podía decir mucho sobre el suceso, nadie le volvió a verel pelo desde esa noche, ni en su pueblo ni en Portugal.

eL--J teL--)

. Norte claro y sur oscuro, aguacero seguro, dicen los chilenosy tienen razón; pues llueve con fuerza, en el sur sobre todo du'rante los meses de invierno y por lo menos aquella tarde deJulio, las nubes estaban.. preñadas , y . amenazaban tempestad.

Bajo la negra capa . con que ceñudas cubrían la montaña, sealcanzaban a divisar los picachos nevados de los Andes; decumbre del volcán Chillan, salía una columna de humo que apoco andar se confundía con las nubes: bandadas de loros surca-ban el espacio llenando las quebradas c,,on su acostumbrada grite-ría hasta dejarse caer en las dilatadas praderas donde siempre re-voloteando, iban arrancando el naciente pasto; no lejos delas indias semidesnudas labraban la l ' tierra, depositando en ellaalgunas ramillas del país y en otra parte de la pradera una mul-titud de muchachos, también semidesnudos, jugaban a la chueca.

En lo mejor, un relámpago surcó el espacio, iluminando lacomarca y el estampido del trueno retumbó- Conmoviendo los ci-mientos de la montafía. - Gruesas gotas comenzaron a caer por to-das partes, las indias se recogieron a shs ranchos, del rancho deun vecino cerro, salió el sonido de:una" flauta y los riluchachos,dejando los covos paloS sobre el céslied, corrieron presurosos alreclamo.

Entretanto comenZó a bramar la tempestad-:'etagua Mezcladaa veces con granizo caía a torrentes, los esteros aumentaron susaguas y entre tanto reunidos los indios en la cumbre de un- mon-te miraban atentamente el movimiento de las nubes; gesticulabanunos mirando el firmamento, miraban atemorizados otros la mar-cha de las nubes y en rih momento dado prorrumpieron todos enuna gritería infernal como si animasen a. los combatientes empe-ñados en encarnizada lucha.. Para los Chillones lo mismo qu.e paralos Araucanos y demás indios del sur, tienen esos fenómenosuna importancia capital. La tempestad no es otro que una luchaentre el Dios de los cristianos y Pillan dios- de- Arauco; los re-lámpagos son los fogonazos de la artillería; el trueno es el estam-pido del cañón; el ruido que suele hacer el granizo en las alturases el- tropel de la caballería; si las nubes van de norte a sur, esseñal de que Pillan se retira, mas si corren de sur a norte, quie-re decir que el Dios de los cristianos se aleja perseguido por Pi-

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llán. En todo caso los indios animan con gritos a sus dioses e in-crepan del mismo modo a los contrarios.

La tarde en referencia, fue Pillan quien venció al Dios de losenemigos, pues el fresco viento del sur disipó luego la tormenta,empujando las nubes hacia el norte; y cuando luego salió el Sol,Y cantaron alegres las aves, y a lo lejos se vió más verde la'rnon-tafi a, y se alegró el valle, y en lejano horizonte fulguraban losúltimos fogonazos de Pillan, en el cerro vecino resonó el alegreredoble del tambor, se oyó la melodía de una flauta y veinte vo-ces infantiles entonaron alegres una Salve. Es Taita Antonio sedijeron los indios, está rezando, a él se le debe la victoria y co-rrieron hasta el monte vecino. Llegaron a la puerta, del rancho-capilla y se hincaron de rodillas; en idénticas circunstancias creo(fue tú y también yo, lector, hubiéramos hecho lo mismo. Cuatrogruesos palos y una ancha tabla servían de altar; en la paredtambién de tabla y troncos de árboles estaba rodeada de verdesramas la imagen de la Sma. Virgen de las Mercedos; un padremercedario, hincado de rodillas y rodeado de varios niños, canta-ban fervorosos una Salve a la Madre de Dios, acompañándose ellosMismos con algunos instrumentos primitivos, pero afinados, y elsol próximo a hundirse en el lejano horizonte, iluminaba el ran-cho-capilla con sus últimos rayoS, más resplandeciente que nuncadespués de la furiosa tempestad.'

¿Quién era ese padre mercedario? Pues uno de tantos. Uno detantos mercedarios que dejaron su patria y después de mil priva-ciones y peligros, pusieron su planta en este mundo de Colón,11 0 en bus. ca de 'oro y plata como alguien ha dicho, sino en buscade almas para el cielo; uno de tantos que escogidos por Dios pa-saron a las Américas con el noble fin de echar los cimientos de1‘ 1 verdadera civilización; uno de tantos que a costa de susfatigas, sudores, sangre y vida anduvieron por aquí haciendohiciesen el bien, haciendo de hombres salvajes, ciudadanos queuiciesen familia, familia cristiana que formase sociedad, sociedadque después se llamase patria, patria que en la actualidad es na-ción libre, poderosa, civilizada, independiente; uno de tantos sinlos cuales Chile, como las demás naciones de Sud-América, seríanlo que son hoy la mayor parte de las colonias inglesas: multitudde infelices a servicio del despotismo, o lo que son las regionesdel Putumayo, Mapiri, Bini y otras, donde patronos sin Dios niSanta María, esclavizan a los infelices indios, haciéndoles extraerel cauchu y el jebe y cuando ya no pueden más por toda recom-11ensa les pegan un tiro, o lo que son en fin todas aquellas re-giones donde todavía las cubre la capa del paganismo porquetodavía el misionero no les llevó la señal de la Cruz.

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»convento,.fué de vida relajada en y tocado de Dios » tomó nuestro santo en este convento, en donde observó una» vida con que compensó sus estravíos: tuvo un espíritu ..... y»hallándose en el convento le administró los SS. sacramentos » y le asistió como amoroso padre, y le entregó su espíritu en» manos del Creador.»

Los puntos suspensivos indican las partes del manuscrito roí-das por la polilla.

FR. POLICARPO CAZULLA.

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711 Beato Luís de la Peña

Era el tiempo en que a Valdivia las tinieblas rodeaban,Sin que el sol de la cultura, llegase allí con su luz,Cuando un siervo, a quien las leyes de la obediencia enviaban,Llegó alzando, valeroso, la bandera de la Cruz.

No tenía el buen soldado en la selva abrigo alguno:Era su techo el follaje y su lecho era el' verdorDe un suelo fértil, en llores; pero donde otro ningunohabía puesto su planta, llevado de un santo amor.

Amor grande, amor heroico, amor al indio bravíoQue, armado de dura lanza y aguda flecha letal,Busca en el bosque, arrogante y con indomable brío,Al tigre, al jaguar, al puma, a la hiena y al chacal.

Allí, con sus compañeros, un convento pobrecilloDe tabla y techo de paja, para honra de Dios alzó

.3( en él, aunque muy modesto, muy severo y muy sencilloA la Reina de los cielos, un altar santo elevó.

No tenía el pobre hijo de la Reina poderosa,Otra cosa que ofrecerle a su Madre celestial,Sino tiernas florecillas que, en la selva peligrosa,Recogía y le ofrendaba con candor angelical.

Con gran fervor celebraba, de la misa . el sacrificioAnte los indios conversos, para que, con devociónY fe ardiente recibiesen, terminado el sacro oficio,A Jesús Sacramentado en la Santa Comunión.

Instaales, pues, a oirle en la fe que profesaba,A que, en la cruz, contemplasen al divino Redentor,.Sobre todo, al indio incrédulo, que impío la profanabaSintiendo oculta en su pecho la semilla del rencor.

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Ese padre mercedario es el padre Antonio; ya está viejo; sucuerpo ya se encorva hacia el suelo; ha tenido que sufrir. tanto,.tantas fatigas, tantos padecimientos, tantos días de hambre y sed,tantas insolaciones han blanquecido su cabeza y han quebranta-do su salud, y sin embargo ese venerable viejo que feliz y dichosoestá cantando rodeado de esos niños, .es el niño mimado Antonio,el mismo mocetón Antonio de quien te hablé en los párrafos an-teriores. ¿Que cómo se obró esa transformación? Pues del modosiguiente. He aquí en pocas palabras su larga vida:

Habiendo escapado milagrosamente con vida de entre las ma-nos de un traidor y cobarde rapabarbas, esa, misma noche matóen buena lid a sus dos traidores enemigos; al día siguiente seencontraba Antonio fuera de Portugal; pocos días más tarde seembarcaba en el puerto de Sevilla como voluntario entre los ter-cios que venían al Perú; ante una horrorosa tempestad hizo votode hacerse mercedario si Dios le conservaba la vida, y cu.mplien-do su voto vistió el blanco habito de la Merced en el Perú; orde-nado de sacerdote 'pasó a Chile, fué un apóstol en el sur y muriósantamente en el Convento de la merced de Serena. Le adminis-tró los últimos . sacramentos y . lo auxilió en su enfermedad elIltmo. Sr. Obispo Fr. Diego de Medellín, que se hallaba en esosdías practicando la visita en dicha ciudad. EH). •Antonio Correa,que ese era su apellido, tenía excelente voz y como conocía lamúsica perfeccionó algunos instrumentos primitivos de los in-dios, formando una especie de banda las clases de Catecismo • ensu doctrina.. Cuando los superiores ordenaron se retirara al Con-vento de la Serena por su avanzada edad y quebrantada salud,los indios lloraron con lágrimas de sinceridad; tenían motivospara ello; el P. Antonio era para ellos un verdadero padre.

Costumbre de nuestros antepasados, fué el grabar con gran-des letras en las murallas de los claustros, el nombre y uno queotro dato de los religiosos que sobresalieron en la antigüedad;según esto, en los claustros del Convento de Santiago había variasinscripciones que seguramente fueron borradas cuando se edifi-caron los claustros tal cual hoy está; pero alguien tuvo el cuida-do de trasladarlas al papel, y en efecto, encuentro en el archivouna hoja suelta y carcomida que respecto al P. Antonio dice:

«Sobre la ventana del finado Maestro Romo).»El V. P. Fr. Antonio Correa; distinto del fundador de este

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es te sereno cielo por techumbre, las montañas por gradería, laPlaya y una barca por tribuna y los felices moradores de estasafor tunadas riberas por testigos.

¿ Personajes? Cristo, que pasaba haciendo bien; los apóstoles,recibiendo practicas lecciones de su Maestro; las multitudes, que

ávidas de beber lasaguas que fluían deaquel manantial deaguas vivas, los cer-can, los aprietan, losi mportunan.... depronto líbrese, pasopor entre aquellamulti tud una afligidamujer, y con el ros-tro bañado en lágri-mas, póstrase anteCristo, levanta susenflaquecidos brazosy llena de fe, clama:«Jesús, hijo de David,salva mi pobre hija,que padece» ... La res-puesta es áspera como para.... ¿des-echar9 no, paraProbar si tal stiplicatenía las necesariascondiciones de perse-verancia, hurnildad yconfianza. Respondiócumplidamente la Ca-nanea a la prueba, yla gozosa esperanzal'Iré su compañera alregreso, y la feliz rea-lidad salióle al paso

al llegar a su casa, hasta entonces triste hogar, y una niña afor-tunada mensajera t'Iré del poder del Divino Médico.

II

¿Lugar de la escena? Las riberas de otro mar, no menos her-inosas que las que ciñen Genesardht. También estas riberas pué-

LA NIÑA CRISTINA IGLESIAS GARCÍAe1/4A%A MILAGROSAMENTE POR INTERCESIÓN DE NUESTRASANTÍSIMA MADRE EL DIA 19 DE SEPTIEMBRE DE 1918,4 LA PER EGRINACIÓN MERCEDARIA A STA. M. ft DE NEDA

II

Rencor que animaba al jefe de una tribu de salvajesPorque veía a sus ídolos caídos del pedestalY advertía que en la selva, entre los verdes follajes,Se alzaría corno trono un templo al Dios eternal.

Por esto, lleno . de ira, un día que celebrabaAnte el altar de la Virgen, la misa aquel siervo fiel,.Llega el indio rencoroso y; a .la tribu que mandaba,Le ordena que, sin recelos, ataque en rudo tropel.

Y al sacerdote y loS indios a la fe ya convertidos,Persiguen, hieren, destrozan, del león con la crueldad,Haciendoescarnio de aquellos, que a sus pies caen rendidosY que, aun muertos ., saetean con la más ruda impiedad.

Mas no sin que antes pudiera aquel digno misioneroDarles, por su propia mano, la Sagrada Comunión,Y pedir, puesto de hinojos, con amor puro y sincero,Gloria para sí y los suyos, para el verdugo perdón.

Y el indio airado, ya muertos aquellos que perseguía,Ve el cáliz, que le despierta una furiosa inquietud,E intentando destrozarlo, con 'saña cruel e impíaLo muerde, mas le detiene una celestial virtud.

Y viendo en su enojo vano, que vano es también su intentoIncendia el templo de tablas, de la Virgen el-altar,Y entre mil rojizas llamas desaparece el convento,En cuyas cenizas, pronto, la fé volverá a brotar.

Y entre el fuego que el camino sigue recto de la gloria,Vése un algo indefinido, corno cercado de luz,Que va, subiendo, subiendo, y según narra la Historia,Penetra en el cielo abierto, son los siervos de la cruz.

MATILDE MONTERO DOPICO• Terciaria de la Merced.

GOo

UNIM MERCED DE MRRIT\1

¡Lugar de la escena? Las poéticas orillas del diamantino lagode Genezareth. A este mar amaba con preferencia el DivinoMaestro ¡y con cuanta razón! La superficie de sus aguas brillacon todos los cambiantes del ópalo; las montañas que le rodeanvístense con manto de esmeralda recamado de vistosas flores,esfumándose teñidas de violeta entre azuladas gasas.

La mayor parte de los encantadores cuadros que la mano delos Evangelistas, movida por soplo divino, nos pintan, tuvieron

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blanse de incontable variedad, haciendo tributaria de su adornola flora de los más apartados climas; también estas montaiin,s sevisten de verjeles que exhalan fragrancia de rosas y lirios y Setocan con azuladas gasas; también el ópalo pinta las casi siempretranquilas aguas de esta ría: también multitud de pueblecillos,cual bandadas de blancas palomas, míranse en sus aguas.

¿Personajes? Un hijo de la Merced, canta sus amores a una'multitud estusiasta de su blanca Madre; teniendo por tornavoz lafachada de hermoso templo dedicado a María y el cielo sereno deesta ferrolana comarca; por gradas un espacioso atrio y los bal-cones de las casas que lo rodean: por oyentes, fieles de todas cla-ses y condiciones...; el silencio es sepulcral, sólo lo interrumpe elmurmurio de las aguas que, deslizándose blandamente, buscan elseno amigo de esta ría de encantos.

De pronto, en medio de la muchedumbre, una madre deso-lada dirige ansiosa su vista a la imagen de María de la Merced,pidiendo con ojos arrasados en lágrimas la salud, la vida paraaquella hija de sus amores que lleva en los brazos y que todoscreen es ya cadáver, aparece extenuada, cubierta de púStulas as-querosas y todo su cuerpecit9 encorvado; y la que no podía mo-verse, ni dar un paso, ni tomar unas solas gotas de leche, de re-pente indica con ademanes y un confuso geMido eje quiere co-mer... la expectación es inmensa, el momento indescriptible, lamadre llora, la niiía come con avidez... el milagro se ha obrado...está curada.

Los labios de una nifia dieron perfecta alabanza a la Madrecabe la hermosa ría de Ferrol, como los de la de Canas alabaronal Hijo a orillas de Genezareth.

FR. P. N. GAITE.

cieje

B litustra Santísima madre

'¡ .Virgen de la Merced! ¡Madre querida!Ampárame en mi muerte,.para tener la suerte

de que muriendo en Tí, tenga la vida. •

JOSÉ RUBÍCOMANDANTE DE INGENIEROS

Terciario de la Merced.

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"f;ermana de la Caridad

¿Veis esa joven que oculta su talle apuesto y elegante, bajouh modesto sayal, y que tomando en su mano derecha el Cruci-fijo que, pendiente de su cintura al extremo del rosario, comple-ta su hábito religioso, camina sola por entre huestes guerreras yPenetra impávida en los campos de batalla?

M iradla sonreir entre airados enemigos que se lanzan a laPelea, sedientos de sangre y jurando venganza. Y entre colum-uas d e polvo, levantadas por las herraduras de los caballos y"Pirando una atmósfera saturada de pölvoro, y rodeada de pro-yec tiles de plomo encendklo, y mientras pasa rozando su blancat° ca uno de los mil pedazos en que se rompe la metralla, serena,[L' I Nivida, desafiando la muerte, avanza y corre y vuela, y llegaa- la l ínea furiosamente disputada por los beligerantes, y doblatis rodillas ante el soldado herido, y rodea con su brazo izquier-

1 dnla. Cabeza del paciente, mientras con la otra mano descubre

herida, y al hacer la primera cura, con la delicadeza y habi---ad de diestra cirujana, derrama sobre el corazón del enfermo

e° 11s uelos inefables que ni la madre, ni la esposa, ni la hija, nila hermana saben prodigar.

iEs la Hija de San Vicente de Paul!¿Veis en nuestros orfanotrofios esa multitud de niños que,

nacidos, fueron entregados a una muerte segura por unPadre sin corazón y una madre sin entrañas? ¿Los contempláise°hducidos en manos de una doncella cristiana, que los besa y-8 acaricia, llamándoles hijos queridos del alma? Miradla, ro-d a

tC)-aua y seguida de los mayorcitos, que, asiéndose de su modes-vestido, y mirándola con gracia infantil, y saltando de gozoe- to

drno suyo, acostumbrados a jugar con ella, la llaman con eldictado de Madre.

No es posible confundirla con otra.iEs la Hermana de la Caridad!«eis esa señorita elegante, de alcurnia, tal vez hija única

-It

oPulenta familia y heredera de título nobiliario y de colosalque cambia su nombre por el de Sor..., y consagra su

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Jaime de Aragón y Fernando de Castilla, entre quienes des-eabrense paralelismos y analogías singulares, guerreros, con-quistadores, amantes y protectores de las letras y de los sabios,abas henchidas de virtud y santidad, lo llenan todo. MallorcaY Córdoba, Menorca y Jaén, Valencia y Sevilla dan cumplidotstimonio de cuanto es capaz el más subido heroismo al servi-cio del ideal de la santa fe y de la independencia patria.

Para completar y realzar el grandioso cuadro, S. Pedro No-'lasco traza, mientras tanto, nuevo rumbo a las manifestaciones(; el es píritu religioso al instituir la orden de la Merced para re-ç' eneión de cautivos El hábito blanco con el escudo de las anti-nas armas de los condes de Barcelona y la cruz en campo rojo,insignia de la iglesia en que la fundación se realizó, habrá deser col mado una- y mil veces con férvidas bendiciones al subiren aras de la caridad a las mansiones adineradas recalando li-in°sn as para rescates, y al penetrar en las lóbregas mazmorras„

ofrecerse como voluntario prisionero para ,que recobren los?andinos cristianos su ansiada libertad y se alejen de los esco-lOs en que su fe corre peligro de zozobrar.

Jaime ., Fernando y Pedro Nolasco son tres genios; como al-guien dijo, se buscan, se encuentran y se entienden. A todos lose ° b ija la Sma. Virgen de la Merced.

Por siglos infinitos, loor y gloria.

SALUSTIANO PORTELA PAZOS

Canónigo de la S. I. Metropolitana de Santiago.

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fil I CONINIONCin e idOS los fieles dilimios

El higrube tañer de la campanaen dolorido toque de agonía,por los muertos a orar en este díallama y convida a la piedad cristiana.

Cruzan el valle y la región montanaesas 'notas de flébil melodíacomo un aviso que la muerte envíadesde el sepulcro, a la locura humana.

Brama en el bosque el aquilón violentoy las ramas agita y las despoya;todo, en fin, hoy recuerda el pensamientoque es la vida también liviana hoja,fugitiva ilusión, Ce en . un momentoel soplo de la muerte al viento arroja.

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existencia toda al servicio de ancianos, abandonados quizá desus propias familias, y al de dementes, y de apestados, y de losque, horriblemente deformados por la lepra, han de sucumbirsin remedio, no sin haber sembrado antes gérmenes de muerteinevitable en las heroicas criaturas que los asisten?

Todos conocen el nombre de esa mujer admirable:¡Se llama Hermana de la Caridad!¡Es la Hija de San Vicente de Paul!Es la expresión sensible de lo sobrenatural en el mundo.Es la pologia más completa y la demostración acabada de la

virtud divina y, por consiguiente, de la verdad del Catolicismo.«¡Ah!—dice Augusto Nicolás en sus admirables Estudios filo-

sóficos sobre el Cristianismo— a la vista de una sola Hermanade la Caridad.., los cielos se abren, se abaten para contemplarla,y la tierra que la sostiene, sin conocer su valor, brota flores debendición por doquiera que pone sus plantas...»

Las Hermanas de la Caridad son irreemplazables; no puedenser sustituidas por mujeres mercenarias, por buenas y aptas quesean, para el servicio de nuestras Casas de Beneficencia.

¡Que Dios nos las conserve para bien de la humanidad d es-valida, para el progreso de la moral de nuestros asilados y para

la gloria de nuestra civilización y cultura.

JosÉ RIVERO MONTEROCOROEEL DE CABALLERÍA

Socio de las Conferencias de S. Vicente de Paul.

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LOOR Y GLORIA

Fa llé aquélla una de las épocas de más grandeza y esplendorde que puede enorgullecerse nuestra Historia patria.

Asombran las maravillosas creaciones artísticas. El genio deMateo, que había labrado poco atrás el incomparable Pórticc dela Gloria de la catedral románico bizantina compostelana, en -cuentra dignos émulos y sucesores en los que levantan los s o

-berbios templos góticos de León, Burgos, Toledo y Barcelona.Asómase la lengua galaica a la cumbre de su grandeza y pre -dominio, y atisba la castellana los días de su completa forma

-ción y desarrollo.

Hoy es el dia consagradó por la Iglesia a ofrecer sufragios entodo el mundo por el eterno descanso de cuantos fieles han cra-.Zado el desierto de esta vida y rindieron tributo a la muerte.Cual madre amorosa y compasiva, a todos abraza, a ninguno ol-vida, y empleando los medios de virtud divina que Jesucristodejó a su disposición, procura aliviar perlas, abreviar el 'tiene°del sufrir y aun lograr el término a lös dolores de todos aquellosqueridos hijos suyos que habiendo partido de este mundo en es-tado de gracia pero con deudas pendientes para con la divinajusticia, expían en el purgatorio sus faltas con- indecibles to r-mentos.

Los que aquí no tienen quien se acuerde de rogar por ellos,de los cuales ya no existen quizá, parientes ni conocidos; los pa

-dres • cuyos hijos sin fe y sin amor, los relegaron al más total ol-vido mientras disfrutan la herencia que aquellos se afanaron tan-to por dejarles; la esposa fiel que gime en aquel triste lugar, Yve como otras más afortunadas, son socorridas con sufragios porlos que en vida amaron, al paso que su esposo la olvida a ella,entretenido en nuevos amores, sin rezar siquiera por su alma unpadrenuestro ni dar un pedazo de pan a un: pobre .hambriento;tantos y tantos cuyos lamentOs llenan la tenebrosa mansión don-de padecen, pero no encuentran eco en un corazón compasivoentre los mortales; todos éstos son objeto de la tierna solicitudde la Iglesia santa, que ordena a sus ministros recitar entero Pe'rtodos los fieles difuntos el oficio del breviario destinado a estefin, y los exhorta a decir por ellos una o dos misas de las tresque por esta causa permite celebrar en este día. No se limita aesto su: celo por socorrerlos, sino . que, abriendo pródiga los te-soros espirituales que el Señor le ha encargado dispensar y dis-tribuir, publica un especial jubileo a su favor, alentando a loscristianos todos a que visiten muchas veces la iglesia desde lasdos de la tarde del día precedente hasta la media noche del dehoy, y concediendo por cada visita una indulgencia plenaria apli-cada exclusivamente por las almas del purgatorio.

He aquí la prueba de que la Iglesia es verdadera madre, puessi muchaS de las que asf . se llaman, abandonan a sus hijos de s-pués de muertos, ella con tanto mayor afán acude en socorro delos que engendró para Dios por el bautismo, cuanto mayor es sudesvalimiento y menos pueden ayudarse a sí mismos. Y mientr33los mundanos no pasan con su pensamiento más allá de la tuai-ba, y se acercan tan sólo a las cenizas inertes a las estatuas i n

-sensibles de los muertos para pronunciar un .discurso u ofreceruna, corona, manifestaciones que si halagan a los vivos, nada

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aprovechan a los que ya no existen, la que es maestra de la ver-dad, y-conocedora del destino inmortal del hombre, después detributar honor cristiano a sus degpojos esparciendo sobre ellos elagua bendita y perfumándolos con los vapores del incienso sa-grado, se acerca con sus miradas y con sus ansias maternales ala región de lo eterno, aplica el oído a los ecos que de allá par-ten traídos por las enseñanzas de la fe, y condolida de los lamen-tos de sus hijos queridos, que le hieren el alma, vuela en su au-xilio y procura salvarlos por la oración, la caridad, y el sacrificio.

*¡Tiempos de mi niñez, cuánto habeis cambiado!...

. Entonces la fe, aunque combatida por la impiedad, reinabaOn. la mayor parte de las familias. Esta fe llevaba al templo a losterrolanos a oir las tres misas que por los difuntos se celebrabantal día como hoy, y apenas ninguno se consideraba ajeno a estagran obra de misericordia. La espaciosa iglesia de San Julián,que era entonces parroquial para toda la población, estaba com-Pletamente llena durante lä mañana, y los huecos que se ibanProduciendo por las personas que, salían del templo, eran al mo-Mento ocupados por otras que presurosas entraban. En las demásIglesias había también muchas misas desde bien temprano, queeran oídas devotamente por numerosos fieles. A estos actos reli-giosos se añadían las abundantes limosnas que. los pobres reco-gían de puerta en puerta por toda la ciudad - y a lo largo de laCalle llamada aun hoy vulgarmente de los Muertos, en , la que lasMuchas personas que iban a visitar el campo santo eran impor-tunadas por las lastimeras voces de los menesterosos que a uno yOtro lado de la calle demandaban su caridad.

Ciertamente, no todos los (pie en . tal día pedían limosna eranen extremo necesitados, pero aquellos caritativos ferrolanos, ensemejante ocasión, no se paraban a discernirlo.

En la actualidad es desgraciadamente mucho Menor el núme-ro de los que en Ferrol y demás poblaciones españolas dan prue-l'as de una religiosidad tan acendrada. La tradición de nuestrosMayores no tiene en nosotros la adhesión inquebrantable que lees debida, y otras ideas, sentimientos y prácticas van usurpandoel Puesto de aquélla.

Y es lo • cierto que con esto no somos más felices ni somos

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hallaron campo fecundo en las hospitalarias tierras sudamericanas,teatro glorioso de las proezas de nuestros mayores y actual mu-seo de las variadísimas obras de celo y apostolado social lleva-das a cabo por nuestros Hermanos. Y no sólo esto; pues apesarde saber de antemano había sido premiado dicho trabajo en elCer tamen del Centenario, celebrado por nuestra Comunidad deChile, no logré desechar de mi espíritu aquella preocupaciónsin o hasta después de leer completamente la obra del P. Ricardo.

En efecto, esta clase de trabajos son, realmente, muy poco aPropósito para hacer una obra seria y de carácter histórico tras-cendental, a causa de lo complejo de su contenido por la univer-salidad del tema propuesto. De aquí que, el que se decida a tra-bajar en dichos ternas, ha de escoger uno de estos *dos caminos:O bien reducirse a los límites de un mero discurso, con vistasal panegírico; o, de otro modo, contentarse con hacer un simpleelenco de cuestiones, esbozando los numerosísimos aspectos quePor fuerza ha de presentar una labor realizada en tan distintost. iempos, y en tan distintas, y aun contradictorias, circunstancias;siguiera les sirva de lazo de unión el sujeto que la llevó a cabo,representado por una misma entidad gloriosa, que sabe reducira un solo principio las diversas acciones de sus miembros.

En uno y otro sistema se encuentran dificultades difícilesde salvar, si se ha de inspirar a la obra algún interés más queMomentáneo y circunstancial. De aquí nuestro recelo al empezarla lectura de la obra que tenemos delante, y nuestra satisfacciónanal, al ver la maravillosa traza qne se dió el P. Delgado parazurcir en un ameno y lujoso folleto, los numerosísimos datos delile dispone sobre la acción de los Mercedarios en Chile, salvan-do loslos escollos de la aridez, propios de , este género de trabajos,Y logrando, a pesar de las premuras del espacio, llevar alIÌIO del lector el fuego sagrado del entusiasmo, de que se hallaenchido su corazón de hijo. Bien que la materia se presta, yes más que sobrada para hacer, no la epopeya de una Comuni-dad o Religión, sino la de todo un pueblo', la-de toda una raza,Los capítulos que más nos gustaron de la obra fueron: el XIVfile trata del apostolado de los Mercedarios, y donde principal-n'ente resalta la figura del gran Francisco Ponce de León, queUne al mérito del Apostolado, el de descubridor y hombre emi-nente de gobierno, como lo prueban los numerosos cargos quedesempeñó, todos de la más alta importancia. El XV, que trataOC la enseñanza, es también muy elocuente y revelador del valer(e nuestros ff. H. . Chilenos. Resultan igualmente interesanteslOS dedicados a la moderna acción de los Mercedarios en Chile,

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más perfectos, antes al. contrario . no podernos negar que la socie-dad está cada dia más pervertida y más lejos de sentirse satisfe-cha. Los adelantos del progreso no nos han hecho más dichosos,porque creyéndolos única fuente de bienestar, hemos descuidadootras cosas esenciales sin las cuales mx puede este bienestarrealizarse.

Los pueblos han querido marchar a ciegas, y alejándose de lafe, que era la columna luminosa que los guiaba, se descaminarony cayeron en el precipicio. Los males que les han sobrevenidoson una lección demasiado costosa, pero utilísima para decidir-los a emprender su Completa y radical enmienda. Ojalá se re-suelvan de veras a hacerlo, y hallarán en la fe muchas ventajasque han perdido, pues ella es la única que descifra el enigma denuestra existencia y con la palabra del mismo Dios nos garantizasi conformarnos a ella nuestros actos, la protección del cielo du-rante la vida y la consecución de la verdadera felicidad despuésde la muerte.

Vuelvan los pueblos a las prácticas de la fe, y sin perderla devista , lancense enhorabuena por la senda de los humanos adelan-tos; y asi como ha experimentado el mundo, en recientes angus-tias, no aún disipadas, que sin la fe y las demás virtudes que ellaenseña, los progresos sólo sirven para diezmar a la humanidad ysumir en el desorden y la anarquía a las naciones; así, cuandola fe recobre su influjo en las sociedades, probarán éstas, librede las zozobras que hoy las oprimen, como desciende la bendicióndivina para . hacer fecundos en verdaderos bienes y en frutos depaz y de bienestar, progresos del arte y de la ciencia, del capitaly del trabajo.

MARCOS VÁZQUEZ

.00Cofrade de la Merced.

3E3:3E31,100.-In_A,PLA_Estudio histórico de la acción de los Mercedarios en Chile,

desde su llegada al país con los conquistadores, hastanuestros días. Por el P. Fr. Picardo Delgado, de la Or-den de la Merced.No sin alguna prevención 'hemos leído el presente • trabajo,

apesar de habernos impresionado gratamente en su faVor elnombre del autor, religioso meritísimo salido de nuestra pro-vincia, cuya brillante fantasía y enardecido amor a la Orden,

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suficientes a labrar una reputación sólida y muy merecida, dehombres de ciencia y acción social. No hemos de terminar estareseña, toda ella muy ,justarnente encomiástica, sin poner algúnreparillo cuando, acaso el mismo amontonar de cuartillas imponiéndonos trabas a demasiadas razones, nos obliga a •decir algu-na cosa sin probarlo- tanto COMO fuera de desear. Así, cuandouno dice, •hablando de un hecho histórico cualquiera, que hastaahora todos los historiadores, antiguos y modernos, creían cosadistinta de lo que nosotros afirmamos, es necesario dedicar unpoquitin más, para probar ' como, merced a nuestras investigac io-nes personaies, nos hallamos suficientemente, autorizados parahacer tal afirmación.

Por lo .demás, solo plácemes merecen el P. Ricardo y los Re-ligiosos chilenos. -

FR. Luis BARROS.

C ize, o T., o a: ±

El día 15 del pasado Octubre, fiesta de la santa española T e-resa de Jesús, murió cristianamente en Madrid el joven D. Gas-par Carrasco y Alcalde. Su muerte nos impresionó hondamentepor tener vivo el recuerdo de aquel buenísimo joven, que contanto fervor y edificación visitaba nuestras iglesias de D. Juande Alarcón y de la Buena Dicha, y por estar unido con los estre-chos lazos del parentesco a una de las familias que más- apr e

-ciamos y distinguimos en la Corte. Sus últimos momentos, reflejode una vida piadosa, nos permiten abrigar la cristiana espera n

-za de que habrá entrado a gozar de otra mejor.-Por su eterno descanso celebraremos en esta Comunidad su-

fragios el dia 15 de este mes.

SECCIÓN DE NOTICIRSDE FERROL

MES DEL ROSARIO.—Respondiendo Ferrol a sus tradicionesMarianas concurrieron sus habitantes a los solemnes cultos queen todas las Iglesias se celebraron en honor de la s Sma. Virgen.En nuestra Iglesia revistieron solemrüdad grande. En la misa deocho y media edificaban nuestros colekiales por su recogimiento

Y devoción atentos a las exhortaciones fervorosas y tiernas queles dirigía el R. P. Eugenio. En el ejercicio

.d Dde la, noche que se

.hizo con exposición e S. . y ciinticoS en los que tomabaen.el

parte el pueldo, hizo consideraidnes propias para encenderlos corazones el amor a la tan española devoción del Rosario,R. P. .hnerio.

EN LAS ANGUSTIAS.—Se ha celebrado la Novena al Inma-culado Corazón de María con gra concurso 'de gentes. Predicóelocuentemente •el conocido orador sagrado R. P. Janáriz .Misio-nero hijo . del Corazón d-e María. La parte musical a eargo del11. P. Zarantón,' así como la iluminación que fue verdaderamenteespléndida, fueron muy 'elogiadas. .

EN NEGROS.—En la festividad de la Sma. Virgen de losDolores predicó el R. P. Gaite.

SAN PEDRO PASCUAL.—Vióse muy concurrida nuestraIgleSia con motivo do la fiesta del Doctor Querlibico, patrono de

onuestros Colegios. El Coro del cual es Patrono celebró una .c-n'unión general concurridísima distribuyéndose preciosas estam-pas del glorioso mártir. En los ejercicios de la tarde' Predicó el

Ameno.A LIMPIAS.—Con verdadero espíritu y fervor salieron Ihr-

mando parte de la Peregrinación Gallega varias personas de está,ciudad presididas por el R. P. Serapio de esta Residencia..

NUEVA-ACADEMIA.—Ademäs de la primera enseñanza gra-duada en sus tres grados, que se da en nuestro Colegió, Bachille-rato y 'Carreras Mercantiles se inagur5 el 1.0 (le Octubre la Acade-mia preparatória para Carreras - Militares: forman parte del profe-sorado lomenombrados profesores D. Francisco Rovira y dnoAmador Regalado, capitanes de Infantería, y D. Pedro Iglesias ydon Eloy la Brena,' capitanes de Artillería. •

EL SANTO NIÑO -DE PRAGA.—Una de las notas más her-mosas he-mosas y encantadoras es la que ofrecen el día 5 de cada mes losniños, honrando la Infancia de Jesús. Después de sentidas pa-labras del P. Amerio recibieron su bendición despidiéndose - delSanto Niño con un fervoroso cántico.

BIENVENIDA.Se la damos muy cordial a la Sra. Dña. Do-lores García, Vda. de Plä, celosísima Comendadora de nuestraY. Orden Tercera, que regresó felizmente del campo en dóndepasó los meses de verano.

NOTA EDIFICANTE—La dan todos los días los coros de nies-fra, Venerable Orden Tercera acercándose con santa emulación arecibir la Sagrada Eucaristía siendo objeto de merecidos elogiosla constancia .ydevoción con que lo hacen. Que Ntra. Sma. Ma-

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ses misa de Comunión General muy concurrida. Felicitamos a laSrta. Carmen Mayno, presidenta. Por ausencia del P. Directorofició el R. P. Eugenio.

DE ESPAÑA

PEREGRINACION MERCEDARIA A LIMPIAS.—Las edu-candas -del colegio de Religiosas Mercedarias de Berriz, entusias-madas con las noticias que hasta ellas llegaron de los prodigios.del Santísimo Cristo de la Agonía de Limpias, con la impetuosi-dad y sencillez de su edad juvenil dirigieron una ingenua y en-cantadora carta al señor Obispo de Vitoria pidiéndole, comoalumnas internas de un convento de su Diócesis, su permisoPara ir en peregrinación a dicho punto, y obtenida la licenciadel bondadoso e ilustre prelado, organizaron una hermosa pere-grinación, saliendo en automóviles custodiados por los.capellanesdel Colegio. y el Rvdo. Padre Superior de los Mercedarios de la>Buena Dicha de Madrid, todas las educandas en número de no-venta y seis., y algunas señoras encargadas de su vigilancia. ycuidado, haciendo el recorrido que separa Bérriz de Limpias, enmedio del mayor estusiasmo.

A la llegada a Limpias, celebraron una solemne Misa, cantadaPor las jóvenes peregrinas, verdaderas artistas muchas de ellasY en la que el Rvdo. P. Uribe pronunció una elocuente y sen-tida plática.

Por la tarde asistieron al piadoso ejercicio del Vía Crucis im-presionándose profundamente alguna de las niñas por la vista delProdigio que tiene en conmoción al mundo católico.

Ya de regreso', detuviéronse en Bilbao y en la Iglesia de laMerced cantaron una solemiaísima Salve a Ntra. Sma. Madre enacción de gracias; llegando al colegio ya de noche, cansadas talvez de cuerpo, pero verdaderamente alegres de espiritu por lasgratas y hondas emociones de tan hermosa excursión.

SANTA MISION.La dieron en la Parroquia de Sofän . losR . R. P. P. Armengol y Martín de nuestro Convento de Poyo.Recibieron la Sagrada Comunión más de tres mil personas.

PARA ROMA.—Han salido los R. R. P. P. Provinciales deAragón y Castilla con los Delegados de suS respectivas Provin-cias, les acompaña el R. P. Provincial de Méjico. Lleven fe-liz viaje.

DE ESCORIAZA.—Dice El Pueblo Vasco: «Tuvieron lugar eneste Centro docente, dirigido por las Reverendas Madres Merce-darlas, los exámenes de fin de curso».

Atentamente invitados por las Religiosas, tuvimos el gusto

dre premie a los celadores y celadoras, obra tan de la gloria deDios.

PRECES.—Se recitan diariamente en nuestra Iglesia las queprescribe el Ritual de la Orden Por el:acierto en las deliberacio-nes del Capítulo General que se está celebrando en Roma.

NUEVO ESTANDARTE. Tenernos noticias de que es unaverdadera obra de arte el que para el Coro de Sta. Eulalia, denuestra Tercera Orden, están confeccionando las acreditadas y fer-vorosas religiosas ' del Colegio de la Enseñanza de esta ciudad.

MEJORA.—Es importantísima la que con objeto de llevar ala suma perfección las proyecciones en nuestro cine se ha intro-ducido al adquirir el grupo convertidor, que ha de alimentar elarco voltaico y demás accesorios de proyección. Para la instalaciónde las máquinas vino de San Sebastián un inteligente mecánicode la casa constructora.

NOTICIAS.—Son tantas y tan extensas las que relativas a loscultos y festividades de Ntra. SSm. Madre recibimos de Religio-sos, Religiosas y Cofradías que es imposible poderlas transcribir.Baste decir que todas ellas son muy consoladores y que revelanla santa emulación que aItodos nos anima para honrar a tanexcelsa Madre.

PRIMERAS COMUNIONES.—De manos del R. P. Ameno lahan recibido los angelicales niños Eduardo Heras G. Llanos yJosé Salvador Moreno Reyna. Con tal motivo hizo ver dicho Pa-dre en cariñosas frases la importancia del acto.

A NTRA. SSMA. MADRE.—La han honrado el día 24 nues-tros Terciarios con numerosísima Comunión General. Predicó enlos ejereicios de la noche el R. P. Moderador de la,VenerableOrden Tercera.

TOMA DE HABITO.—Lo han ,vestido veintinueve distin-guidas señoras y señoritas de esta localidad. Felicitamos a losnuevos Terciarios de la Merced.

LAS SIERVAS DE JESUS del Santo Hospital de Caridad re-cibieron de manos del R. P. Ameno el escapulario de NuestraSma. Madre.

EL CRUCERO «CATALUÑA».—Visitando este hermoso bar-co de guerra que manda el fervoroso Terciario de la Merced ycordial amigo nuestro D. Eloy Montero, pudimos admirar unadevota pintura de Ntra. Sma. Madre a quien invoca la dotaciónen días de borrasca. Ocasión tendrán nuestros lectores de apre-ciar este cuadro cuya fotografía 'publicaremos así como una ins-pirada poesía del señor Capellán de dicho crucero.

ESCUELAS DOMINICALES.—Celebraron como todos los me-

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Sin descanso se trabaja por la Junta de Señoras que se hanencargado de recaudar fondos para dicho fin. -

NUEVA COMENDADORA.—Para desempeñar tan importan-te cargo en el Convento de la Merced de Sarria, ha sido nombra-da la inteligente y fervorosa M. Sor Mercedes de Jesús Pifarré.Que Ntra. Sma. Madre la bendiga y haga fructificar sus trabajos.

NOVENA DE ANIMAS.—La que tan solemneMente se cele-bra en la Capilla, de este nombre de la ciudad de Santiago la pre-dicará el R. P. Armengol de nuestro Convento de Poyo.

EN SARRIA. El día 12 de octubre tuvo lugar en la .Capillad e nuestras Religiosas el solemne acto de la profesión de votossimples de la novicia Sor Patrocinio de Ntra. Sma. Madre LópezY López- en manos del R. P. Severino Vega, Cómendador delniestra Casa Noviciado, el que dirigió una conmovedora platica,terminada la cual se celebró la Misa solemne con exposición de8. O. M. Felicitarnos a la reeión profesa y Comunidad quien re-cibió muchos plácemes, por el decorado del .altar y afinación enel canto.

DEL EXTRANJERO

«LA PERLA ANDINA».—Llegó a nuestro poder este hermo-so semanario que dirigen nuestros hermanos de Mendoza. De-seämosle próspera vida al colega mercedario.

EL CAPITULO GENERAL.—Para el 1.° de Noviembre estáollvocado el capítulo general de toda la Orden Mereedaria que

deberá celebrarse en Roma, bajo la presidencia del eminentísimocardenal Antonio Vico, protector de la misma.

El próximo capítulo se reune después de veinte y tres añosde celebrado el último, en el que se aprobaron las reformas delas constituciones de la Orden, introducidas por el actual reve-rend ísimo señor Arzobispo de Gangra, Fr. Pedro A. Valenzuela,entonces General de la. Orden.

El presente, tiene por ob,eto elegir el nuevo maestro general,P,Iles to . que viene desempeñando con el título de Vicario Generalel Rmo. P. F. Inocencio López Santa María; formar la CuriaGeneralicia y tratar varios asunto s de importancia capital para latuarcha progresiva de la Orden.

.De este capítulo formarán liarte, además del Vicario GeneralY los miembros de la Curia Generalicia, represenümtes de ItaliaY Cerdeña, España, Argentina, Chile, Bolivia, -Perú, Ecuador,Méji co, Brasil y Estados Unidos., HA RECOBRADO LA SALUD la R. M. Comendadora de las

Mercedarias de Mendoza Sor María Ascensión.

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preselviarlos, saliei lo gratamente impresionados de la verda-dera y sana educación que reciben las alumnas.

Formaban el Tribunal, el Ayuntamiento en Corporación ., elclero y demás autoridades locales.

Primeramente se presentó a examen la clase de párvulos,siendo saludado el Tribunal por la alumna Carmen Arambu-ruzábala.

Vimos con agrado que niños de tan corta edad, estaban muybien instruidos en las asignaturas preliminares de Aritmética,Gramática y Doctrina.

Seguidamente dió comienzo el examen del curso superior, y enverdad, hemos . 'de confesar que se hallaba muy bien preparado.

El discurso de salutación corrió a cargo de la alumna MaríaUribe Echevarría, y por cierto lo hizo a las mil maravillas.

El de saludo a la autoridad eclesiástica lo declamó la alumnaEugenia Zubizarreta, y a la civil la señorita Pepita Gorosarri.

En las asignaturas de Doctrina, Historia Sagrada, Aritmética,.Gramática, Geografía Moral, notarnos estaban muy bien impues-tas las alumnas.

Durante el examen recitaron diálogos escogidos y, propios ( .10cada asignatura, las alumnas Dolores Azcoaga con María U. Eche-varría, Jesusa Ibarzábal con Pepita Gorosarri, y al final entreDolores Azeoaga, Jesusa Ibarzábal y Carmen Alonso, siendo to-das ellas muy aplaudidas.

Terminado el examen, pasó el . Tribunal a la exposición delabores donde apreciamos también los progresos de las alumnasen el último curso.

Felicitamos a las R. R. M. M., que de día en día van intro-duciendo reformas en su Colegio que cuenta en la actualidad conmás de un centenar de alumnas e'. ternas y promete colocarse alfrente de los primeros en su clase.

EN LA ESCLAVITUD.—Predicó en la solemnidad del Ro-sario. el R. P. Armengol.

EN SAN JUAN DE POY0.—Vistieron el Santo Hábito veintejóvenes portulantes; pronunciando en tan solemne y conmovedoracto el R. P. Enrique Saco., Comendador de dicho Convento unasentida y fervorosa alocución.

¡Qué Ntra. Sma. Madre bendiga a, los nuevos Religiosos! .EN BARCELONA.—S. M. el Rey y su augusta esposa la

Reina doña, Victoria Eugenia, se han dignado favorecer con 1J11

donativo la suscripción abierta para costear el emblema «Descen-so de la Virgen a Barcelona», que ha de perpetuar el recuerdodel VII Centenario Mercedario.

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EN MENDOZA.—Con gran solemnidad se celebró la fundónde San Ramón, .patrono de la V. O. Tercera; -las conferencias ' delnovenario estuvieron a cargo de los R. R. P. P. Garrido, Ac ei

-tuno, Rodríguez y Ferreyra Puebla.En el dia de la fiesta celebró la misa de comunión general el

R. P. Comendador F. Juan del C. Garrido, y en ella •recibi(roula sagrada comunión, numerosos miembros de las distintas con-gregaciones. La misa solemne la celebró el señor cura de Loreto,asistieron el Ilustrísimo señor Obispo Diocesano y numerosísimoconcurso de pueblo. Al evangelio ocupó la cátedra sagrada elRdmo. señor Obispo, pronunciando un elocuentísimo panegíricodel santo, lleno de sabias enseñanzas y de muy atinadas refle-xiones morales.

Por la tarde se hizo la procesión del Santísimo Sacramentopor el atrio del templo y . se rezó el día de preparación del mes deNuestra Santísima Madre de Mercedes, : predicando en este actoel R. P. Ferreyra Puebla.

EN VILLA MAIPU.—Grandiosas resultaron las fiestas r€zadas en honor de la Santísima Virgen de Mercedes, Patronala Parroquia. y departamento de Maipú.

Un número extraordinario de fieles .asistió a todos los ade ellas, llamando la atención la piedad y entusiasmo de loscurrentes. La misa de comunión general, la solemne, el panrico de la Santísima Virgen y la procesión fueron númerosllan tísimos.

El día oCho se jugó en la plaza de Maipti una tómbola .a .nefiCio de la Escuela P. Vázquez, que dirigen nuestros PP.dicha villa con et fin de dar enseñanza cristiana y gratis a nurosos niños y adultos que necesitan de

DE GRECIA.—Gracias al celo de los misioneros griego . Cl'colaboración con los Padres de la Merced, vemos extenderse poraquellas islas la devoción- al Sacratisimo Corazón de Jesús yNtra. SSma. Madre. En la Revista AggeliaAoros aparece eu pri-mera plana un hermoso grabado en el que se representa la i -11a-gen del Sagrado Corazón de Jesús bendiciendo a Atenas. En uiìOŠde los ángulos ondea el pabellón griego, d 1111estacándóse .debajo .

precedida de una bellísima Pastoral del Rvdmo. Makryonit s..

hermoso escudo de la Merced. Agradecemos muy d p

e veras el re-cioso dptisculo que acerca de la «Devoción al Sdo. Corazón y aNtra. SSma. Madre» publicó la casa editorial Nicolaos Ph rer

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