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Ministerio de Agricultura, Ganadería y PescaPresidencia de la Nación

Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria -INTA

Autoridades

Presidente del Consejo Directivo

Director Nacional

Presidente del C.R. Tucumán-Santiago del Estero

Director del Centro Regional Tucumán - Santiago del Estero

Director de la Estación Experimental Agropecuaria Famaillá

Coordinador del Proyecto Propio de la Red PRECOP II de INTA

Coordinador Proyecto Específico Cosecha

Coordinador Proyecto Específico Poscosecha

Coordinador Proyecto Específico Agroindustrias

Ing. Agr. Carlos Casamiquela

Ing. Agr. Néstor Oliveri

Ing. Zoot. Hugo Ricci

Ing. Agr. Eliseo Monti

Ing. Agr. Horacio Jáñez

Ing. Agr. Cristiano Cassini

Ing. Agr. Mario Bragachini

Ing. Agr. Ricardo Bartosik

Ing. Agr. Alejandro Saavedra

Ministerio de Agricultura,Ganadería y PescaPresidencia de la Nación

Proyecto Específico 1 - Módulo Tucumán - Santiago del EsteroProyecto Propio de la Red de Agroindustria PRECOP II

Centro Regional Tucumán - Santiago del EsteroEstación Experimental Agropecuaria Famaillá

ISSNº 1852-9399Informes técnicos del Proyecto PRECOP II - INTA EEA Famaillá

Año 2010 - Nº2

MECANIZACION DEL CULTIVO DE LA CAÑA DE

AZUCAR (Sacharum officinarum L.).

(Con especial mención a la Provincia de Tucumán)

Vicini, Luis Ernesto¹; Vicini, César Luis²

UNA MIRADA DESDE 1949 AL 2050

¹ Luis Ernesto ViciniIngeniero Agrónomo, Coordinador de los Proyectos, Precop II y Agricultura de Precisión en Tucumán y Santiago del Estero. Técnico de la EEA Famaillá del INTA en la Provincia

de Tucumán.² César Luis Vicini (corrector)

Profesor en Filosofía, Integrante del grupo de Análisis Epistemológicos de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP).

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Indice:

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Introducción

La Caña de Azúcar

La llegada de los tractores

Preparación del Suelo

Siembra (plantación)

Cultivo

Pulverización

Cosecha

Transporte

Hacia el año 2050

Resumen final

Agradecimientos

Bibliografía

INTA EEA Famaillá - Tucumán - Argentina - 2010

Mecanizacion del cultivo de caña de azucar (Sacharum officinarum L.) una mira-da desde 1949 al 2050.

(Con especial mención a la Provincia de Tucumán)

Introducción:

El objetivo de este trabajo es identificar las características principales de la mecanización en la producción de la caña de azúcar.

Analizar exhaustivamente la complejidad de factores que inciden en los pro-cesos de mecanización es una empresa que excede los límites de este artículo, por lo tanto, no se dará cuenta de los diversos factores sociales, económicos y políticos que determinan el estado actual del cultivo. El presente artículo es de carácter descriptivo, y se limitará a examinar la aplicación de distintas tecnolo-gías en la producción de caña de azúcar, dejando de lado la producción de azú-car, alcoholes, biocombustibles, y otros derivados. De esta manera, analizare-mos la preparación del suelo, la siembra, la pulverización, la cosecha, y el trans-porte de biomasa.

Debido al marcado carácter tradicionalista de este tipo de producción, fuer-temente arraigada en las costumbres, pero además porque actualmente se pue-den ver, en los pequeños productores y minifundistas, condiciones muy seme-jantes a las antiguas formas, consideramos relevante incluir y mencionar su his-toria, con el fin de exponer la antigua forma de producir, que recién se verá alte-rada significativamente en la segunda mitad del siglo pasado con la introduc-ción de distintas maquinarias.

Si bien no es un estudio histórico, mencionar la historia del cultivo de caña de azúcar nos permite exponer una característica esencial: Hablamos de una meca-nización medianamente reciente, con menos de 50 años, y que ha alcanzado un

“En medio de ese ruido de armas, empero, a 1.300 Km. del puerto, los tucu-manos inaugurarán -con el trapiche, la primera máquina que conoció el País- la industria del azúcar, que definirá su prosperidad en los años futuros. Una

prosperidad que se afian-zará explosivamente des-de 1876, cuando la llegada del ferrocarril conecte las provincias con el puerto de Buenos Aires y empiecen a llegar, en sus vagones, las máquinas que reemplaza-rán al rústico trapiche de palo movido por bueyes”.

(Juan B.Terán, historiador argentino, fundador de la Universi-dad Nacional de Tucumán en 1914)

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desarrollo mucho menor comparado con la mecanización en otros tipos de cul-tivos en nuestro país.

El cuerpo del trabajo está dividido en tres partes principales. Comenzaremos exponiendo las antiguas técnicas de producción de la caña de azúcar, mencio-nando brevemente la inclusión de maquinaria a mediados del siglo pasado.

Finalizado este primer momento, describiremos las técnicas actuales de pro-ducción, y el tipo de maquinaria que se emplea en el presente, teniendo en cuenta la preparación del suelo, la siembra, la pulverización, la cosecha, y el transporte de biomasa.

Por último, mencionaremos algunas de las nuevas tecnologías y la importan-cia de adoptarlas con el fin de transformar la producción de caña de azúcar.

La caña de azúcar:

Es un cultivo tan antiguo como la historia del País, junto con el zapallo y el maíz se desarrolló en las faldas de los cerros Tucumanos desde la época Colo-nial. La primera Agroindustria de la Argentina posición compartida con las cur-tiembres del Río de la Plata.

La producción de caña de azúcar (2009) se encuentra principalmente locali-zada en el la Región Nor Oeste (NOA) mayoritariamente en las provincias de Tucumán (~ 60%); Salta y Jujuy (~ 39%) y en escasa extensión en el litoral (1%), en la República Argentina.

La Caña de Azúcar (Sacharum officinarum L.) es una gramínea perenne de cosecha "anual". Nace, se desarrolla y vive varios años, se denomina "caña plan-ta" cuando se encuentra en su primer año, y "soca" a las de dos o mas años; así 'soca de 2ª', 'soca de 3ª', de acuerdo a la edad de la misma. Por lo general man-tiene rendimientos aceptables entre 4 a 6 años, y luego se la renueva, es decir se vuelve a plantar. Aunque excepcionalmente, se encuentran cañaverales de más de 8 años en buen estado y con buena o aceptable producción.

La superficie de producción se extiende en Tucumán, del Nor Este, hacia el Sud Oeste, a lo largo de la Ruta Provincial 301 ex Ruta 38, a ambos lados y hacia la zona llamada pie del cerro o pedemonte, con expansión-contracción hacia el Oeste, según los años. El Clima es Monzónico, Subtropical, Continental, con valores de precipitación media anual que van de los 700-800 m.m. al Este y los 1.200-1.300 m.m. al Oeste; con marcada ocurrencia en el verano y con inviernos y primaveras secos.

Las elevadas precipitaciones en volumen e intensidad ocurren al final de la primavera y durante el verano, como se dijo, que conjuntamente con las eleva-das temperaturas permiten que el cultivo logre una buena producción. El perío-do de gran crecimiento de la caña ocurre al final de la primavera – verano y comienzo del otoño (8-9 meses de crecimiento)

Las grandes propiedades, estancias de la época, criaban mulas, cientos de miles, y bueyes que fueron las primeras formas de "Mecanización" del cultivo, tanto en el surco como en el transporte; esto es, la primera forma de fuerza apli-cada a la producción, fue la "tracción animal", en los aperos de labranza y en los carros, en los procesos de cultivo y transporte de la Caña de Azúcar. (Figura 1).

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Figura 1: Cultivando Caña de Azúcar con bueyes, sistema que se mantiene en nuestros días entre productores minifundistas (pequeños).

Con el tiempo todo fue evolucionando, aunque por ser un cultivo muy ruti-nario, tradicional, y realizado durante muchos años sin el concepto Empresa-rial, sino mas bien como de agricultura familiar, muchas veces de subsistencia, no tuvo la dinámica de Mecanización de otros cultivos en el País - es decir fue muy lenta la incorporación de innovaciones en la maquinaria introducida al cul-tivo -, y el hecho es que hoy, algunas operaciones como plantación o siembra, despuntados y otras, se realizan manualmente, con el uso de obreros del surco, como se denominan las personas que trabajan en el campo en el cultivo y en la zafra-cosecha.(Figura 2).

Si bien el campo no evolucionó en una mecanización, importante, con inno-vaciones y de alta tecnología, tampoco lo hizo el Sector Industrial. Hasta 1990 los grandes Ingenios, que son las fábricas que transforman la caña y producen azúcar y sus derivados, fue una Industria vetusta, envejecida, ineficiente, inse-gura y altamente contaminante.

Sin duda los elementos antiguos de mecanización, los primeros, pasaron por los elementos rústicos construidos en madera, maderas duras, y con hierro for-jado en partes, atados con cueros al princi-pio; posteriormente hierro fundido y pie-zas o mecapartes y tor-nillos, bujes y tuercas de acero, etc..

La tracción, o fuer-za de trabajo, en esta etapa fue la "tracción a sangre" donde bue-yes, mulas y caballos representaban los ani-males unidos a la evo-

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Figura 2: Cosecha manual. Acondicionando manualmente la caña sin hojas cortada y despuntada, demanda gran esfuerzo físico y es lenta.

lución, a la producción de caña y su historia en el campo, en las fincas y también en el transporte de la caña a los Ingenios en una segunda etapa cuando comenzaron las fábricas de azúcar a fun-cionar.

La primera etapa fue artesanal y familiar, las familias producían y molían la caña en trapi-ches de madera para extraer el jugo. (Figura 3). Ese jugo se ponía a decantar luego de la coc-ción en pailas de cobre,

hasta juntar los cristales emergentes que luego se embolsaban o se distribuían como azúcar. (Figura 4).

En esta época no existía el transporte a Ingenios. Los excedentes comenzaron a forjar la comercialización del azúcar en tiempos de la "colonia". Fue el nacimien-to del comercio del azúcar, el Obispo Colombres (1778-1859), fue la figura emblemática que comenzó la organización de esas familias que plantaban caña y fueron las primeras productoras de azúcar por el año 1820, aunque se cultivaba desde un tiempo antes *.

Junto con los trapiches, vendrán la sangre nueva y las nuevas ideas.

De parte del sector científico, tres hitos marcaron acabadamente la riqueza intelectual agrícola de la Provincia de Tucumán; la creación por parte de don Alfredo Guzmán (1855-1951), en el año 1909 de la Estación Experimental Agrí-cola hoy Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC); la creación en 1913 por iniciativa de Juan B. Terán (1882-1938) de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y la creación del INTA en 1956. Pilares tecnológicos

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Figura 3: Trapiche de madera dura, encontrado en Río Blanco, data de más de 400 años. Palpalá, Jujuy.

Figura 4: Cocina a leña de barro y Paila de Cobre, hirviendo el jugo de la Caña, extraído del tra-piche. Río Blanco, Palpalá, Jujuy.

* En su casa, el Museo del Obispo Colombres se encuentra totalmente refaccionado en el Parque 9 de Julio en la Ciudad de San Miguel de Tucumán, como lugar histórico.

de la transformación agroindustrial de la provincia, vigentes hasta nuestros días.

Como todas las producciones, evolucionó de lo manual y empírico a lo meca-nizado y científico.

Hasta el año 1949, la productividad del cañaveral era realmente baja, debi-do, como lo analiza (Campi, 1999), a que se pagaba por tonelada, es decir se priorizaba el rendimiento cultural en lugar del porcentaje de azúcar de la mate-ria prima. La industria azucarera tucumana contaba con 28 Ingenios, 20 de estos poseían refinería mientras que eran 18 los que contaban con destilería de alcohol de melaza. Los propietarios de estos establecimientos se encontraban nucleados en el Centro Azucarero Regional (CAR). Los otros dos sectores rele-vantes, es decir, los cañeros y los trabajadores de las fábricas y el surco, consti-tuían grupos de aproximadamente 17.000 y de más de 100.000 personas res-pectivamente.

Los Industriales, como se dijo estaban nucleados en el CAR, en defensa de sus intereses ante el Gobierno y ante los cañeros independientes. Estos se comenzaron a agrupar y a hacer sus reclamos después de la organización de Unión Cañeros Independientes de Tucumán (UCIT) y nacía insipiente la FOTIA, la Federación Obrera de Trabajadores de la Industria Azucarera, cuando el malestar obrero llegó a quemar cañaverales de cañeros y huelgas frente a los Ingenios. Juan D. Perón en la presidencia de la Nación, anteriormente en la Secretaría de Trabajo y Previsión, inicia la reglamentación del trabajo obrero en la Caña de Azúcar, y ayuda a los Ingenios para una reconversión y moderniza-ción dentro del plan de ayuda a la Industria en general. Así se suceden años de regulación y desregulación del mercado del azúcar y de la actividad en general. En la década del 70 un ajuste feroz de la intervención militar en la Provincia reduce de 28 Ingenios a 11, de 280.000 has plantadas a 225.000 has en nuestros días; de 17.000 cañeros a no mas de 6.000 hoy; y de 200.000 personas en la acti-vidad a menos de 50.000 en la actualidad. Más de 600.000 tucumanos migra-ron a otras Provincias, principalmente al conurbano de Buenos Aires, en esos años.

Pese a estos terribles contrastes de contracción y desempleo, la actividad pro-siguió con concentración en la Industria y en las fincas, en manos de medianas y grandes Empresas.

El nivel tecnológico utilizado en los modelos de producción actuales, suele asociarse al tamaño de las explotaciones, destacándose la plantación (siembra) y cosecha (zafra) mecanizadas, el manejo de la fertilización según criterios de producción y calidad del sitio, así como también la selección de cultivares supe-riores y el uso de madurativos entre las técnicas de manejo utilizadas por los pro-ductores de avanzada. Hoy el 80% de los productores están tecnificados en todo o en casi todos los aspectos del cultivo y cosecha; y un 20% representan el grupo que aplica menor tecnología, donde prevalece la baja o nula utilización de insumos (herbicidas, fertilizantes y madurativos), cosecha manual o semime-canizada y mala gestión de venta, esto ocurre entre medianos y pequeños pro-ductores.

En Caña de Azúcar los costos totales están fuertemente influenciados por la

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maquinaria agrícola, fundamentalmente de cosecha y del transporte.

La Cátedra de Cultivos Industriales de la FAZ de la UNT, describe para la ense-ñanza a sus alumnos, las siguientes labores o etapas, desde la plantación (siem-bra), hasta la cosecha (zafra) de la Caña de Azúcar:

Preparación de los suelos, plantación, surcos, orientación, profundidad y dis-tancia. Manejo de la caña semilla, corte, transporte y distribución en el campo, troceado y tapado, épocas de plantación, plantación mecanizada, diversos sis-temas y su evaluación. Cultivo de la caña planta: consideraciones generales, des-costillado, desemboquillado, deshierbes, cultivos de trocha. Cultivo de la caña soca. Manejo del rastrojo, poda de cepas; descostillado, desaporque y apor-ques. Competencia de malezas. Competencia de comunidades de malezas y malezas específicas. Cultivo químico. Sus características principales. Formulacio-nes y aplicaciones de herbicidas en preplantación, preemergencia y post-emergencia. Sistemas de aplicación de herbicidas, precauciones en su uso. Ferti-lización, épocas y forma de aplicación. Riego de gravedad, goteo y subsuperfi-cial. Maduración, conceptos generales, manejo y maduración química. Cose-cha, planificación y organización de la cosecha, operación de cosecha manual, cosecha mecánica y semi-mecánica. Historia. Tipos de máquinas y sistemas en uso en diferentes países azucareros. La mecanización de la cosecha en la Repú-blica Argentina. Problemas de la mecanización de la cosecha. Evaluación de las cosechadoras de caña, uso de desecantes, carga mecánica, transporte y sus rela-ciones con la mecanización de la cosecha, sistemas y medios de transporte. Tras-bordo: diferentes formas. Manejo de la caña en el Ingenio. Materia extraña (trash), limpieza mecánica de la caña cosechada mecánicamente. Cosecha mecánica "en verde" y cosecha bi-anual.

Sobre cada uno de estos aspectos, descriptos anteriormente; para cada ítem enunciado, existieron y existen una infinidad de innovadores; en un primer momento empíricos y con el correr del tiempo apoyados en la investigación y experimentación agrícola.

Se dice que en Tucumán (la Provincia) existieron, desde el punto de vista de la maquinaria agrícola, tantos talleres como cañeros, y que cada uno aplicaba modificaciones a los diferentes aperos y herramientas que se iban creando para atender las diferentes labores descriptas mas arriba. Cada uno era un innova-dor. Tratando de hacer las labores más eficientes. De esa infinidad de micro talleres o empresas, pymes en su mayoría, nombres como Matalía-Díaz-Bonomi, Givogri hasta Indal S.R.L, hay cientos más; dedicados a la fabricación y/o reparación de maquinarias; en la actualidad siguen trabajando varios; y además, algunos, han tenido la experiencia de realizar exportaciones a Países limítrofes de sus maquinarias, algunos inclusive se han radicado en Bolivia, Para-guay y Brasil.

La llegada de los tractores

Pero retomando la mecanización del cultivo, fue durante la década de los 60 (1955-1960) donde entraron los primeros tractores, los altos, los de gran despe-je del suelo, los "cañeros" como se los llamó; que permitieron realizar labores

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totalmente mecanizadas en el entre surco, como descostillar, combatir male-zas, etc.; fueron los Fiat, Someca y John Deere de esa época, los que marcaron historia. La potencia de los mismos no superaba los 70 HP. Estos se pudieron ver en los campos, en las fincas, hasta más allá de su obsolescencia, algunos traba-jan hoy, es decir más de 2 décadas. Sí, 20 años en uso o más. Recién a partir de 1990 comienzan a ingresar los tractores más versátiles y con más y mayores pres-taciones y confort. Aquellos tractores "cañeros" cuando se cambió el modo de control de malezas y otras operaciones del entre surco, como el mantenimiento de malhoja (residuos) en superficie, surcos planos sin aporque, etc., dejaron de hacer estas labores para pasar a ser tractores de transporte, es decir llevar uno o varios carros cañeros de las fincas a los ingenios. (Figura 5).

Figura 5: Tractores con gran despeje desde el suelo, que permitía ingresar entre los surcos hasta avanzado desarrollo del cañaveral.

En muy poco número existieron tractores como los Intercontinental en los años 1930-44; Pampa 1948; Mac, Hanomag 1954; Case 1955; que indicaban el comienzo, el nacimiento, de una incipiente mecanización incontrastable con la gran cantidad de tractores y marcas existentes en nuestros días Ford-New Holand, Deutz-Fahr-Massey Ferguson, John Deere; Case, Valtra, etc.. Con potencias mayores a los 60 HP originales, sobrepasando en la actualidad los 160 HP.

Con el objeto de resumir y ordenar, este comentario, a continuación se des-criben algunas de las principales operaciones del cultivo, su grado de mecaniza-ción y los fabricantes nacionales o importados presentes, según el caso.

Preparación del suelo

La preparación del suelo se puede realizar sobre tierras recién desmonta-das, hoy prácticamente inexistente, o con caña como cultivo anterior o con otros cultivos anteriores; con arado, antiguamente "arado mancera" tirado por tracción animal o de rejas y vertedera con tractor luego; o arado de discos y hoy con rastras pesadas a extrapesadas, y subsoladores o cinceles, según las situa-ciones. Requiere potencia de tracción. Hoy se resume a varias pasadas de ras-tras pesadas de discos. Las industrias proveedoras de estos equipos son en su mayoría Nacionales, son las mismas fábricas radicadas en Santa Fe, Córdoba,

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Entre Ríos y Buenos Aires y algunas locales, que proveen de rastras y cinceles para culti-vos de granos u otros. Como por ejemplo Bicupiro, Walter, Genovese, Giorgi, Apache, Dol-bi, entre otras. (Figura 6).

Siembra (plantación)

Esta operación se realiza manualmente en la mayoría de los casos; existen plantado-ras mecánicas importadas, en algunas zonas del País como el Litoral, trabajan, bajo otras exigencias de suelos. En el Norte ingresan en la actualidad plantadoras desde Brasil, a las que con algunas modificaciones están adoptando los Ingenios prin-cipalmente en Salta y Jujuy; en Tucumán, no se ha convalidado una plantadora eficiente y eficaz. No supera la calidad de la operación manual del plantado. Hay algunos prototipos locales y se están realizando experiencias a campo.

Previo a la plantación, propiamente dicha y después de haber preparado el suelo, debe realizarse el Surcado, es decir preparar la cama de siembra, el surco donde se depositará la caña semilla, que son dos o tres pedazos de caña trocea-da, donde desde sus entrenudos en los que se encuentran las yemas nacerán nuevas plantas de Caña de Azúcar, al tapar y compactar el surco. (Figura 7).

Figura 7: Surcado mecánico y obreros al fondo plantando a mano caña.

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Figura 6: Típica rastra de discos, ultra pesada de tiro excéntrico utilizada en la preparación de suelo en Caña

de Azúcar.

Cultivo

Son varias las operaciones de cultivo: con posterioridad al Surcado, Tapado, Cultivo propiamente dicho, deshierbes, Fertilización. Y sus variantes. Los culti-vadores pueden ser de discos o a cincel; el fertilizador-abonador, en surco o en "costilla"; en fin, y otras operaciones, descostillado, etc. ya sea en caña "planta o soca". Caña planta es la que se denomina a la del primer año de vida del cañave-ral. Soca, es la caña de mas de un año, así se la denomina soca de 3ª, a la de tres años, etc..

En estos aspectos hay una rica experiencia de fabricación nacional de meca- partes o equipos completos. Todas Nacionales como por ejemplo: Kousal S.A. (ex Assa) de Lules, Tucumán; Navarro en Banda Río Salí; Audi, Collado, Ricardo y Puertas srl de S.M. de Tucumán; Ponti Rosso; T.H.E. en Concepción, Naciona-les y Tucumanas. Otras de Santa Fé como Jorge Patricelli Indujor; Favot; Dolbi; Fertimax; Genovese; etc.. Hay infinidad de talleres, también, que modifican, innovan y crean, en Tucumán, muchos hacen diseños propios; esta producción no es a escala, no utilizan normas de estandarización, ni de certificación, no con-tratan muchos empleados, no llegan a veces a ser Pymes, ya que el capital es mínimo, salvo raras excepciones. (Figura 8).

Figura 8: Rastras de paquetes (conjunto) de disco para el cultivo del entresurco en Caña de Azú-car, con y sin cajón fertilizador.

Hoy la tendencia es mantener el cultivo o los surcos planos, sin aporques, con movimientos de rastras y cinceles, sin invertir panes de tierra y mantenien-do residuos en superficie, para la conservación de humedad y control de male-zas pero también como mejor diseño para el trabajo de las cosechadoras inte-grales de caña.

Pulverización

Esta operación, que antes se realizaba a machete, asada o mochila, en for-ma manual; luego con mochilas neumáticas, también manual – pasó a mecani-zarse en un 100 % con maquinas pulverizadoras de arrastre, en el enganche de tres puntos o tiradas por tractor y en los últimos años con el ingreso al mercado de las autopropulsadas. Estas son de Industria Nacional; las mismas que provee la industria en la Pampa Húmeda para Granos; algunas diseñadas especialmen-te, para Caña de Azúcar como Golondrín (La Dulce); otras modificadas y adap-tadas para el cultivo como Pla, Favot, etc.. (Figura 9).

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Figura 9: Chapas deflectoras para aplicación dirigida de herbicidas unidos en barrales de bajada en pulverizadoras autopropulsadas para Caña de Azúcar.

En fertilización una experiencia de la EEAOC y empresas privadas, probó el equipo N-Sensor, (2000) de aplicación diferencial de Nitrógeno, experiencia asistida por el INTA Manfredi; y en la actualidad su Proyecto Agricultura de Pre-cisión, a través de sus equipos del INTA Famaillá y Paraná, realizaron experien-cias exitosas de medir variaciones de biomasa a "tiempo real", utilizando senso-res activos Green Seeker, montados en Pulverizadoras autopropulsadas, con el objetivo de llegar a manejar dosis variables de insumos en el futuro cercano, replicando experiencias en Tucumán y el Norte de Santa Fé. (Figura 10).

Figura 10: Cabezal Green Seeker RT200, para determinación de NDVI en Caña instalado en pul-verizador autopropulsado, Acheral, Tucumán 2008.

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También en menor medida, y para usos especiales como son el uso de madu-radores o desecantes y herbicidas, se utilizan aviones siendo contratistas aeroa-plicadores locales.

Hasta el presente en el cultivo comercial de la Caña de Azúcar, iniciado hace más de 150 años, han cambiado muchas cosas de envergadura en toda la pro-blemática tecnológica referida a esta planta sacarífera. (Mendoza, P.).

Por lo que resulta interesante realizar un comentario retrospectivo, que ser-virá también para los más jóvenes, y así entender el proceso y la evolución del cultivo.

Caña Planta, corresponde a la primera cosecha (1º año) luego de la planta-ción, cuando aparecían los primeros brotes de caña sobre la superficie, se comenzaban los trabajos de cultivo, iniciando con el "desboquille" a pala, sacan-do el exceso de tierra y controlando así las malezas de los surcos en brotación, también se utilizaban asadas como labor manual, para eliminar malezas. Se mantienen las trochas limpias con sucesivas pasadas de rastras, accionadas por mulas o bueyes (rastras de clavos, dientes; o discos); y se practicaba el "descosti-lle" en ambos lados de la línea de brotación con arados de discos accionados por animales. Posteriormente, de acuerdo a las condiciones ambientales y esta-do de las malezas, se arrimaba tierra en la "costilla", borde, de los surcos, above-dando el surco, dejándolo sobre el nivel del suelo, elevado (aporque).

Caña Soca. Luego de la primera cosecha (caña planta), los años siguientes se denominan "socas". La primera soca de un año, y así sucesivamente hasta llegar a soca cuatro (5ª cosecha). Se estima en cinco años la duración de un cañaveral. Aunque hay casos de mas de diez años con buena producción con 40 a 60 Tn de caña por hectárea, para épocas pasadas, cuando el trabajo descrito anterior-mente se realizaba en forma manual, con animales y demorando mucho tiem-po en realizarlo.

En la actualidad la producción oscila en 70 – 80 Tn por hectárea, con máxi-mos absolutos de más de 100 Tn, para esta zona azucarera cuando se utiliza correctamente la tecnología disponible.

Al hacer las labores culturales en la caña soca, el cañero ha venido tratando a sus plantaciones sin hacer distinción de socas de un año y de más edad. Emplea-ba el mismo sistema de cultivo en ambos casos, quema de malhoja, movía las trochas, descostillaba, desaporcaba, y volvía a aporcar (levantar bordes del sur-co). Estas operaciones se realizaban con una lentitud pasmosa, a veces por igno-rancia y otras por la escasez de mano de obra, sobre todo en el desaporque, labor que se realizaba exagerando, dejando la cepa descubierta por varios días, especulando que lloviese para arrimar tierra. Otra labor fue el riego, en general tomando agua de acequias (la riqueza de agua de ríos en Tucumán es muy bue-na) normalmente al inicio del rebrote en primavera, momento en que llueve poco. Las elevadas precipitaciones en volumen e intensidad ocurren al final de la primavera y durante el verano, que conjuntamente con las elevadas tempe-raturas permiten que el cultivo logre una buena producción. El período de gran crecimiento de la caña ocurre al final de la primavera – verano y comienzo del otoño (8-9 meses de crecimiento).

Hoy todas estas labores se han simplificado, se realizan con tractores y

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maquinarias específicas para cada caso, como se comentó anteriormente, aumentando la oportunidad, eficiencia, tiempo, y mejora en las condiciones de trabajo del personal obrero rural.

Cosecha

La gran operación, la operación madre del año; es la Zafra, donde se define el resultado de la campaña presente, y comienza a definirse la del próximo año, es decir una nueva Zafra Azucarera.

La cosecha de la Caña de Azúcar, en Tucumán ha experimentado profundos cambios en su modalidad operativa en los últimos 35 años. A comienzos del siglo anterior las labores de recolección se realizaban manualmente. Esto requi-rió la contratación de gran cantidad de obreros, año tras año; de la Provincia y los que venían de otras Provincias, "golondrinas" , a realizar la labor. Esta labor era de sol a sol, o mejor dicho desde antes del amanecer hasta sacar la tarea en horas de la tarde; con gran esfuerzo físico, y muy lenta; por mucho tiempo en condiciones inhumanas trabajaba esa gente. En algunos períodos del año, mayo a octubre, no el año completo. La tarea, la realizaban inclusive familias enteras.

Hoy la cosecha tiene varias modalidades, que han ido variando en su porcen-taje relativo a través del tiempo.

Estas son las modalidades más importantes, (Tabla 1):

Cosecha Integral: Es 100% mecanizada, donde una maquina cosechadora autopropulsada, corta, despunta, troza, limpia y carga a transporte o tolva todo el material que va a ser traslada-do a Ingenio.

Cosecha Semimecanizada: parcialmente mecanizada, corte mecánico y a veces despunte, y acondicionamiento manual y despun-te también manual en otros casos; se carga con cargado-ras a carros tolvas o cañeros en forma mecánica también. (Figuras 11, 12, 13 ).

Cosecha Manual: la más primitiva, rudimentaria y artesanal forma de cose-char, que se mantiene en algunas zonas de productores pequeños, de agricultura familiar. (Figura 2).

Figura 11: Cortadora mecánica instalada en tractor, sin despuntador.

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Figura 12: Cortadora despuntadota mecánica y acondicionamiento manual.

Después del corte, (en la base del tallo) y el despuntado, (en el extremo supe-rior) se acondiciona la caña sacando las hojas y preparando en "brazadas", con-juntos de tallos listos para ser cargados; esta carga al transporte se realizaba anteriormente a mano, cada carro cargaba unas 3 Tn; hoy con diversos siste-mas, de cargadoras hidráulicas, etc., se carga mucho más, en menor tiempo a carros tolvas autovolcables cañeras; pudiendo trabajar con o sin trasbordado-ras en las cabeceras para cargar transportes de mayor capacidad y llevar a Inge-nio, se transporta en forma mas eficiente más Tn por día.(Figura 13).

La cosecha mecanizada integral, tipo australiana, comenzó en la República Argentina en 1972 con las máquinas que introduce al país el Ingenio Ledesma de Jujuy y después le siguen Tucumán, Salta y el Litoral, a comienzo de la déca-da 1980-90, operaban en Tucumán unas 160 maquinas cosechadoras y hoy unas 220 aproximadamente.

Para la cosecha Integral, salvo el intento de 1975 de Indal s.r.l., se utilizan Maquinas Cosechadoras Integrales importadas. No hay cosechadoras de indus-tria nacional en Caña de Azúcar. Representadas por estas marcas Cameco, Toft; Class, MF, Case y John Deere.

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Figura 13: Cargadora frontal hidráulica, cargando carro cañero Java, con caña acondicionada en los surcos.

En Tucumán, en promedio, ya que algunas zonas hay predominio de un tipo casi exclusivo de cosecha; sobre una superficie de 225.000 has.; es:

Tabla 1: Modalidad de la cosecha en Tucumán Estimación 2006.

Fuente: Ullivarri, Sopena, Vicini.- EEA Famaillá -Tucumán.

La integral se realiza sobre caña verde, las dos restantes sobre caña quema-da, actividad que está prohibida y reglamentada en Tucumán con tendencia a que en 10-15 años desaparezca la modalidad de quemar los cañaverales, por el tipo de contaminación que acarrea; humo, cenizas, ácidos volátiles, disminu-ción de la visibilidad y accidentes.

La Estación Experimental Agropecuaria Famaillá del INTA presentó el "Pro-totipo Experimental de Cosechadora de Caña de Azúcar en Verde para Peque-ños Productores".

La misma consiste en una estructura de conformación simple acoplada a un tractor (entre 70 y 80 HP) con toma de fuerza y conexiones hidráulicas, que soporta y articula los siguientes elementos: cabezal despuntador, puntones embocadores, discos con cuchillas para corte de base, cilindros verticales y hori-zontales de conducción y traslado de las cañas y sector de deschalado o desho-jado. Este último dispositivo consiste en un pasadizo o túnel constituido por dos chapones laterales, que soportan varios rodamientos y los respectivos ejes. En los mismos se monta una diversidad de "actuadores" con diferentes diseños que, en forma giratoria, operan sobre las cañas, hojas y vainas, persiguiendo su desprendimiento. (Figura 14).

Figura 14: Cosechadora para caña verde, de baja inversión para explotaciones agrarias media-nas o pequeñas.

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65 %

Integral

30 %

Semi mecanizada

5 %

Manual

La salida de las cañas peladas es hacia un carro autovolcable (con capacidad para 2.000 kilos) para descargar la caña en las cabeceras del lote. Las transmi-siones son mecánicas, convencionales, sin motores hidrostáticos, lo que las hace económicas y sencillas de reparar.

Los técnicos de INTA aseguraron que esta máquina podría representar una solución para más de 1.500 pequeños productores del Área Central cañera de Tucumán que hoy no están en condiciones de evitar la quema de caña previa a la cosecha. Con ella, podrían realizar la cosecha "en verde" sin el impacto ambiental habitual.

Este desarrollo tecnológico se logró con el aporte y participación de diferen-tes unidades del INTA como la EEA Reconquista, el Instituto para la Pequeña Agricultura Familiar del NOA, el Centro Regional Tucumán – Santiago del Este-ro, la EEA Famaillá, el Programa Nacional de Cultivos Industriales y el Área Estratégica de Agroindustrias.

Transporte

Este aspecto ha desarrollado innovaciones en los últimos años, con respecto a la carga en los campos, por la necesidad imperiosa de acompañar a las cose-chadoras integrales y recibir el producto cortado y trozado en ese momento. Luego con trasbordadoras pasar a camiones o a carros de mayor volumen o capacidad de carga, para el acarreo a Ingenios. Los carros tolvas fueron evolu-cionando a mas robustos, de mayor capacidad, menor compactación de suelos por los rodados utilizados, mas ágiles y versátiles en la carga y descarga hidráuli-ca automática. Requieren mayor potencia de tiro, lo que obliga a transitar con tractores mas pesados en el interior de los surcos creando mayores problemas de compactación. (Figura 15).

El transporte para sacar la produc-ción de los campos también evolucionó notablemente, aunque en eficiencia y seguridad todavía queda un largo cami-no por recorrer. (Figura 16).

Los proveedores de estas tolvas y carros cañeros pesados y extra pesados o acondicionamiento de camiones para transporte a Ingenio, son empresas Nacionales Tucumanas. Audi, Collado, Assa-Kousal, Ponti Rosso, etc. Algunos son importados como las provistas por Cameco.

La cantidad de biomasa que hay que transportar, y primero producir, en Caña de Azúcar, millones de kilos de mate-ria seca, para la extracción de azúcar y sus derivados; hace que la Industria sea considerada Industria Pesada. (Figura 17).

A la materia prima cortada en forma manual o mecánica hay que acondicio-

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Figura 15: Cosechadora Integral cargando Carro autovolcante que la acompaña.

narla, desmalojar, sacar las hojas y despuntar. (Fi-gura 18).

La materia prima cose-chada manualmente, se transportaba en carros cañeros de madera accionados por bueyes y mulares en un comien-zo, donde los obreros cargaban directamente;

posteriormente se comenzó a transportar desde las fincas a cargaderos, esparcidos en el interior de la Provincia y cerca-nos a las áreas de producción, donde se la acondicionaba y cargaba en paquetes (Figura 19).

En la actualidad, si bien han dejado de funcionar muchos de estos cargaderos comunita-rios, todavía existen y algunos se utilizan en zonas fundamen-talmente de productores cañe-ros pequeños.

Una vez que el transporte llega al Ingenio, se descarga separando los diferentes tipos de cosecha que llega, esto es manual, semimecánica o inte-gral. La mayoría de los carros y camiones son autovolcantes en la actualidad, accionados en forma hidráulica, dejan caer su contenido de caña en las norias transportadoras que lle-varán la caña al interior del Ingenio para su lavado y prime-ros procesos de preparación para la posterior molienda y extracción de jugos y separa-ción de residuos. (Figura 20).

Figura 16: Cosechadora descargando en Camiones con caja autovolcante.

Figura 17: Camiones cargados con paquetes de caña a la espera de descargar en un Ingenio.

Figura 18: Acondicionamiento manual, despuntado de la caña cortada.

Figura 19: Cargadero, con malacate accionado por caballos, donde se acondiciona los paquetes de caña y

se cargan para ser trasportados a Ingenio.

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Hacia el Año 2050

La cantidad de biomasa que hay que transportar, pero primero producir, en Caña de Azúcar, son millones de kilos de materia seca, para la extracción de azú-car y sus derivados; hace que la Industria sea considerada Industria Pesada y la Producción, el proceso productivo primario, un proceso engorroso, tosco don-de las innovaciones y ciertos aportes de la tecnología se adoptan lentamente. La rutina, la forma de producción, la idiosincrasia del cañero, los ciclos económi-cos; han dado como resultado una actividad que tiene mucho menos Dinámica de Índice de Mecanización que otras, de la rama agrícola en el País.

En los últimos años, la maquinaria viene equipada con más tecnología y mejo-res prestaciones, fundamentalmente en tractores, también pulverizadoras autopropulsadas y cosechadoras fueron incorporadas a la producción. Estas maquinas son mas eficientes, mas confortables, mas seguras para los operarios con mayor confort, y también mas precisas y menos contaminantes si se las ope-ra bien.

De todos modos hoy existen huecos o vacíos de información de innova-ción, creatividad y automatización en numerosos procesos en el campo.

Se ha medido el rendimiento cultural en Toneladas/hectárea, georreferen-ciando puntos manualmente, y se observaron variaciones de más de 40 Tonela-das entre puntos cercanos dentro de un mismo lote, lo que abre un camino fér-til para investigar las causas y su posible corrección para mejorar los rendimien-tos de campo.

Esta experiencia marcó en la medida justa, la necesidad de medir las variacio-nes de desarrollo y estado general, dentro del cañaveral, y actuar de inmediato en su corrección con el fin de uniformar altos rendimientos para aproximar los valores de rendimiento al potencial del lugar.(Figura 21).

Quién no desearía tener, datos de rendimiento de producción en forma ins-tantánea y georreferenciada desde una cosechadora integral, al momento en que va cosechando un tablón o unos surcos de Caña. Cuánta información valio-sa para futuras prescripciones y para ayudar a los agrónomos de campo y a la planificación en general a tomar mejores y mas correctas decisiones al momen-to de fertilizar, controlar malezas, etc. (Figura 22).

Figura 20: Carros cañeros descargando en las transportadoras para que la Caña ingrese a la prepa-ración y molienda en el Ingenio.

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Figura 22: Mapa de índice de biomasa en un lote comercial de Caña de Azúcar obtenido con senso-res Green Seeker, a tiempo real, montados en pulverizadora autopropulsada, San José de Flores, Ache-ral, Tucumán 2008.

El órgano de valor económico del proceso agrícola de una unidad de produc-ción de caña de azúcar es "el tallo", que representa aproximadamente el 75% de su biomasa total. También lo es para la agroindustria.

Si este es el órgano principal, será al cual se le deberá dispensar el mayor cui-dado. Implantar, tratar y manejar hasta su cosecha e industrialización de la mejor forma posible y obteniendo todas las mediciones "a tiempo real" sobre su modificación y destino perfectamente georreferenciado, y analizado en cuan-to a sus propiedades, físicas, químicas, organolépticas, de sanidad y de calidad que tenga.

Reitero, seguimiento "a tiempo real" y durante todo el proceso, del tallo y sus modificaciones. Este es le verdadero desafío hacia el futuro.

Figura 21: Mapa de rendimiento georreferenciado de caña de azúcar Tucumán Argentina; Vici-ni, L.E. y col. (2007).

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Los implementos, (mecanización), en la caña de azúcar del futuro; deberán dar la información precisa, confiable, económica y rápida de la producción que se va obteniendo y de la calidad de la misma, minuto a minuto; esta debe ser tra-zada desde el campo, las fincas, hasta el consumidor, en las góndolas. Los con-sumidores quieren alimentos sanos y saludables, de altísima calidad nutricional y al menor precio posible.

A su vez esa producción (la forma) y las máquinas que se ocupen de ella o intervengan en ella, deben ser amigables con el medio ambiente, así como las acciones de decisión del hombre; no contaminantes con sus gases y ruidos y con confort y protección de los operadores y las personas que estén involucradas. Todos los movimientos, pasos, procesos y resultados, deben registrarse o que-dar registrados o enviarse a distancia, a tiempo real, de modo que toda la pro-ducción tenga un seguimiento, control y evaluación en todos sus aspectos. Esta es la producción del mañana. La del azúcar y sus derivados.

La maquinaria debe ser capaz de responder a estos requerimientos, donde la robótica, la informática, las comunicaciones, la biotecnología, las nanocien-cias y los productos y procesos, los modelos predictivos, y las normativas de cer-tificación, deben ser adaptados y adoptados a la maquinaria y por las personas para cumplir con estos fines.

Los subproductos múltiples de la molienda y la transformación requerirán el mismo tratamiento que el tallo, en cuanto al seguimiento desde la plantación, la trazabilidad, y llegar al consumidor o uso final se refiere.

En caña de azúcar, los costos de fertilización son relativamente bajos, por-que los costos totales están fuertemente influenciados por los costos de la maquinaria agrícola y del transporte. Sin embargo, existe el potencial de aumentar la rentabilidad a través de la dosis variable de fertilizantes y de enca-lado (Roloff & Focht, 2006).

Métodos de "sintonía fina" en el manejo por ejemplo del Nitrógeno y otros nutrientes, solo deben aplicarse sobre cultivos que han sido agronómicamente bien conducidos o manejados.

Es reconocido que el potencial productivo de los suelos, así como también de otros factores de producción, presentan heterogeneidades a diferentes escalas de resolución espacial, sin embargo aun este tipo de información no es comúnmente empleada en el diseño de recomendaciones de manejo, lo cual permite suponer la existencia de ineficiencias productivas derivadas de la gene-ralización de las recomendaciones agronómicas a nivel de fincas y/o unidades de producción.

En este sentido, la Agricultura de Precisión (AP) entendida como la aplica-ción de tecnologías y principios para manejar la variabilidad espacio-temporal asociada a los aspectos de la producción agrícola (Pierce y Nowak, 1999) permi-tiría explorar y dimensionar el beneficio productivo y económico de adecuar las prácticas de manejo de forma sitio-específica.

La utilización de este tipo de mediciones informa sobre el tipo y grado de heterogeneidad espacial que existe en cultivos de caña de azúcar en lotes de producción comercial, información que permite inferir el grado de aplicabili-dad de la técnica para el manejo variable de N y de otros insumos.

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Resumen final

Desde las primeras formas de producción, que comenzaron hace más de 150 años, hasta la segunda mitad del siglo XX el cultivo de caña de azúcar práctica-mente no sufre rupturas significativas en lo que concierne a la tecnología aplica-da. Básicamente se trata de un cultivo realizado manualmente por los trabaja-dores y con la aplicación de 'tracción a sangre'.

La primera revolución se produce a partir de la segunda mitad del siglo XX con la introducción del tractor y otras maquinarias. Si bien esta tecnología se ha ido perfeccionando, haciendo más eficiente la producción, las innovaciones no representan cambios cualitativos que permitan identificar una ruptura o revo-lución en lo que se refiere a la mecanización desde la década de los '60 hasta la actualidad. Sin embargo, aunque no mencionamos estos pequeños perfeccio-namientos, las innovaciones han ido conformando el estado actual de la pro-ducción de la caña de azúcar, estado actual que consideramos como la expre-sión del mayor grado de mecanización alcanzado en este tipo de cultivo en la provincia de Tucumán. Es decir, reconocemos un progreso ininterrumpido; entendiendo por progreso, la mayor eficiencia en la producción actual con res-pecto a la anterior.

Por último, es importante mencionar los desafíos y oportunidades que se le presentan a la producción de caña de azúcar con miras al futuro. La aparición de los bio-combustibles, las nuevas tecnologías de posicionamiento satelital, entre otras, presentan un horizonte de acción que debe orientar a la produc-ción hacia la recolección de datos con el fin de mejorar la eficiencia: evaluar los suelos, los fertilizantes, la no contaminación, etc.

Se puede decir que el sector cañero manifiesta cierta resistencia a la innova-ción, la creatividad y la automatización en numerosos procesos propios de la actividad. Para lograr una mayor eficiencia, es de vital importancia tanto la aceptación, por parte del sector cañero, de las nuevas tecnologías de medición y el manejo 'instantáneo de la información' como así también apoyar la investi-gación de los distintos organismos y expertos.

Este puede ser el camino para una ruptura inminente, una verdadera revolu-ción en la idiosincrasia del cañero, el próximo paso en la mecanización, la aplica-ción de la última tecnología en la recolección de información. En este sentido, la Agricultura de Precisión permitirá explorar y dimensionar el beneficio producti-vo y económico para adecuar las prácticas de manejo de forma sitio-específica.

A mediano y largo plazo, las pautas ambientales y la innovación tecnológica en los equipos impulsarán la incorporación de tecnologías de AP en caña de azúcar.

Este primer análisis de la situación de la maquinaria agrícola del sector Cañe-ro en Tucumán, ha sido solicitado por el Proyecto de Cosecha, Poscosecha y Agroindustrialización en Origen (PRECOP II) del I.N.T.A.; (2008-2011), dista de ser completo, pero intenta una primera aproximación en el ordenamiento de una actividad que desde el año 2000, ha tenido grandes cambios en su estructu-ra productiva, gerencial y de manejo, no solamente en sus fincas, sino en las

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fábricas, los Ingenios, que han mudado de ser propiedad de las familias tradi-cionales, para ser absorbidos por capital de diferente origen, de grupos Nacio-nales y Externos.

El número de productores se ha reducido notoriamente, con la consiguiente concentración de la tierra en menos manos pero también para el mediano y pequeño productor son validos los conceptos, aquí vertidos, de mejora en la productividad y todos los elementos de confor y de automatización de la maquinaria, las que deberán ser diseñadas y posibles de alcanzar e incorporar para este segmento de importancia tradicional en el cultivo.

Además, del histórico designio de producir y endulzar al mundo, comienza el desafío de producir combustibles, biocombustibles para el reemplazo del fósil.

La sucroquímica y la alcoquímica serán el desafío a desarrollar en forma acce-sible para todos y en armonía con el medio ambiente desde ahora.

Por lo tanto hay un horizonte optimista en el desarrollo futuro de la activi-dad.

Se agradece la Colaboración especial:

BRAGACHINI, Mario. Ing. Agr. MsCs.. Coordinador del Proyecto Nacional Agri-cultura de Precisión y Maquinas Precisas y del Proyecto Específico de Cosecha – PRECOP II. Técnico del INTA Manfredi. Córdoba. Consultor de Instituciones, Cámaras y Empresas Nacionales e Internacionales..

GONZALEZ LLONCH, Carlos. Ing. Agr. Ex técnico de la Sección Caña de Azúcar de la EEA Famaillá del INTA. Asesor Particular. Secretario de Unión Cañeros del Sur de la Provincia de Tucumán.

MENDOZA, Pedro. Agrónomo. Ex técnico de la EEAOC y de la Sección Caña de Azúcar del INTA Famaillá. Asesor Particular. Tucumán.

SOLDATI, Aldo. Ing. Agr. Productor Agropecuario (Cañero) Ex Presidente de U.C.I.T., durante tres períodos (1992-2000). Tucumán.

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