JOSEP MARIA RUIZ SIMON

La misión de SOS es promover la visión de unasociedad basada en los principios de Ingsoc, ar-ticulados por primera vez por George Orwellen su profética novela 1984”. Dada la afición

de los neoconservadores por la literatura de Orwell, a laque ya me he referido en algún que otro artículo, podríapensarse que la cita que encabeza este escrito forma par-te de los estatutos fundacionales de algún bien patroci-nado think tank de la derecha estadounidense. Pero noes el caso. SOS son las ambiguas siglas de Students foran Orwellian Society, un club de estudiantes con presen-cia en muchos campus norteamericanos y de presupues-to limitado.

Si hemos de creer lo que cuentan sus portavoces, elclub fue creado antes del 11 de septiembre del 2001 ysus principios no tardaron en alcanzar un notable éxito:tras lo sucedido en esta fecha, los miembros de SOSfueron capaces de convencer a numerosas figuras de lapolítica nacional y local para que compartieran sus obje-tivos.

En la página web de la asociación pueden constatarse(convenientemente ordenados de acuerdo con los le-mas la guerra es paz, la libertad es esclavitud y la igno-rancia es fuerza) los notables y progresivos avances con-seguidos en la implementación de su programa desde laaprobación de la Patriot Act hasta hoy pasando por lapuesta en marcha de las campañas de Afganistán e Iraq.Y también pueden seguirse las actividades que promue-ven, entre las que cabe destacar las lecturas públicas dela distopía de Orwell y representaciones de La granjaanimal. En parte alguna consta ninguna relación deSOS con otro evento de raigambre orwelliana: los BigBrothers Awards (premios Gran Hermano) auspiciadospor la ONG Privacy International y que cada año pre-mian, en al menos quince países, las empresas, socieda-des y personas que más han contribuido al desprecio alderecho a la privacidad y a la promoción y el control delos individuos.

Dado el aparente peso del club en la política recientede EE.UU. y ante la inminencia de unas elecciones pre-sidenciales, no podía dejar de surgir un debate sobre la

naturaleza política delSOS. Brent Labs, estu-diante de Ciencias At-mosféricas y miembrode la asociación, inten-tó zanjar este debateen una carta al direc-tor aparecida el mespasado: “Nuestro club–afirmaba– no es ni li-beral ni conservador;es orwelliano. A dife-rencia de los liberales

y los conservadores, no proponemos dogmas particula-res, sino un sistema sobre cómo implementar las doctri-nas del Ingsoc. No nos importan los qués, sino loscómos”.

Como podía esperarse de un miembro del SOS, suspalabras, su peculiar manera de arrojar a la hoguera deldogmatismo a quienes no comparten el propio credo,son un buen ejemplo de la neoparla orwelliana.

En cualquier caso, Labs no escamotea sus apreciacio-nes sobre los principales candidatos: “Kerry apoya mu-chos de los objetivos de SOS. No sólo apoyó la guerra deIraq, sino que también votó la Patriot Act. Kerry esmuy orwelliano, pero Bush, que puso en marcha la gue-rra, lo hizo mucho mejor”. Sin duda, se trata de un finoanálisis de la realidad política norteamericana que po-ne de manifiesto que su transversalidad es una de lasprincipales razones del éxito de la implementación delprograma del SOS.c

Ignacio Quemada Sáenz-Badillos(Logroño, 1963) fue la sorpresa de es-tos FAD. Discípulo de Moneo, conquien colaboró estrechamente en el

Kursaal de San Sebastián, obtuvo una men-ción con su deslumbrante bodega riojana.

–¿No le incomodó construir en medio deuna viña?

–Lo último que me apetecía ver allí eraun edificio de 46.000 metros cuadrados.Quizás por eso mi primera decisión fue ente-rrar la mayor parte del volumen construido.La propiedad se animó a hacerlo, pese al so-brecoste, porque entendió que esta eleccióntenía otras grandes ventajas.

–¿Cuáles?–Bajo tierra, a cubierto del sol, con tempe-

ratura y humedad estables, se dan las condi-ciones ideales para la crianza del vino sinnecesidad de sistemas de climatización.

–¿Es ésta una práctica habitual?–No. Las bodegas necesitan a veces edifi-

cios muy altos, de hasta 16 metros (el equi-valente a cuatro pisos). Nuestra fachada norebasa los siete. Y, además, tiene vocaciónde pieza de land art integrada en el paisaje.

–¿Dígame otros objetivos de su obra?–La otra idea fundamental era construir

una bodega para el siglo XXI en las mejores

condiciones y con materiales modernos, pe-ro incorporando las sensaciones y espaciosde las tradicionales: la oscuridad, la penum-bra, ese ambiente donde casi se siente comoel vino descansa y el visitante cree entrar enun territorio ajeno. En definitiva, se traba-ba de recuperar una atmósfera natural conuna arquitectura nueva.

–Esto le ha obligado a usar recursos teatra-les, escenográficos, en el interior.

–He trabajado supeditado siempre a lafuncionalidad, a lo que pedían los enólogos.Pero he intentado que esos espacios tuvie-ran también un interés para las visitas. Yahí sí hemos echado mano de algunos recur-sos escenográficos. Creo que los visitanteslo aprecian, que esta bodega les emociona.

–¿Y eso cómo se logra?–Con un uso imaginativo de los forjados

industriales prefabricados, que se han com-binado con madera de roble. Reconstruyen-do ese ambiente de caverna propio de las bo-degas. Y recurriendo a los colores naturales–ocre, cuero, malvas– que hallamos al exca-var el terreno.

–¿En qué anda ahora?–Estoy haciendo un centro de acogida y

un edificio de viviendas en San Sebastián, yuna fábrica de juguetes en Lardero. – LL. M.

“He querido recuperar la atmósfera naturalde una bodega con arquitectura nueva”

TRAS EL 11-S,

los miembros del

SOS convencieron a

muchos de compartir

sus objetivos

LLÀTZER MOIXBarcelona

El aulario del campus universi-tario de Vigo, de Miralles-Ta-gliabue, mereció el martes unpremio especial en el seno dela 46.ª edición de los FAD. Be-nedetta Tagliabue (Milán,

1963) cuenta aquí detalles de la obra, consi-derada como una de las mejores del arqui-tecto catalán desaparecido en el año 2000.

–¿Cuál fue la idea inicial del proyecto?–Lo primero que vimos es que debíamos

construir en una montaña pelada, sin árbo-les, donde ya se levantaban varios edificiosseparados. Pensamos que lo primero era or-ganizarlos de algún modo, aprovechando laconstrucción de nuestras piezas.

–¿Y cómo lo hicieron?–Lo hicimos inventándonos una cota pla-

na, inexistente en ese solar en pendiente, yconstruyendo una plaza sobre la que dispusi-mos el aulario y alrededor de la cual organi-zamos el conjunto de edificios del campus.

–¿Qué determinó la forma del aulario, tanalejada de las convencionales?

–Hubo que hacer un gran movimiento detierras para la construcción de la cota plana.

Nuestro aulario participa de esa idea de mo-vimiento. Quizás su forma tenga tambiénque ver con los árboles ausentes; de algunmodo los sustituye; como ellos, tiene másmasa en su parte superior que en la inferior.La idea de ponerlo elevado era casi obliga-da, dadas las vistas. Nos gustaba ver nuestraobra como parte del paisaje.

–El aspecto exterior de la obra es algoagresivo. El interior, en cambio, es cálido.

–Al disponer las aulas intentamos que ca-da una tuviera un ambiente de recogimien-to, como si fuera la única existente. Sus ven-tanas son discretas. En cambio, los ventana-les que dan al pasillo, frente al paisaje, bus-can la máxima relación con él.

–Esta posición elevada contrasta con la desus otras construcciones en el campus.

–Sí. El edificio de servicios, con tiendas,restaurante y bar, lo colocamos medio sote-rrado, como prolongación de la montaña.

–¿En qué trabaja ahora?–En la conversión del viejo puerto de

Hamburgo en espacio público. También enuna operación similar, en el frente fluvialde Santa Coloma de Gramenet. La torre deGas Natural en Barcelona sigue creciendo.Y el 9 de octubre la reina Isabel II inaugura-rá nuestra sede del Parlamento de Escocia.c

Bodegas Juan Alcorta“Espacios de gran valor

escenográfico yacertada adaptación

al paisaje”

El Club Orwell“Nuestra obra en el campusde Vigo es parte del paisaje”

Mención

LOS FAD DE ARQUITECTURA 2004 Hablan los galardonados

MIRALLES–TAGLIABUE

Premio especial

Aulario en Vigo“Un artificio

geográfico lleno dematices espaciales”(Del acta del jurado)

IGNACIO QUEMADA

38 LA VANGUARDIA C U L T U R A JUEVES, 24 JUNIO 2004