pittacus lore - lf14 ultima defensa

8/17/2019 Pittacus Lore - LF14 Ultima Defensa

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Pittacus LoreSOY EL NÚMERO CUATRO: LOS ARCHIVOS PERDIDOS: LA ÚLTIMA DEFENSA

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TRADUCIDO POR:


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NO TE OLVIDES DE APOYAR EL HASHTAG:

#LorienLegaciesOnNetflix


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CONTENIDOS

Capítulo Uno

Capítulo Dos

Capítulo Tres

Capítulo Cuatro

Capítulo Cinco

Capítulo Seis

Capítulo Siete

Capítulo Ocho

Capítulo Nueve

Capítulo Diez

Capítulo Once

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Acerca del Autor

Libros de Pittacus Lore

Copyright

Acerca del Editor


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CAPÍTULO UNOTRADUCIDO POR: Sarah Bleeding Hart, Amada Líder

CORREGIDO POR: Amada Líder

EL SKIMMER MOG SE ELEVA SOBRE ASHWOOD ESTATES y dispara hacia

el horizonte. Seis, Marina y Adam están a bordo. Un puñado de niños—

adolescentes, técnicamente, que para mí son niños aún—listos paracruzar el continente en busca de un lugar llamado el Santuario. Algún

lugar del cual solo conocen porque años atrás, durante una de las

muchas lagunas mentales de mi memoria, Les dije a los Mogs que

existía y que era importante para el futuro de los Lorienses. Esperopor nuestro bien que eso sea cierto. La tierra se enfrenta a una

invasión y necesitamos toda la ayuda que podamos obtener.

He estado atormentado mi cerebro tratando de recordar cualquier

cosa sobre ese lugar que aparentemente es tan importante para losLorienses. Cualquier detalle en absoluto. Pero no he salido con nada, y

realmente ya no hay tiempo para recuperar esos recuerdos. Tengo

muchas otras cosas por las cual preocuparme. La más importante es


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mi hijo, Sam. Él se está poniendo en peligro. De nuevo. Y está a punto

de ir a Nueva York con John y Nueve y un par de agentes del FBIquienes se unieron de nuestro lado para parar a un político corrupto y

exponer la amenaza Mogadoriana.

Mientras veo el skimmer desaparecer contra en sol de la mañana, Me

pregunto qué clase de padre deja que su único hijo se vea envuelto en

tanta violencia y muerte. Me pierdo en esa pregunta, incapaz de

encontrar una respuesta adecuada, cuando la voz de John Smith

rompe mi aturdimiento.

—Mierda, ese lugar se ve como una zona de guerra. Pensé que

habíamos obtenido el máximo de fuegos la última noche.

Giro y lo encuentro pisando en un lugar ennegrecido del césped, una

brizna de humo vagando alrededor de su zapato. Detrás de él seencuentra la casa de infancia de Adam las ventanas delanteras

eliminadas por la pelea de ayer. Ahora nuestra base de operaciones

improvisada.


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—Pienso que la remodelación que hicieron chicos, es realmente una

mejora—digo haciendo un ademan hacia la casa en el final del bloqueque fue completamente demolida —Siempre odié ese tipo de casas

con forma de molde para galletas1.

Estoy tratando de mantener las cosas ligeras para ocultar mi

preocupación de las cosas que están por venir. Para poner una cara

valiente.

—Si yo fuera usted, no me importaría mirar este lugar en llamas.

Él cruza su mirada con la mía y me sonríe, Pero puedo decir que meestá evaluando. Como el líder no-oficial de los Lorienses, John debe

pensar que es su trabajo preocuparse por todos. Y tiene sentido que

tenga su mirada sobre mí. No es hace mucho, que estuve en cautiverio

en las instalaciones localizadas directamente bajo nuestros pies- lostúneles, laboratorios de investigación y mesas de operaciones en lo

profundo de Ashwood, donde la brutalidad de los Mogs fue permitida

1 cookie-cutter house: a traducción litera seria casa de cortados de galletas o de molde para galletas, en el lenguajeurbano estadounidense así se llama a las casas baratas, prefabricadas en conjuntos en donde todas las casas son iguales.


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de incubar y prosperar. De no ser por Adam, yo hubiera muerto ahí, O

peor. No puedo imaginar cuan “peor” hubiera sido en mi caso, pero notengo ninguna duda de que los Mogs son capaces de hacer cualquier

cosa más terrorífica que la misma muerte. Si hay alguien aquí que

terminará enloqueciendo. Yo soy el candidato más probable.

Aun así, esto me hace sentir terrible en algún lugar en lo profundo de

mis entrañas, como si tuviera que probar mi valor para la causa.

Talvez no me sentiría de esa manera si no hubiera sido yo el que

derramó tantos secretos Lorienses a los Mogs, incluso si fue en

contra de mi voluntad. Esa es una de las peores partes de no recordargran parte de la última década: todo lo que tengo que mostrar para

esos años de ausencia es traición, dolor y el conocimiento de que mi

familia no tenía la menor idea de lo que me había pasado en todo ese

tiempo.

Sacudo mi cabeza, tratando de reordenar mis pensamientos. Uno de

los efectos secundarios de ser mentalmente manipulado por los Mogs

es que me distraigo fácilmente, propenso a perseguir recuerdos-


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olvidados como si fueran conejos a través del país de las maravillas.

—Supongo que tienes razón— digo.

—Debería tratar de descansar un poco—dice John, con una arruga

formándose en medio de sus cejas. —Trate de no sobrecargarse de

trabajo. ¿Cuándo fue la última vez que durmió?

—¿Quién necesita dormir si tengo café y videos caseros

Mogadorianos que ver? —pregunto con una sonrisa inerte —He estado

revisando los videos que encontramos en los archivos debajo de

Ashwood después de tomar el barrio residencial ayer.

—Gracias por ayudarnos con eso. ¿Quién sabe que podríamos

aprender de esos archivos? Usted es el único por aquí a quien

podríamos confiar información tan importante como esas. Aún con los

agentes de Walker de nuestro lado.

Lo que él dijo, lo quiso decir como un cumplido, estoy seguro, pero hay

un subtexto en esas palabras. Podría no darse cuenta de lo que me


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está diciendo, pero me está recordando que no hay espacio para mí

en la próxima misión. Alguien necesita quedarse aquí y examinarcuidadosamente la información, y yo solo soy un anciano, bastante

bueno con un rifle, no un luchador como ellos. Mi lugar está aquí. Él es

un líder notablemente carismático para su edad. Tengo que seguir

recordándome a mí mismo que solo es un adolescente, en unmomento de su vida en donde debería estar aprendiendo pre cálculo o

química. Todos esos niños actúan como si fueran diez años mayores

de lo que son realmente (excepto, talvez, por Nueve, cuya

personalidad parece haberse estancado a la edad de trece.)

John asciende a un enorme halcón posado en una rama por encima de

nosotros.

—Las Chimæras están patrullando el área en caso de que los Mogs se

den cuenta de que no hay respuesta en cuanto a Ashwood y decidan

investigar.

—Si los Mogs realmente se están preparando para la invasión,

tendrán cosas más importantes en que pensar que Ashwood—digo


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—Aun así, ellos podrían regresar. Además…— Mira hacia alrededor,

asegurándose de que nadie pueda escucharlo. —Walker y su equiponos están ayudando por ahora, pero me siento mejor sabiendo que las

Chimæras lo protegerán solo en caso de que cualquier cosa pase.

Cuidarán de usted hasta que nosotros volvamos.

—¿Sabe silbar?

—Claro.

—Bien. Gamera es su nuevo guardaespaldas personal. Si usted silba el

vendrá corriendo. O volando, o como sea— encoge sus hombros— Esafue idea de Sam. Piensa que tiene un punto débil por Gamera ya que

usted lo nombró. De cualquier forma. Les dije a todo ellos que se

mantuvieran fuera de vista la mayor parte del tiempo. Los agentes de

Walker saben lo que son, pero no se mostrarán, tienen instruccionesno de cambiar frente a ellos. Mientras menos personas sepan sobre

las Chimæras, mejor.

El frente de la puerta se abre y Sam desciende por el pórtico


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sosteniendo un plato con pila enorme de discos amarillos. Uno de ellos

agitándose en su boca, aleteando mientras él salta por el césped

—Tío, tienen waffles congelados ahí dentro— le dice a John mientras

mastica— No sé si eran del papá de Adam o si los federales los

trajeron consigo o qué, pero hay como diez cajas en el congelador —

dice sacudiendo la cabeza — Todos estos waffles y no hay jarabe. Esos

monstruos.

—Dulce— dice John, alcanzando uno.

Sam huye, enroscándose alrededor del plato, poniéndolo fuera de sualcance.

—Estos son míos, búscatelos tuyos. Pero date prisa. Nueve sigue

retando a los muchachos del FBI a torneos de pulso y estoy seguro

que Walker está a punto de sedarlo o algo.

John niega con su cabeza y vuelve a mirarme. — Recuerde: solo

silbe— entonces se dirige a dentro.


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— ¿Te gustó eso? —pregunta Sam, con la cara iluminada — me refiero

a lo de silbar— Fue totalmente mi idea. Fue lo que John dijo. Brillante.

Sonríe abiertamente mientras me muestra su plato.

Levanto mis cejas — Pensé que esos eran para ti.

—Solo come algunos waffles. Papá. Dudo que asaltes la nevera

durante tus secciones de toda la noche hurgando en los archivos—

Como si fuera una señal, mi estómago gruñe.

—¿Ves? — Pone el plato sobre mis manos, tomando dos waffles más

para él. —Están haciendo café ahí dentro, pero esos agentes son tan

adictos a él como tú. Yo traté de conseguir una taza, y uno de ellos

realmente me gruñó.

—Sam— Digo. No quiero echar a perder su estado de ánimo, peronuestro tiempo juntos es tan corto —Yo sé que todo esto no es nuevo

para ti, pero ese viaje hacia Nueva York puede volverse muy peligroso.

Si Setrákus Ra está planeando una aparición pública y algo le sale mal.


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—Lo sé— me corta. Seré cuidadoso. Si nos metemos en alguna pelea,

le dejaré los actos heroicos a los actuales superhéroes aliens tantocomo pueda. No te preocupes por mí. Solo ve si puedes encontrar algo

aquí que nos ayude a derribar a esos Mog cabezas de mierda.

Le doy un suspiro exagerado.

— ¿Qué diría tu madre si te escuchara hablar así? Como si maldecir

se registrara como un problema en este punto de nuestras vidas.

Honestamente no estoy seguro de donde viene esa reacción. Supongo

que parte de mi aún está tratando de ocultar la preocupación, como si

decirles a estos chicos lo asustado que estoy por ellos —por Sam—

yendo a las líneas del frente, podría destruir de alguna manera su

aparente capacidad ilimitada de valentía.

— Creo que eso me asusta menos que regresar a casa cuando todotermine. Mamá va a encadenare en mi cuarto y no me dejara ver el

mundo exterior de nuevo nunca más. Oh, hablando de eso, talvez

debería llamarla de camino y hacerle saber que aún estoy vivo.


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Pienso en mi esposa. La última vez que la vi— cuando regresé después

de años de haber estado perdido solo para enterarme que Samtambién había desaparecido —Ella no estaba encantada de oírme

diciendo que la culpa de mi desaparición fueron los aliens. Desde

entonces ella no ha estado muy interesada en hablarme.

— Hazlo— digo — Solo recuerda que probablemente su teléfono este

intervenido, así que no detalles. Voy... esperaré hasta que tenga algo

bueno que contarle. Entonces llamaré.

—Eso me recuerda. Aquí — dice, acercando un teléfono satelital negro

hacia mí. Acaricio mis bolsillos, al darme cuenta de que no estaba

llevando el mío. Sam continua —Si, este es tuyo. Adam se metió con él.

Aparentemente el conocimiento de los sistemas de comunicación en la

Tierra es realmente básico. Se supone que tendrá señal, como, en

cualquier lugar. O eso dice él.

—Excelente— digo— Todos deberían empezar a usar uno de estos.

Sam se encoge de hombros—Supongo. Pero tú sabes en cuantas


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peleas nos meteremos. La electrónica no durará mucho alrededor

nuestro. Por eso te lo estoy dando a ti. Le hablaré sobre hacerme unocuando él regrese.

La puerta se abre detrás de él y John sale, seguido por Nueve, La

Agente Walker, y un par de otros federales, a los que aún no me han

presentado.

—Bien— dice Nueve con una sonrisa. —Vamos a golpear unas cuantas

cabezas políticas malvadas en la Gran Manzana.

Sam rueda sus ojos. —Mantén el teléfono contigo. Papá, te llamarécuando tenga noticias.

Trata de darme un abrazo rápido, pero tiro de él. — Adiós, hijo, ten

cuidado.

—Te veré pronto— y solo con eso, él se ha ido.

Todos esos niños piensan que son invencibles, pero no lo son. Incluso

algunos Garde con todas sus habilidades, fueron asesinados. Por un


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segundo pienso que si hablo con Sam lo sacaré de esto. Llamarle y

decirle que se quede en una estación de gas o algo, donde yo podríarecogerlo. Él podría ayudarme a rebuscar a través de años de datos

Mogadorianos almacenados en las instalaciones subterráneas. Pero

sé que nunca estaría de acuerdo con eso, y estoy casi seguro que no

tengo la autoridad de prohibirle frenéticamente que vaya. Ya hatomado muchas decisiones difíciles por su cuenta sin mí. ¿Por qué

habría de escucharme ahora?


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CAPÍTULO DOSTRADUCIDO POR: Amada LíderCORREGIDO POR: Amada Líder

DIOS SABE QUE PROBABLEMENTE ESTARÍA MÁS ALERTA SI tuviera unas

pocas horas de sueño, pero no puedo imaginar cerrando mis ojos ynavegando a la deriva mientras Sam está de camino a Nueva York. No

cuando hay tanto trabajo que hacer. Así que, en lugar de eso, tomo

una taza de café de la cocina y me dirijo de vuelta a las entrañas de

Ashwood. Con algo de suerte, encontraré algún tipo de arma secreta

que los Mogs dejaron atrás. O al menos alguna información que

podríamos usar contra ellos.

Algo que me haga sentir que en realidad estoy contribuyendo.

Una larga escalera conduce hacia los túneles desde una habitación en

la casa de Adam, yeso y ladrillo que dan paso al concreto y

eventualmente paredes lisas de metal una vez que desciendo. Todo es

duro, gris y clínico. Los vellos en el dorso de mi cuelo empiezan a


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hormiguear mientras doy más pasos hacia abajo, aunque no estoy

seguro si es porque el aire aquí es más helado, o por las cosasterribles que me pasaron aquí, incluso si no recuerdo casi nada de

eso. Gamera me sigue de cerca en la forma de una libélula tras mi

hombro. Asiento hacia la Chimæra. E siente bien saber que mi hijo se

preocupa por mí, por supuesto, pero al mismo tiempo me siento comoun fracaso. Debería ser yo el que lo proteja.

La porción subterránea de Ashwood Estates es un laberinto. Un

subnivel que serpentea, a través de la comunidad entera con túneles

que se extienden millas entre giros y vueltas. Como si no fuera ya losuficiente confuso, varios de los pasadizos y cuartos estaban

completamente derrumbados— algo que agradecer a Adam, que hace

una eternidad atrás de liberó del cautiverio y desató un terremoto

con su recién encontrado Legado. ¿Quién sabe qué cosas se escondendebajo de los pasillos destruidos, y cuanto conocimiento perdimos al

destruir todos estos equipos? Si no estuviéramos al borde de perder

la tierra, quizá podríamos averiguarlo.


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Aunque, todavía hay un montón de laboratorio y celdas de detención,

por ejemplo. Los paso, observando dispositivos extraños yherramientas quirúrgicas que envía escalofríos hacia mi espina

dorsal. Este lugar es peligroso para mí. No solo por la integridad

estructural cuestionable, sino por la sensación que me da cuando

camino a través de sus pasillos: una pequeña ola de reconocimientoseguida de un dolor punzante en mi cabeza. Hay algo en el olor del

lugar—algo rancio, cargado en el equipo eléctrico—que me es tan

familiar, como todos mis recuerdos olvidados esperando por ser

reclamados. Estos túneles llenan cada célula de mi cuerpo con temor.

Afortunadamente, la mayoría de ellos cede cuando entro a la planta de

archivos. No creo haber entrado nunca durante mi encarcelamiento

por lo que suspiro de alivio. Eso no quiere decir que este cuarto sea

exactamente acogedor, nada como los libreros polvorientos llenos delibros y sillas mullidas de mis días de universidad. Este archivo es tan

atractivo como el resto del subterráneo. Monitores y terminales de

computadoras alineadas en las mesas de acero, sus teclados son de

formas irregulares y cubiertos de marcas que no entiendo.


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Archivadores llenos de servidores y bancos de almacenamiento del

disco duro rayan las paredes, zumbando en sintonía con las lucesfluorescentes. Incluso hay un estante lleno de armas en el extremo

de la habitación. — Los Mogs nunca están muy lejos de sus armas

aparentemente.

Estiro, mi agrietado trasero, y tomo asiento en una de las sillas

metálicas frente del terminal de computadora. Este es el pequeño

espacio que hice propio los últimos días: una computadora, una

tableta electrónica portátil, una notebook, una pequeña bolsa de lona

llena de herramientas y documentos que talvez podrían sernos útiles,y también una pila de tazas sucias. Me pongo un par de audífonos y

revoloteo a través de la lista de grabaciones en la pantalla de los Mog

hasta que encuentro en donde me quedé. Entonces empiezo a mirar.

Además de ser guerreros implacables, los Mogadorianos también

parecen ser absurdamente cuidadosos a la hora de hacer

grabaciones, aunque no estoy seguro si esto es estrictamente para

algún tipo de registro histórico o es el subproducto de un régimen


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fascista que se quiere hacer un seguimiento de sus muchas partes

móviles. Paso rápido a través de docenas de videos, la mayoría de loscuales están en lengua Mogadoriana y son inútiles para mi ahora que

Adam se ha ido. De vez en cuando encuentro uno en inglés, pero son

en su mayor parte comunicados entre asociados humanos del

MogPro, que contienen ya sea nada útil o información que yaconocemos. Registro cualquier cosa que sea de interés en mi

notebook. El proceso entero entumece la mente, y en algún momento

mis ojos deben comenzar a nublarse, ya que no me doy cuenta que

alguien más está en la habitación conmigo hasta que hay una mano en

mi hombro.

Giro, casi cayendo de mi silla cuando trato de ponerme en pie.

EL hombre detrás de mí es un agente del FBI usando un traje negro. Es

más joven que yo, talvez treinta, con piel olivácea, pelo negro corto y

varios días de no afeitarse. En el taburete de a lado, Gamera ha

tomado la forma de un gato, con la mirada fija en el agente, lista para

abalanzarse y mutar. El animal debió de darse cuenta que su forma


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habitual de tortuga podría llamar la atención no deseada de los

agentes.

El hombre extiende su mano hacia mí.

— Agente Noto. Walker…—vacila un poco—insistió que podría ser un

valioso recurso para usted.

Agito la mano hacia el felino a mi lado.

— Ya tengo un guardaespaldas — Él parece no encontrarle lo divertido

y sigo — Estoy seguro que sus habilidades de oficinista serían más

útiles allá arriba que aquí, mirándome como rebusco entre archivos

aliens.

Él sonríe un poco, pero es difícil decir si es por enojo o diversión. — Le

aseguro, que soy más que un arma, Dr. Goode.

Ha pasado tanto tiempo desde que alguien me llama “doctor” que la

palabra se escucha extraña en mi nombre. Casi no puedo creer que

hubo un tiempo en la que alumnos y colegas me llamabas así diario.


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Noto continúa.

— En el pasado servía de enlace con los Mogadorianos. Antes de

darnos cuenta de sus verdaderas intenciones.

—Ah. Así que tienes una buena idea de con quien estamos tratando.

—Puedo entender algo de su lenguaje. Aunque admito que

probablemente tenga el nivel de un pre-escolar a la hora de leerlo.

Finalmente, algo de suerte.

—Por favor— digo sacudiendo su mano. — Llámame Malcolm.

Él toma asiento al otro lado del escritorio y lo pongo en marcha,

señalando hacia un conjunto de archivos a examinar. Trato de

explicarle que estamos buscando cualquier cosa útil, aunque sea solo

una vaga descripción. Parece entender. Trabajamos relativamente en

silencio durante horas, hablando solo de nuestros descubrimientos y

comparando notas. Es un trabajo infructuoso, aun no descubro nada

particularmente, y el progreso de Noto es lento. A menudo gasta como


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cincuenta minutos en un archivo solo para darse cuenta de que solo

es otro pedido de suministro o reportes inconsecuentes del tráficoalrededor de Ashwood.

Finalmente abro un archivo que me congela, mi corazón golpea bajo mi

pecho. Reconozco la cara del humano en la cámara, incluso puedo

darle un nombre, aunque me tome un momento para precisarlo en mi

cabeza.

Ethan.

El problema es que, No sé por qué conozco esa cara y ese nombre.

El archivo parece ser de una video conferencia entre Ethan y un

Mogadoriano. Basándome en los tatuajes, supongo que es un general

de alto rango. Ethan está recitando una lista de nombre, dando

detalles acerca de sus localizaciones. Las palabras activan algo en mi

memoria, iluminando lugares oscuros que pensaba perdidos. Rostros

destellan dentro de mi cabeza, hombres y mujeres quienes ayudaron a

los refugiados Lorienses cuando llegaron a la tierra. Personas que


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recluté.

Anfitriones.

Entonces me doy cuenta de quién es Ethan, él era uno de ellos. Un

Anfitrión, No, no es correcto. Iba a ser uno de ellos, pero lo corte

antes de realizar su labor por alguna razón. Él no estaba ahí cuandolos Lorienses aterrizaron. Hay algo más, algo fuera de mi alcance, no

podía confiar en él – pero ¿por qué?

Al continuar mirando comienzo a entender un poco más. Él trabajaba

con los Mogs. Un traidor detallando todo lo que sabía acerca de losAnfitriones y los Lorienses, que no era mucho. Aun así, probablemente

le dio un par de pistas a los Mogs.

De hecho, sueno como si los Mogs, ya tenían por lo menos uno de los

Anfitriones capturado cuando se filmó el video, gracias a la

información de Ethan. Me pregunto ¿Sería yo?

Nuevas imágenes se disparan en mi cabeza, las mismas caras de

antes, pero ahora estaban pálidas, rotas, ensangrentadas. Ellos


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estaban aquí, en Ashwood, se muestra ante mí, como una advertencia,

que si no le digo al Dr. Anu – el jefe científico de Ashwood- todo lo quequiere saber, terminaré con todos ellos.

Muertos. Asesinados.

Trago los waffles y el café que están subiendo por mi gargantamientras Etah continúa hablando. En base a lo que dice suena a que el

mensaje es viejo, antes de todo lo que sucediera en Paraíso. Aun así,

Ethan suelta un mensaje atractivo: se ha puesto a cargo del

entrenamiento y reclutamiento del Garde Número Cinco. Con el que ya

ha tenido contacto.

EL video termina, y todo se derrumba sobre mí. A pesar de toda la

confusión y lagunas mentales en mis memorias, sé que algo es

verdad. Yo estaba encargado del reclutamiento de los Anfitriones.Debo a ver llevado a Ethan a bordo en algún punto, incluso si lo pateé

fuera del grupo antes de que los Lorienses llegaran. Ethan nos acusó,

y probablemente moldeó a Cinco como el traidor que es ahora.


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Y por eso, Ocho está muerto.

Es una línea fácil de seguir, los puntos casi se conectan ellos mismos,

creando un enlace directo entre el cadáver de Ocho y yo. Me quito los

anteojos y aprieto el puente de mi nariz, tratando de sacudir mi

cabeza que se llenó de repente de memorias y actos. No solo les di a

los Mogs la localización del Santuario, también ayudé a convertir a uno

de los Lorienses en un aliado de los Mog. Quien sabe que otras

terribles cosas hice dentro de su control – o que puse

accidentalmente en marcha tratando de ayudar a la Garde. ¿Me

levantaré mañana y de repente descubriré que también ayudé aplanear esta invasión? ¿Cómo puedo empezar a expiar todo esto?

Me doy cuenta que Noto me está mirando. Su rostro es férreo, pero

tiene un toque de preocupación detrás sus ojos. O quizá sospecha. —

Estoy bien— digo —Solo es un dolor de cabeza.

— Talvez debería tomar un respiro— sugiere —Tome algo de aire—

asiento, pero no hago ningún esfuerzo para moverme.


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— Estoy seguro de que nada de esto debe ser fácil, regresando aquí —

dice Noto — Walker me dio un pequeño resumen de lo que le sucedióaquí. Es bastante divertido, la verdad, investigué su desaparición de

Paraíso— se detiene — Bueno, quizá la palabra “divertido” no sea la

indicada.

Es algo que no me lo esperaba, él se ve demasiado joven para haber

estado envuelto en el caso — ¿Lo hizo? — pregunto.

—No originalmente, pero después del incidente con los Mogs en el

Colegio- usted sabe de lo que hablo ¿verdad?

—Lo hago.

— Fue cuando nuestro equipo fue a Ohio. Gasté mucho de mi tiempo

buscando en su antiguo caso de desaparición. Fue un infierno de

rompecabezas. Como si solo hubiera desaparecido de la faz de la

tierra— el escudriña un poco, mirándome— ¿Aún no recuerda lo que

pasó?

Nada acerca de mi abducción. — digo en un suspiro— No estoy seguro


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de si alguna vez sabré lo que pasó. Estoy tratando de poner de

regreso todo junto. Cosas extrañas podrían disparar mi memoria. Lamayoría son solo destellos de imágenes y sentimientos. Pero incluso

estas son difíciles de mantener o entender. Incluso hay puntos de mi

vida perdidos de antes de que me llevaran. Lo que sea que ellos

hicieron me rompió. Tomaron gran parte de mi vida.

—No puedo imaginarlo.

Pienso en los anfitriones de nuevo, y en el video que descubrí más

temprano donde estaba drogado o lavado el cerebro, siendo

controlado de alguna manera.

— Probablemente sea algo bueno— digo— Los Mogadorianos hacían

cosas terribles aquí- a mí y a otros. Aun así, recordaría de buena

gana cada detalle atroz si así recupero mis buenos recuerdos.

— Cuando lo pones de esa manera— tropieza buscando las palabras

correctas— Es demasiado tiempo perdido—Martillo mi cabeza un poco

hacia un lado. Algo que dijo antes no tiene sentido del todo.


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—¿Por qué buscabas dentro de mi desaparición? Eso paso mucho

tiempo atrás, y con todo lo que había sucedido tras el ataque alcolegio, supongo que tenían cosas más importantes por las cual

preocuparse.”

— Su hijo fue uno de los principales sospechosos y estaba perdido.

No pudimos descartar a idea de que él estaba trabajando fuera de

radar junto a John Smith o incluso con los Mogadorianos. Si tan solo

nos hubieran dicho que lo tenían.

Se detiene, al percatarse que está metiendo en su propio agujero,

recordándome que mientras yo estaba en coma un par de

habitaciones abajo, él y el resto de los agentes de Walker estaban

trabajando con mis captores.

—Nosotros no lo sabíamos— Sus ojos se encuentran con los míos.Suena serio, pero no podría decir si trata de convencerme a mí o a sí

mismo. — Todos las víctimas civiles y los arrestos, los planes de

invasión… Jesús, solo pensábamos que nos estaban dando armas de

alta tecnología y mejoras médicas a cambio de ayudarlos a encontrar


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aliens fugitivos.

La ira burbujea en mi estómago mientras sigue hablando, no por él,

sino por todo: el FBI, los Mogs, mi aprisionamiento. Trato de empujarla

y centrarme en lo que es importante.

—Bueno, deberíamos compensar juntos nuestros pecados. Derribar alos Mog talvez no nos absuelva de las cosas que hemos hecho bajo su

influencia, pero suena como un buen inicio para mí.

Noto asiente un poco. Nos quedamos en silencio por unos minutos

cuando una nueva pregunta viene a mi mente — Estaban investigandoa Sam. ¿Qué encontraron?

Respira hondo, viéndose un poco más aliviado. — Grados sólidos. Una

aptitud excepcional en ciencias. Una entendible obsesión con las

teorías conspirativas y el espacio. No me gustaría meterme en

alrededor de la historia de internet de la mayoría de adolescentes,

pero Sam invertía la mayoría de su tiempo libre investigando sobre

planetas lejanos y hablando sobre potenciales avistamientos en


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tableros de mensajes. Me refiero, también pirateaba un montón de

películas y músico, pero en general me parecía que era un buen chico.

— No puedo tomar el crédito por nada de eso— digo, con una punzada

de culpa en mis entrañas.

Noto sacude su cabeza. — ¿En realidad me está diciendo que fue solouna coincidencia que su hijo creció para convertirse en un aliado

Loriense? Algo que hizo debió de haberlo marcado.

— Ahora, si tan solo pudiera recordar que fue— digo, tratando de

hacer una broma, pero falla—Te juro, si Anu o Zakos no están muertosaun, podría matarlos yo mismo.

La cara de Noto se enrosca, arrugando su frente. —¿Quién?

— El Dr. Anu. Él fue el primer doctor Mogadoriano que…

—No, el otro— dice Noto— Él no me miraba ahora, pero estaba

escribiendo algo en el teclado.

—Zakos— murmura.


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—Él… Después de que el Dr. Anu murió, fue quien supervisó mi

cautiverio. Era bastante malo. Me refiero, a que ambos lo eran, peroZakos se venía como si tomara placer de su experimentación. Un

Mengele Mogadoriano. Casi mata a Adam, según tengo entendido. Pero

Adam acabó con el primero, cuando escapamos.

Noto sacude su cabeza.

—Eso fue durante el terremoto, ¿verdad? ¿Cuándo escaparon?

—Si— Una vez que había sacado a Adam de los túneles destruidos,

escapando furtivamente del caos, y la confusión, cruzamos el paísintentando no ser capturados, las semanas volaron como una nube.

Pasamos mucho tiempo durmiendo en el campo y viviendo de las

sobras que encontrábamos. — Cuando pensé que había pasado el

tiempo suficiente, me atreví a volver a Paraíso para reunirme con mifamilia. Sam ya se había ido.

—Correcto. . . — La voz de noto era quieta, distante, como si ya no

estuviera escuchándome. Sus ojos se centraron en la pantalla.


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—¿Qué es eso?

—Tengo una grabación aquí del Dr. Zakos — Levanta su cabea y

encuentra mis ojos — Es de años antes, lo que sea que le haya pasado

aquí, el sobrevivió.

—No— Murmuro, acercándome a la pantalla —eso no es posible. Adamlo noqueó y el techo se le cayó encima.

Pero él está ahí en la pantalla. En el fondo su laboratorio está en

ruinas, las paredes agrietadas y el piso cubierto de escombros. Es

obvio que fue después de que Adam destruyera el subnivel. Se vecomplacido de sí mismo, con los ojos negros brillando en la imagen

pausada.

Me tomo un segundo para asimilar lo que estoy viendo y entonces me

golpea en el pecho. El Dr. Zakos—el carnicero, el científico malo, el

monstruo, sobrevivió. Y aún está peleando contra nosotros.

En alguna parte de los lugares oscuros de mi mente, algo extraño

destella. No es alegría, exactamente, pero es algo parecido a eso. Me


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doy cuenta que podría tener la oportunidad de enfrentarme a uno de

mis captores.

— Suena como di hubiera sido llamado para algún gran proyecto

secreto supervisado por Setrákus Ra. Algo, que creo que garantizaría

la victoria Mogadoriana.

Sin embargo, antes de que pueda decir nada, el walkie-talkie de Noto

crepita. —Noto, ¡ven aquí! Algo está pasando en Nueva York.


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CAPÍTULO TRESTRADUCIDO POR: Amada LíderCORREGIDO POR: Amada Líder

LOS BUQUES DE GUERRA HAN LLEGADO. INFORMARON primero sobre

Nueva York y luego otras ciudades alrededor del mundo.

—Esto es— murmuro para mí mismo. Todo lo que tratamos de

prevenir está pasando. Los Mogs están aquí, con toda su fuerza. Es

una invasión.

¿Está Sam seguro?

Noto y yo nos reunimos, en torno a varios televisores en el cuarto de

medios de la casa, con por lo menos una docena de Federales mirando

sorprendidos como los locutores y reporteros tratan de darle sentido

a lo que está pasando. Muy pronto la única cosa que muestran en vivo

es una conferencia de prensa en la ONU. Ella está ahí. Así que también

Setrákus Ra, en forma de un hombre de mediana edad. Él está

diciendo algo sobre querer la paz. Mis dientes rechinan juntos.


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A continuación, hay algún tipo de conmoción, y las cámaras se dirigen

hacia el rostro de John, lleno de rabia. Es cuando el infierno sedesata.

¿Dónde está Sam?

Busco un atisbo de mi hijo, pero éI no está dentro de las multitudesque huyen cuando las manos de John comienzan a brillar con fuego, y

cuando Ra se transforma en un monstruo horrible, la cámara solo

muestra a las personas en el escenario. Cuando hacen

acercamientos, las estaciones de noticias juegan con el metraje, una y

otra vez. Pero, aun así, no veo a Sam.

Trato con su celular, pero no hay respuesta. Por supuesto que no.

Probablemente esté ahí, en el medio de todo, fuera de foco. Mis manos

empiezan a temblar cuando una sensación de impotencia se apoderade mí. Estoy tan lejos de él. Debí haberlo detenido, exigido que no

fuera. Pero es demasiado tarde. ¿Qué puedo hacer ahora? De repente

la idea de regresar al archivo me parece tonta, como si tratara de

usar una botella de agua para apagar un incendio forestal. Así que


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sigo viendo las imágenes del metraje.

Al principio son solo videos repetidos sin comentarios, como si los

presentadores de las noticias no supieran como responder. Entonces,

empieza un bombardeo de teorías, advertencias y garantías de que el

gobierno se encargará de gestionar esto, o que es directamente

responsable.

Gamera, sigue en su forma de gato negro, revoloteando entre mis

piernas, raspándose contra mí. Sus ojos verdes como dardos y sus

orejas paradas. Me gustaría saber por un momento, cuanto entiende

de lo que está pasando. ¿Puede sentir que nuestro enemigo nos ha

invadido? ¿Qué todo va a cambiar?

A mi alrededor, los agentes del FBI tratan de hacerle frente a lo que

está pasando de diferentes maneras. La mayoría están estupefactos,con la boca abierta junto a mí, o están maniáticos, gritándole a cada

señal de ocupado y llamada que no pase por sus teléfonos, o gruñendo

a sus radios, tratando de poner una mano en la situación. Nadie ha

tenido noticias de Walker, y puedo decir que muchos de estos agentes


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preferirían estar afuera en el campo.

No sé cuántas veo las imágenes repetirse. Los reportes comienzan a

llegar de varias partes del mundo. La Humanidad no sabe cómo

reaccionar. Las Fuerzas Chinas atacan el buque de guerra sobre

Beijing, mandando aviones a lanzar bombas desde el cielo, mientras

que camiones disparan misiles desde el suelo, el cielo hace erupción

en llamas. Pero el buque de guerra, parece seguir ileso, protegido,

aparentemente, por algún tipo de blindaje invisible. Los misiles

explotan sobre el campo de fuerza y luego fuego y escombros caen

sobre la ciudad. Algunos de ellos parecen rebotar del buque porcompleto, destruyendo edificios altísimos, destrozando en horizonte.

Cuando el humo se aclara, la nave de guerra parece intacta, pero

Beijing está en llamas.

Hay disturbios y saqueos en todas partes del mundo. Esto parece

estar ocurriendo en lugares en los que ni siquiera hay buques de

guerra. Supongo que cuando hay una gigantesca nave alienígena

sobre tu ciudad, lo que es menos probable que el alboroto salga a las


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calles. Las personas están asustadas, aterrorizadas, algunas listas

para pelear, otras afirman que es el final de los días. Incluso haysecuencias de un grupo con pancartas de bienvenida y señales que

dicen: ¡teletranspórtenme!

Trato de recordar cuando encontré la prueba irrefutable de que

existía vida fuera de la Tierra. Cuando conocí por primera vez a

Pittacus Lore. Ráfagas de imágenes y sentimientos que centellan

dentro de mi memoria. Temor. Miedo. Vacilación. Pittacus sosteniendo

una tableta blanca. Sus ojos quemando como el fuego, cuando el pedía

por mi ayuda.

Un nuevo video empieza a reproducirse en uno de los monitores,

sacándome fuera de mis pensamientos. Reconozco la voz de Sarah

Hart inmediatamente, explicando quien son los Garde y los

Mogadorianos – después de gastar tanto tiempo ocultando a la Garde,

es extraño oírla hablando sobre ellos en televisión nacional. Al

principio está solo en una estación de noticias, pero ahora todas las

demás la reproducen, hablando sobre cómo encontraron el video en


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YouTube. Hasta interrumpieron la cobertura de los buques de guerra

para mostrarlo, Hasta que la voz de Sarah hace eco a mi alrededor,viniendo de cada altavoz, y diciéndole al mundo sobre John Smith and

los Lorienses.

Los que hablan tratan de disecar el metraje, subiendo escenas e

historias de Ellos Caminan entre Nosotros. Siento que no puedo

aguantar la respiración mientras miro.

Todo está pasando, Todas las piezas de domino cayeron. Apenas puedo

mantener el ritmo.

Finalmente, el Agente Noto, se para junto a mí. No le quita los ojos a la

pantalla mientras habla. — Podemos poner las noticias en el portátil

de abajo si es que quiere volver a trabajar.

—Estoy consciente de eso—digo tranquilamente. —Pero ¿Cuál es el

punto? ¿Qué vamos a encontrar que pueda luchar contra esto?

Afuera, el sol comienza a bajar. Mis ojos se sienten como papel de lija.

No hay duda que están inyectados de sangre, y la combinación de


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cafeína y los acontecimientos que se despliegan en la pantalla me

tienen practicamente temblando.

—Solo era una sugerencia, aunque tampoco es que pueda ver hacia

otro lado— Suelta una risa entrecortada— El mundo está

ensuciándose en sus pantalones ahora mismo.

—Y nosotros jugando a la casita en un puto barrio alienígena — dice

otro agente, empujándose así mismo entre los dos — ¿Qué demonios

estamos haciendo aquí, Noto?

—Siguiendo las órdenes de Walker— la voz de Noto es cauta ymesurada. Aunque se puede sentir un toque de ira en ella.

—Walker se fue a Nueva York. Por lo que sabemos, ella bien podría ya

estar muerta.

Veo a Noto echarme un vistazo, antes de regresar su atención al otro

hombre — Esta es una invaluable base enemiga. Nosotros no podemos

solo…


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—Por la jodida mierda, esto no es captura la bandera.

El hombre está tratando de susurrar, pero no lo consigue. —No

consiguo a nadie en la línea. Los aliados de los Mogs deben de haber

apagado las comunicaciones en las sucursales, es eso o cualquier

otro agente debe estar averiguando que demonios hacer. No estaos

lejos de DC. Tenemos media docena de activos dentro de un radio de

al menos veinte millas que es mucho más importante que proteger

toda está mierda Mogadoriana medio destruida. Armas. Civiles.

Personas quienes saben sobre códigos de lanzamiento. Y eso es solo

lo más importante en mi cabeza. No podemos dejar que caigan enmanos enemigas.

A pesar de todo lo que está sucediendo — o, tal vez, debido a la

emoción de la adrenalina y la mayor conciencia creciente a través de

mi cuerpo — un recuerdo “ping” en uno de los puntos oscuros de mi

mente.

La última cosa que necesitamos es que caiga en manos enemigas.


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Escucho estas palabras una y otra vez. Sé que son importantes, pero

no puedo recordar por qué. Lentamente una escena empieza a salir ala luz. Estoy en el porche de mi casa. Sam está conmigo, pero es tan

joven y frágil. Una mujer que no conozco está ahí, advirtiéndome

acerca de algo. ¿Pero qué?

Cierro mis ojos, tratando de sostener el recuerdo antes de que se

vaya. Talvez sea algo que puede ayudarnos.

Entonces recuerdo. Ella diciéndome que sí pudo encontrarme

entonces también los Mogs lo harán. Que mi familia no está segura. Y

yo con miedo ya que no puedo irme porqué los Lorienses planean

volver a Paraíso algún día.

Así que me quedé.

Me trago otra ola de náuseas. En los últimos meses, asumí que los

Mogs me habían tomado por sorpresa. Pero no lo hicieron, no del todo.

Sabía que podía encontrarme. Fui advertido, pero no escuché. ¿Y si

ellos se hubieran llevado a mi familia? ¿Si se hubieran llevado a Sam


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también? ¿Cómo es que fui tan estúpido?

Pero entonces, ¿Quién era la mujer que me habló? Era una Garde o

Cepan... pero tengo la sensación de que era Loriense. Alguien por el

que estaba igualmente impresionado y temeroso.

¿Dónde estará ella ahora?

—¿Qué estás pensando, Malcolm? Noto pregunta, y se toma un

momento darme cuenta que me lo pregunta a mí.

— Lo siento— digo. Mi voz es un susurro áspero. — ¿Qué?

Es entonces cuando las Chimæras de afuera se vuelven locas.

Los chirridos de un pajarito suenan por todos lados, rompiendo a

través de la cacofonía de noticias y discusiones. Gamera silba,

saltando en sus brazos. Noto y yo nos miramos el uno al otro, en

entonces él me sigue, ya que me lanzo hacia la puerta principal,

gritando algo sobre tener cuidado. Unos cuantos agentes ya están

sobre el césped, una con un par de binoculares en los ojos. En la


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distancia, algún tipo de avión se está acercando.

— ¿Qué hemos hecho? — Noto pregunta

— Parece un helicóptero de transporte— Le dice la agente con

binoculares a Noto— Tiene marcas del ejército.

—Sabemos quiénes son? Pregunto. A pesar de que los agentes nos

ayudaran aquí en Ashwood, el gobierno no es exactamente de

confianza ahora.

Trato de recordar lo que he leído en Ellos Caminan entre Nosotros, y

todo lo que hemos descubierto con la esperanza de recordar en quien

podemos confiar en el ejército, si hay alguien.

—Nosotros tenemos walkie-talkies aquí, y la mayoría de redes

celulares están abajo—Noto murmura. —A menos que usted hayavisto un equipo de radio bajo tierra, nosotros no podemos acceder a

ellos exactamente. Espere en la casa hasta que los identifiquemos —

Carga su arma —Y dígales a los otros que preparen las armas

grandes.


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Gamera deja escapar un gruñido. Arriba, las Chimæras restantes

continúan graznando alrededor en forma de aves — Estaré aquídentro— digo— Si algo va mal…

Pero no estoy seguro de como terminar esa oración. Noto solo

asiente con su cabeza hacia la puerta, y sin saber que más hacer, me

voy. Cuando entro, tiro de dos persianas para abrirlas y ver como el

helicóptero aterriza en la calle frente a nosotros.

Dos hombres vestidos con una armadura negra saltan del helicóptero

cuando aterriza. El del frente mantiene su arma enfundada, pero los

agentes del FBI lo tienes en la mira, con la postura rígida. EL otro

hombre tiene lo que parece un rifle de asalto sobre su espalda, y un

corte militar. Se ve como si no estuviera hecho de nada más que

músculo, como uno de esos luchadores pro.

Puedo ver sus bocas en movimiento, pero no se escucha nada por

sobre el ruido de las aspas del helicóptero. Noto camina hacia a

delante, sacando lo que supongo es su insignia. Habla con los dos

hombres por un rato y luego alza sus manos hacia los agentes detrás


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de él. Ellos se relajan.

Entonces Noto gira su cara hacia la ventana desde donde los estoy

observando, Los otros siguen su ejemplo, hasta que todos ellos están

mirando en mi dirección. —Oh, no…— susurro.

Los hombres de la armadura siguen a Noto a través del césped.Gamera silba, saltando al suelo delante de mí —Quieto ahí — digo

suavemente, mirando al hombre aproximándose. —Pienso que

estamos bien.

Una vez dentro de la casa, Noto presenta al hombre que parece serquien está a cargo como el Coronel Lujan. Su apretón de manos era

firme, sus ojos oscuros y penetrantes debajo de sus tupidas cejas. El

otro hombre seguía sin nombre, pero “Briggs” estaba escrito en un

parche, en el bolsillo del pecho de su traje.

—Soy Malcolm Goode— digo Lujan y el otro hombre solo asintieron

con la cabeza, como si les hubiera dado información que ya tenían.

Ninguno de los dos pasó para sentarse o entrar más allá del vestíbulo.


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—Dr. Goode— Dice Lujan —Voy a ceñirme a los hechos: nuestro país

está bajo asedio y ante una invasión. El presidente y otros miembrosde la administración han sido transportados a un bunker, donde se

está formulando la respuesta de los Estados Unidos, ante la crisis. Su

presencia ha sido requerida.

—¿Mi presencia? — pregunto.

—Parece que Walker ha estado en contacto con el soldado— dice Noto

— Ellos quieren respuestas de lo que está pasando, y ella les ha dado

su nombre. Dijo que usted podría darles una imagen clara del

conflicto. Al parecer ella está retenida en Nueva York con … bueno ,

usted ha visto lo que sucede allá.

—¿Mi hijo, ella menciono a Sam?

—Yo no hablé con la Agente Walker directamente— dice Lujan. Yo solo

estoy aquí para asegurarme de que su traslado se produzca sin

contratiempos. Como usted puede imaginar, el tiempo es el factor

aquí Dr. Goode.


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Mi mente corre, preguntándose si tengo alguna posibilidad de decirles

no a estos hombres. Y todavía existe la posibilidad de hallar algo enlos archivos que pueda ayudarnos—por improbable que parezca

teniendo en cuenta la situación actual.

Por otro lado, puedo decir con toda seguridad que haría más bien,

teniendo el oído del presidente y poder establecer exactamente lo que

está sucediendo. Hacerlo podría ayudar a Sam y a los otros.

—Si solo me dejarán unos pocos minutos. Me gustaría recoger

algunas de mis cosas del subterráneo. Mi rifle está abajo junto con

montón de archivos.

—Nosotros podemos armarlo—dice Lujan

—Puedo mantener las cosas aquí — dice Noto— Si su hijo o los otros

regresan… —él para —Bueno, se ve que Walker sabe cómo

mantenerse en contacto con el bunker.

—Pero…


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— Con todo el debido respeto Señor —dice el coronel — necesitamos

movernos.

—Miro hacia atrás y hacia adelante entre ellos antes de asentir.

Gamera se desliza hacia el suelo entre mis pies.

—Mi bolso y mi chaqueta están en el comedor— digo entrando a lahabitación contigua antes de que nadie más pueda protestar.

Gamera me sigue, miro sobre mi hombro para asegurarme de que lo

smilitares no me están observando antes de desabrochar mi bolso y

hacerle gestos para que suba.

—No es lo ideal— susurro mientras él toma la forma de un escarabajo

antes de saltar dentro— Pero es lo mejor que puedo hacer justo

ahora.

Saco mi antiguo teléfono satelital —pongo uno nuevo en mi bolsillo en

caso de que Sam llame—antes de ponerme mi chaqueta y colgar mi

bolso sobre mi hombro, tratando de ser cuidadoso, para no golpear

demasiado a Gamera adentro. De regreso al vestíbulo, agito mi


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teléfono antiguo a Noto.

—Es seguro— digo — me pondré en contacto en cuanto pueda.

Mantente atento por cualquier cosa que pueda ayudarnos— Es

interrumpido por un chirrido afuera seguido de muchos gritos. El

walkie-talkie de Lujan crepita.

—Cinco aviones desconocidos, se acercan rápidamente.

—Mantengan sus posiciones— grita Lujan a un auricular. Él se gira

hacia mí —Necesitamos salir de aquí ahora, si el helicóptero se

arruina, será un largo camino a DC, y no estamos seguros de queinfierno nos espera en la carretera, ha estado bloqueada por millas.

—¡Vayan! Dice Noto —Buena suerte— asiento. Y entonces estamos

corriendo.

Solo estábamos a unos pocos pasos fuera de la puerta cuando me

encuentro con skimmers Mogadorianos dirigiéndose directamente

hacia Ashwood.


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CAPÍTULO CUATROTRADUCIDO POR: Amada LíderCORREGIDO POR: Amada Líder

ESTAMOS A MITAD DE CAMINO A TRAVÉS DEL CÉSPED CUANDO UN

HUMVEE2 se estrella a través de las puertas de entrada del estado.

Acelera rápidamente hacia nosotros, convirtiéndose en una moneda

de diez centavos, girando al lado opuesto de una valla de ladrillo que lo

divide en dos partes. Las puertas se abren. Veo las caras pálidas de

los Mogadorianos. Y entonces de la nada Briggs me está empujando

por la tierra, llevándome hacia atrás de uno de los vehículos de FBI

estacionados en el césped en medio de una casa y un helicóptero. Mi

respiración cae. Llueve cristales a mi alrededor provenientes de las

ventanas de los autos destrozados.

—¡Quédate abajo ¡— Briggs grita. Él se une a los Federales, que están

bajo una SUV y empieza a disparar en dirección de los Mogadorianos.

Detrás de mí, unos agentes rompen las ventanas del segundo piso de

2 Vehículo militar multipropósito que posee tracción en las cuatro ruedas.

https://es.wikipedia.org/wiki/Tracci%C3%B3n_en_las_cuatro_ruedashttps://es.wikipedia.org/wiki/Tracci%C3%B3n_en_las_cuatro_ruedashttps://es.wikipedia.org/wiki/Tracci%C3%B3n_en_las_cuatro_ruedas


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la vieja casa de Adam y empiezan a disparar. Desde mi posición no

puedo decir donde esta Lujan.

Cinco aves giran en la tierra en torno a mí. Sus garras tiemblan.

Insinuando una trasformación. Miro hacia atrás, al pórtico y veo a

Noto, sangre gotea de una marca de quemadura en el hombro de su

traje. Lo señalo.

—¡Protejan a los otros! Susurro lo suficientemente alto para que ellos

me escuchen. Ellos voltean sus cabezas y mirar hacia atrás sin

comprender.

—Vayan! —Grito.

Se dispersan. Briggs mira hacia atrás recargando su rifle. Vocifera

algo en su walkie-talkie y luego se gira hacia mí, gritando.

—Cuando empiece a disparar, se muere. Llegue al helicóptero.

Asiento respirando con dificultad, tratando de recuperar el aliento. Mi

bolsa está tirada en el suelo a mi lado. La tomo. Tratando de decirle a


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Gamera que estoy bien. Podría salir si quisiera, estoy seguro, pero si

estamos a punto de volar, no quiero correr el riesgo de perderlo.

Sobre nosotros los skimmers nos han rodeado y se acercan. Hay un

fuerte sonido de explosiones a través del césped mientras una de las

naves estalla en llamas. Sigo el rastro de humo de la explosión hacia

el helicóptero. Entonces es cuando me doy cuenta de que es una nave

de guerra, llena de todo tipo de armas.

—¡Rápido! —Briggs profiere, abriendo fuego de nuevo.

Corro, concentrándome en el helicóptero, e ignorando todo alrededorde mí. Para alguien que ha pasado la mayor parte de la última década

en un coma inducido, con los músculos atrofiándose y

desintegrándose, hago una excelente carrera. Ashwood se desdibuja,

pero estoy consciente del fuego alrededor de mí y puedo oír elcrepitante pulso eléctrico de los cañones Mogadorianos al dispararse.

Hay otra explosión desde el helicóptero. En mi vista periférica, veo la

Humvee de los Mogs estallar en llamas.


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Lujan ya está en el helicóptero, disparando con lo que creo es un

lanzagranadas. Él me jala dentro cuando llego, medio empujándome enun asiento en la parte trasera.

Me abrocho el cinturón, manteniendo mi la bolsa entre mis pies,

sopesando los pros y los contras de soltar a Gamera ahora. El

problema es que no conozco a estos hombres, o siquiera hacia dónde

voy. Con todo el dolor y sufrimiento que está sucediendo ahora por

causa mis acciones del pasado, No puedo soportar la idea de que

Gamera o cualquiera de las Chimaeras terminen disecadas en una

mesa de laboratorio, en alguna instalación del gobierno, trabajando ennombre de la ciencia.

Lujan grita en su walkie-talkie.

—Activos a bordo. Nos vamos de aquí en cinco segundos, esté aquí ono. —Es un comando no solo para Briggs, sino también para el piloto,

quien asiente.

Hay un segundo soldado en la cabina en adición con el piloto. Asumo


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que él es el que está apuntando con las armas principales de la nave

de guerra. Otro soldado está ajustando las municiones en una enormemetralleta apuntando por el costado del helicóptero, del lado opuesto

por donde entré. Sus ojos están en el cielo, enfocados en los

skimmers que se aproximan, disparando.

Briggs prácticamente se arroja dentro del Helicóptero un par de

segundos después. Grita cuando aterriza, luego se arrastra sobre las

rodillas. Una de sus botas está cubierta de sangre, y su brazo cuelga

lánguido en su costado.

—¡Sácanos rápido de aquí! —Lujan le ladra al piloto. Después voltea al

hombre con el arma— Marca tus objetivos.

Mientras el helicóptero se estremece y empieza a elevarse

vertiginosamente, intento ayudar a Briggs a acomodarse en el asiento junto a mí, preguntándole si se encuentra bien. Pero él se sacude,

rechinando los dientes mientras se acomoda. Me inclino hacia

adelante, tratando de vislumbrar las naves que se aproximan.


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Tres skimmers abren fuego a la vez. Nuestro helicóptero gira a un

lado, casi tirándonos a todos mientras a duras penas evadimos elataque. Una matanza se cierne sobre Ashwood, y estamos atrapados

en la línea de fuego. Me tenso, resistiendo las ganas de vomitar. Esta

es la primera vez que he estado en un helicóptero. Al menos estando

consciente.

—¡Tira a esos bastardos del cielo! —Lujan exclama. La metralleta

bombardea el aire, seguida por el cáustico y metálico aroma de las

rondas descargadas. Un arma más grande dispara desde algún lugar

cercano al frente de la nave. Aprieto mi mandíbula y me agarro confuerza a los cinturones, que me sujetan con tanta fuerza que podrían

estarme exprimiendo la sangre.

Ondas de una explosión afuera sacude el helicóptero. Un skimmer cae

en llamas.

—Demonios. —dice Briggs. —Uno de esos hijos de puta de la casa

debió habernos puesto una trampa.


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Seguimos avanzando. Un skimmer rodea Ashwood, pero el otro va

rápidamente en pos de nosotros, en un veloz vuelo zigzagueante paraevadir los disparos que salen de nuestro helicóptero.

—Lo que sea que encontraste en esa base —dice Lujan, levantando la

voz sobre el ruido— no deben querer dejarlo salir.

¿De qué nos perdemos? ¿O qué estamos perdiendo de vista?

—No he encontrado nada aún –digo.

—Sí, pero ellos probablemente no saben eso. Quizá solo sean aliens

enojados –Briggs farfulla.

Mientras habla, intenta torpemente jalar de su pierna izquierda del

pantalón con su brazo derecho.

—Déjame ayudarte –ofrezco.

Toma un par de respiraciones profundas, el sudor perlando su frente,

antes de recargarse de nuevo en su asiento. Lo tomo como un

asentimiento y me acerco para levantar la pierna de su pantalón por


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encima de su bota, sobre el agujero de un disparo limpio que ha

atravesado su piel. Me señala un botiquín conectado al casco interno yluego me habla mientras limpio y cubro la herida con un vensaje de

compresión.

—Me agarró en la carrera— dice en medio de instrucciones y largas

cadenas de insultos. —Vino por sobre mi hombro, creo que golpeó la

cuenca.

—Puedo tratar de volverlo a su lugar si quieres—

—¿Eres doctor?

—Técnicamente…—digo— Soy astrónomo.

Briggs mira justo detrás de mí, los engranes girando en su cabeza,

pensando cómo responder. Pero, no tiene oportunidad. Uno de lostiros del skimmer nos golea, y tomamos un repentino descenso,

bajando lo que deben ser varios pies en el aire en cuestión de

segundos. Estoy seguro que vamos a estrellarnos, pero el piloto nos

nivela.


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—Joder— escucho gritar a Lujan mientras recoge al artillero del

suelo y le ayuda a volver a su lugar.

— No podremos escapar de esta cosa.

Lujan consulta a los otros soldados, me esfuerzo para mirar por la

ventana. Es entonces cuando lo veo: El buque de guerra Mogadorianosobre Washington DC.

— Imposible — murmuro, sabiendo muy bien que no, que es real. Pero

viendo la nave gigante en persona es algo para lo que no estoy

preparado, incluso después de toda la cobertura de la TV. Esimponente de la peor manera posible.

Por debajo de nosotros la ciudad parece inquietantemente tranquila,

al menos es lo que puedo decir. No hay humo en los edificios. Ningún

avión bordea la monstruosidad alienígena que bloquea el cielo de

nuestra capital nacional.

— ¿Dónde está el resto del ejército? — pregunto — ¿la Guardia

Nacional? ¿Dónde están nuestras defensas?


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—Se puso énfasis en la evacuación de activos de gran valor. Dice

Briggs— La mayoría de nuestros objetivos estaban en la ciudad. Eresuno de los pocos que tuvimos que asegurar por aire. De lo contrario,

estaríamos bajo órdenes de permanecer en contacto con la tierra, El

helicóptero que nos deje cerca de nuestro destino, servirá como

distracción mientras seguimos el resto del camino a pie.

—Pienso que no estamos perdiendo la conexión en cualquier lugar, si

no sacudimos ese skimmer—Briggs me mira confuso. — Que estamos

haciendo para llamar a todas esas pequeñas naves Mog— Digo. El

considera esto.

—Latidos ovnis, supongo.

El helicóptero se sacude otra vez. Lujan grita a los dos hombres en la

cabina de mando. Algo acerca de evitar daños colaterales.

Briggs empieza a sacudir su cabeza.

—Está buen— dice, inclinado su brazo lastimado hacia mí y mirando

hacia otro lado. —Hazlo, arregla mi brazo.


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—¿Estás seguro? —pregunto.

—Si aterrizamos en la zona caliente no quiero cojear o ser incapaz de

apuntar. Solo termine con esto.

Aunque estoy consciente de cómo debería hacer este trabajo

físicamente, pero nunca he puesto el hombro de alguien de vuelta ensu cuenca.

Briggs cierra sus ojos ya que me quito mi cinturón de seguridad.

Acomodando mi cuerpo de la mejor manera para conseguir alguna

acción de palanca. —Voy a contar hasta tres— digo, agarrando subrazo. — Uno.

—Espera— Lujan grita atrás de nosotros. — Vamos a tratar algo, y

esto hará que nos sacudamos— El helicóptero se inclina arrojándome

a Briggs. Se oye un POP cuando lo golpeé

—¡Mierda!” grita

Creo que accidentalmente restablecí su hombro.


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Tardo unos segundos entender lo que el piloto está haciendo. Tirando

hacia atrás y frenando a puesto al skimmer justo al lado de nosotros:en línea perfecta de fuego para nuestra ametralladora. Las balas

rasgan su casco, triturando a la nave alienígena.

—¡Wahoo!

La nave alienígena sube en llamas, humo se arrastra tras de ella.

Briggs deja salir un suspiro largo. —Esa fue una manera de perder el

trasero.

—Bueno, estaré condenado— dice Lujan — Tienes un pedazo demierda. Se ve como…

Él se detiene cuando vemos el skimmer virando de lado, hacia nuestra

derecha, el piloto hace el último intento de destruir nuestro objetivo.

Nuestro helicóptero dispara hacia adelante, pero no a tiempo. El

skimmer golpea la parte trasera de nuestra nave justo en el rotor de

la cola. Y luego estamos cayendo en espiral, hacia abajo, hacia la

hierba, una enorme caída a plomo de cristales, metal y gritos.


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CAPÍTULO CINCOTRADUCIDO POR: Sirvongalarz CORREGIDO POR: Amada Líder

ME DESPIERTA UN GOLPE EN LA CARA. Mis ojos están muy abiertos,

pero el mundo está borroso y lleno de humo, nada excepto sombras y

una oscuridad desconcertante. Por unos segundos me preocupa estar

de vuelta en el contenedor Mog y que todo lo que sucedió en los

últimos meses – mi escape, reunirme con Sam – fuera nada más que

un profundo sueño de un coma inducido.

Alguien está gritando, pero no puedo entender lo que dice, el sonido se

distorsiona en mi cabeza. Me siento caer y antes de que pueda darme

cuenta de lo que sucede, alguien me jala, me arrastra.

Otro golpe en la cara. Ese definitivamente no fue Anu, o Zakos: ambos

preferían usar agujas o cuchillas antes de ensuciar sus manos con

humanos.

Lentamente todo se aclara, y empiezo a recordar lo que está


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sucediendo. Me arrastro sobre mis manos y rodillas hacia un pedazo

suave de hierba, tosiendo, intentando recuperar el aliento. Mispulmones se sienten como si estuvieran llenos de humo y fuego. Las

primeras cosas que veo son el helicóptero y el skimmer, pedazos de

metal quemado y retorcido a varios centímetros de distancia. Lujan y

Briggs están parados delante de mí, la escalera apoyada contra unárbol, quitando todo el peso posible de su pierna lastimada. Sus caras

están manchadas de algo oscuro. El borde del buque de guerra por lo

alto, bloqueando el cielo. Mientras continúo tomando aire, mi cabeza

da vueltas. Tambaleo tratando de pararme, Lujan me apoya para

evitar caerme. Finalmente, me siento lo suficientemente tranquilo

para evaluar la situación. Ahí es cuando lo veo, iluminado delante de

nosotros y ardiendo en contra de la noche.

–Eso es …– empiezo, pero no puedo terminar de pensar. Estoydemasiado abrumado al darme cuenta del lugar en el que estábamos,

de lo que había pasado.

–El Monumento a Washington– dice Lujan –Tenemos suerte de haber


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caído aquí, de lo contrario podríamos tener bajas civiles. No estamos

lejos de nuestro destino.

El hecho de que un choque en la mitad de una docena de puntos de

referencia nacionales sea considerado como algo bueno

probablemente revela más de lo que debería acerca de la situación

actual del mundo.

–¿Y los otros? – pregunto, recordando a los hombres a bordo.

–No lo lograron– dice Briggs. Hay algo más molestándome en el fondo

de mi mente, pero mis pensamientos son un caos.

La sangre gotea de mi cara desde mi sien izquierda. Me debo haber

golpeado la cabeza en el choque. Como si no tuviera ya

suficientemente dañado el cerebro.

–Necesitamos movernos– dice Lujan –Ahora. Hay hostiles patrullando

la ciudad, y no hay manera de que no hayan visto nuestro choque – Ahí

es cuando me acuerdo.


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–¡Mi maleta! – Grito mientras corro hacia los escombros –Gamera

está adentro. ¿Qué sucedió con él?

–No puedes– Brigg empieza, pero lo ignoro. Por lo que sabemos, sólo

hay un puñado de Chimæras existentes, y no voy a dejar que una de

ellas, mi guardaespaldas, sea quemada viva.

Lujan me intercepta, agarrándome por detrás de la camisa con un

firme apretón, y me hace girar antes de que pueda dirigirme hacia el

claro.

–Escucha, Goode–gruñe. –Briggs arriesgó su vida sacándote de ahí, yme arrepentiré si te dejo morir por inhalación de humo, o una

explosión o ser capturado mientras intentas rescatar tu equipaje.

Nuestra misión es llevarte hacia el bunker, y eso es lo que vamos a

hacer contra viento y marea.

–Ustedes no entienden...– empiezo, pero entonces escucho un chillido

familiar en el aire, el sonido de un pájaro. Un gran halcón esta posado

sobre una rama encima de mi cabeza, mirándome. Extiende sus alas,


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como si me señalara.

Sacudo mi cabeza un poco, aliviado. Obviamente subestimé lo

resistentes que son estos animales. Lujan me observa como si yo

fuera un idiota y me empuja hacia Briggs.

–Con mucha suerte podremos seguir el resto del camino sin activarninguna alarma– Dice Lujan

No diría que la suerte ha estado de nuestro lado esta noche– Briggs

murmura.

–¿Dónde vamos? –Pregunto.

– Union Station – Lujan toma su arma y se asegura de que está

cargada. –Hay un transporte aquí que nos llevará a un lugar seguro

–¿Los trenes están funcionando?

–Ningún tren que el público conozca

Me quedo con la boca abierta. Recuerdo haber leído teorías


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conspirativas acerca de túneles secretos que se dirigen desde y hacia

lugares como la Casa Blanca y el Capitolio, todos conectándose através de la Union Station en DC. No pensaba que de verdad existieran.

Supongo que no debería estar sorprendido de que Briggs de un paso

adelante con los ojos muy abiertos.

–Señor– susurra mientras toma el fusil de asalto de su espalda. Me

volteo y encuentro otro skimmer acercarse hacia los escombros a

pocas millas.

–Muévanse– dice Lujan, apuntando en la dirección contraria –Si soninteligentes estarán buscando sobrevivientes.

Nos dirige a través del Mall Nacional, manteniéndonos detrás de los

árboles que nos rodean en lugar de zonas abiertas. Ofrecen un poco

de cobertura, pero no son lo suficientemente densos para ocultarnos

completamente si los Mogs traen un skimmer con un reflector en él.

Por lo menos el follaje hace una gran vía para Gamera, que salta de

rama en rama como una ardilla de cola espesa. Es un pequeño milagro


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que tengamos por lo menos un poco de cubierta en la oscuridad, pero

hay suficiente luz ambiental para que no estemos completamenteinvisibles. El Capitolio de los Estados Unidos está a menos de una milla

por delante de nosotros, su fachada blanca brillando en la oscuridad.

Es extrañamente tranquilo, especialmente por donde nos

encontramos. Temía que las ciudades estén invadidas con personasfrenéticas y militares, o por, escuadrones de Mogadorianos.

–¿Dónde están todos? – susurro mientras pasamos una serie de

museos. – ¿Este lugar usualmente no está lleno de turistas? ¿Qué

paso con todos ellos? ¿Por qué no hubo inmediatamente una especiede equipo de respuesta cuando nosotros casi caemos en el

Monumento a Washington?

–Esta área fue una zona prioritaria de evacuación– Lujan explica –Los

bloques que rodean a la Casa Blanca y el Capitolio fueron evacuados.

Después de que la resistencia en Nueva York se volviera una

destrucción masiva, la postura militar fue ni comprometerse con los

Mogadorianos ni interferir con las patrullas que ellos enviaron en sus


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buques de guerra. Las personas están siendo sacadas de sus casas

en Manhattan. Estamos intentado evitar que eso suceda aquí también.

Trago saliva ante la mención de Nueva York y toco mi bolsillo para

asegurarme que mi teléfono satelital todavía está allí.

¿Está Sam seguro?

–¿Y cuál es la postura no oficial? – pregunto.

–¿Qué tal se ve? Estamos encubierta preparando nuestros activos y

leyendo contramedidas ¿Por qué crees que estamos aquí? – Ya casi

estamos en el Capitolio cuando Briggs empieza a quedarse atrás. Hay

sangre goteando del vendaje en su pierna.

–Mierda– dice Lujan cuando se da cuenta. –¿Qué tan mal está?

–Sigan sin mí – Briggs se inclina contra un árbol. Ahora está sudando

demasiado, su adrenalina probablemente comienza a desaparecer–

Estaré bien aquí. Si cualquiera de ellos viene por aquí, no dispararé-

Lujan lo queda mirando durante unos segundos y luego asiente.


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–No podemos simplemente dejarlo aquí- protesto.

–Nuestra misión es llevarte al bunker a salvo– Lujan lo dice por

décima vez desde que lo conocí. Él ya está empezando a trotar.

–Bien, no voy a ninguna parte sin él–

El coronel voltea a verme, burlándose un poco.

–En este punto, esta no es tu decisión-

Los miro a los dos, pero parece que ninguno va a ceder en esto. Así

que continúo hablando. –No conocen al enemigo como yo. Esa es larazón por la que el presidente me necesita, ¿verdad? Un soldado

herido, solitario cerca de los escombros de uno de sus barcos. En el

mejor de los casos lo matarían inmediatamente. Lo más probable es

que lo tomen prisionero. Supongo que saben a dónde vamos, losllevarían directamente hacia el presidente.

–No hablaré– dice Briggs.

–¿Crees que eso importa? Pregunto, colocando dos dedos en el lado


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de mi cabeza donde los Mogs colocaban los electrodos– Ellos

arrancaran todo lo que sabes fuera de tu mente. Tienen tecnologíacon la que nunca has soñado. Les dirás todo lo que sabes, y solo ahí

ellos empezarán realmente a lastimarte.

Lujan aprieta sus dientes. Por un segundo me preocupa en realidad

haber condenado a Briggs a una muerte temprana, y mentalmente

empiezo a preparar argumentos en contra de darlo de baja.

Eventualmente, Lujan coloca su grueso dedo en mi cara.

–No se muevan. Voy a reconocer el terreno– Mira a Briggs– Cuando

regrese, estén preparados para correr-

Luego, se ha ido. Briggs mira al suelo. Parece enojado, pero no estoy

seguro de si es contra los Mogs, contra mí, o hacia el mismo.

Probablemente una combinación de las tres.

–Deberían simplemente dejarme atrás– murmura finalmente.

–Tú me sacaste de los escombros, ¿cierto? - pregunto.


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–Estaba haciendo mi trabajo.

–Bien, ahora estamos iguales.

Él se queda callado y mantiene su mirada en la hierba. Saco mi

teléfono satelital y reviso que no tenga ninguna llamada perdida de

Sam y que este todavía intacto después del choque. Luego doypalmadas en mis bolsillos para ver si tengo algo más útil que se me

haya olvidado.

–¿Perdiste algo? Pregunta Briggs.

–El desintegrador Mogadoriano, en el choque. Había escondido uno en

mi maleta– Se encoje de hombros y saca una pistola de su funda en su

espalda.

–¿Sabes cómo usar una de estas? – me pregunta.

–Soy mejor con un rifle de francotirador, pero estoy seguro que

puedo arreglarme.

Él suelta una simple risa y me entrega el arma, Tiene “Beretta”


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grabado en un lado. –No es un arma alienígena– dice –pero va a

realizar el trabajo.

Briggs tiene una gasa extra en su bolsillo, y le digo que me deje volver

a vendar su pierna. Él necesita algún tipo de atención médica real,

pero en este momento yo soy todo lo que tiene.

Estoy ter

pittacus lore - lf14 ultima defensa

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