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  • W. K. C. GUTHRIE

    H I S T O R I ADE L A

    F I L O S O F I A G R I E G AVI

    INTRODUCCIN A ARISTTELES

    VERSIN ESPAOLA DE ALBERTO MEDINA GONZLEZ

    f t

    ED ITO RIA L GREDOSMADRID

  • CAMBRIDGE UNIVERSITY PRESS, 1981.

    T h e S y n d ic s o f t i i e C a m b r id g e U n iv e r s it y P r e ss , England.

    EDITORIAL GREDOS, S. A., Snchez Pacheco, 85, Madrid, 1993, para la versin espaola.

    Ttulo original: A HISTORY OF GREEK PHILOSOPHY. VOLUME VI. ARISTOTLE. AN ENCOUNTER.

    P r im e r a e d i c i n , 1993.R e im p r e s i n .

    Depsito Legal: M. 18938-1999.

    ISBN 84-249-0947-X. O. C.ISBN 84-249-1631-X. Vol, VI.

    Impreso en Espaa. Printed in Spain.Grficas Cndor, S.A.Esteban Terradas, 12. Polgono Industrial. Legans (Madrid), 1999.

    ArmauirumqueArmauirumque antiquus lector

  • PRLOGO

    Aristteles que rema en todas las aguas* y se mete en todo.

    Montaigne tr. Florio

    He elegido el ttulo de este volumen por dos razones fundamentales. En primer lugar, no se trata de una investigacin enciclopdica respecto de toda la informacin sobre Aristteles. Vaya por delante que gran parte de su contribucin original a la filosofa adopt la forma de la crtica a sus predecesores, por lo que su nombre se hallar frecuentemente en los ndices de los volmenes anteriores; por ejemplo, sus ideas sobre la pluralidad y la continuidad, an de gran valor, aparecen profusamente en sus crticas de los eleticos Parmnides, Zenn y Meliso, y pertenecen por lo tanto al volumen II, en el que su nombre figura un gran nmero de veces; sus opiniones sobre la infinitud, como potencial pero no realmente posible, en sus crticas a Demcrito en Fis. III; la diferencia entre divisibilidad infinita y extensin infinita, en sus observaciones sobre Zenn en el volumen II; y sus ideas sobre la induccin y la definicin, que se tratan exhaustivamente en este volumen VI, son objeto de ms de una mencin en su discusin de la contribucin de Scrates (vol. III) y en Ret. I, 10, y I, 15, (vol. III pgs. 128 y sigs.). En segundo lugar, al releer lo que he escrito, lo considero muy personal. Yo siempre he admirado a Aristteles como pensador y particularmente como discpulo y crtico de Platn. En mi opinin, l es, como evidencian mis primeras pginas, el ltimo de los filsofos antiguos y el primero de los modernos. La poca helenstica que vino a continuacin, conocida tambin con el significativo epteto de postaristotlica, no produjo otro Aristteles y representa, filosficamente hablando, un declive respecto de l. Espero que este enfoque personal no parezca demasiado fuera de lugar en lo que pretende ser una historia, mas, como he dicho en un prlogo anterior,

  • toda historia de la filosofa est obligada a ser en cierta medida personal. Aunque yo no suscribira todo lo que piensa Harold Laski, estoy con l cuando dice: Estoy completamente seguro de que toda filosofa no es realmente ms que la hipstasis brillante de un temperamento individual.

    Adems, el profesor Dring, con su Aristoteles, nos ha proporcionado una obra enciclopdica de esa naturaleza. l domina tanto el alemn como el ingls o su sueco nativo. Es, adems, un hombre excepcionalmente imparcial y, despus de habernos procurado en ingls Aristotle in the Ancient Biographical Tradition y su edicin de los fragmentos del Protrptico, evidentemente le tocaba el turno a los alemanes, en cuya lengua, para desgracia de los lectores exclusivos de ingls, apareci su Aristoteles. En el conjunto de una obra como la que nos ocupa se tiende a mencionar un libro slo para discrepar de l, por lo que aprovecho esta oportunidad para expresar la gran deuda que tengo contrada con esta obra, especialmente en lo tocante a haberme conducido a pasajes aristotlicos que, de lo contrario, podran habrseme pasado por alto. Para citar la resea de Marrou: Haber planeado una obra a esta escala fue una ambicin osada, haberla llevado a venturoso cumplimiento es un logro magnfico y heroico. No obstante, como G. E. R. Lloyd ha dicho tambijn en una resea, ste no es un libro fcil de leer o usar y difcilmente recomendable para principiantes. Es de lamentar, en particular, la falta de un ndice adecuado y completo.

    Esto me trae a la memoria que el autor de una resea de un volumen anterior de esta serie tema que el mismo pudiera estar nadando entre dos aguas, por ser demasiado erudito para el principiante y demasiado elemental para el experto. Esta observacin me alent, porque significaba que yo haba alcanzado probablemente el objetivo que me propuse ante todo, es decir, el estudiante, quien indudablemente se halla a medio camino entre los dos. Aunque yo sera el ltimo en defender la amplitud de mis lecturas en el campo de la filosofa moderna, esto explica que cite a otros filsofos, incluso a Descartes, como lamentaba otro reseador, por introducciones generales a la filosofa tal como es probable que se encuentren en la biblioteca de un estudiante. Otro grupo que ha valorado la obra, a juzgar por mi correspondencia, ha sido el de los colegas en disciplinas relacionadas, pero diferentes, especialmente literarias. Pero no debo caer en la trampa, en la que suelen caer ios escritores de obras en muchos volmenes, de hacer la resea de mis reseadores; todos ellos han sido, en cualquier caso, demasiado amables.

    En lo que sigue se partir del supuesto de que el grueso de los escritos que nos han llegado como de Aristteles son genuinamente aristotlicos. Respecto de opiniones extremas sobre ambos aspectos pueden verse las de P. Gohlke y J. Zrcher (resumidas por P. Moraux en Aristoteles in der neueren Forschung, pgs. 69 y sig.). La montaa de pruebas que aporta

  • Zrcher se cae como un castillo de naipes, dice Moraux. F. Grayeff (vid. la Bibliografa) ha seguido ahora sus pasos.

    Las traducciones, tanto de los autores antiguos como de los modernos, son mas, a no ser que se diga lo contrario. Espero que se excuse el hecho de poner entre comillas las citas traducidas de autores extranjeros.

    Una observacin an ms personal a modo de conclusin. En el verano de 1979 sufr un infarto. En esa poca mi trabajo sobre el volumen VI estaba virtualmente completo, pero no he sido capaz de dar a la Poltica y ia Potica el tratamiento que, de haber estado bien, habra esperado. La aparicin de otros volmenes se ha hecho algo imposible. Ser una lstima, puesto que yo haba albergado la esperanza de enlazar con los neoplatnicos y los comienzos de la filosofa medieval y cristiana. Ello, no obstante, es de importancia menor, no slo por la razn que he dado, sino tambin porque ese perodo ha sido recientemente objeto de una atencin considerable por parte de especialistas en lengua inglesa.

    Este volumen debe naturalmente ms que los otros a otras personas. Vaya mi agradecimiento en primer lugar a la Editorial de la Universidad de Cambridge por publicar este libro y sus predecesores. La seora Ann Buttrey ha ledo las pruebas y la seora Catherine Osborne ha compilado la bibliografa y el ndice. El Dr. G. E. R. Lloyd ha ledo mecanografiados varios captulos del libro y ha hecho sugerencias tiles. Expreso tambin mi agradecimiento a mi esposa, quien me ha proporcionado siempre un ambinte propicio y cuyo conocimiento del griego se ha demostrado inestimable, y a la seorita B. M. Gorse, quien, como en ocasiones anteriores, ha mecanografiado el original y que ha resultado para nosotros dos tanto una vieja amiga como una mecangrafa.

    W. K. C. G.

    Cambridge diciembre de 1980

  • LISTA DE ABREVIATURAS

    La mayora de las obras citadas de forma abreviada en el texto se reconocern fcilmente en la bibliografa por el nombre del autor o el editor. No obstante, puede ser til ofrecer una lista de las siguientes:

    OBRAS DE ARISTTELES

    An, Post, Analticos Segundos.An. Pr. Analticos Primeros.Ath. Resp. Constitucin de Atenas.Cael. Sobre el cielo.Catt. Categoras.De an. Sobre el alma.D e int. Sobre la interpretacin.D e phil. Sobre la filosofa.D e resp. Sobre la respiracin.Div, per somn. Sobre la adivinacin p o r el sueo.EE tica Eudemia.E N tica Nicomquea.Eud. Eudemo,Fis. Fsica.GA Sobre la generacin de los animales.GC Sobre la generacin y la corrupcin.HA Historia de los animales.IA Sobre la marcha de los animales.Insomn. Sobre los insomnios.Iuv. Sobre la juventud.M A Sobre el movimiento de los animales.Mem. Sobre la memoria.Met. Metafsica.Meteor. Metereolgicos.M M Gran tica.PA Sobre las partes de los animales.Pot. Potica.

  • Pol. Poltica.Protr. Protrptico.R e f Sof. Refutaciones Sofsticas.Ret. Retrica.Somn. Sobre el sueo y la vigilia.Tp. Tpicos.

    REVISTAS

    AGPh Archiv f r Geschichte dr Philosophie.A JP American Journal o f Philology.CP Classical Philology.CQ Classical Quartely.CR Classical Review.PQ International Philosophical Quartely.JHI Journal o f the History o f Ideas.JHP Journal o f the History o f Philosophy.JHS Journal o f Hellenic Studies,PAS Proceedings o f the Aristotelian Society.PCPS Proceedings o f the Cambridge Philological Society.PR Philosophical Review.Philol. Philologus.Phron. Phrnesis.PQ Philosophical Quartely.TAPA Transactions o f the American Philological Association,YCS Yale Classical Studies.

    OTRAS OBRAS

    (Pormenores completos en la bibliografa)

    A A B T I. Dring, Aristotle in the Ancient Biographical Tradition.ACPA H. Cherniss, A ristotles Criticism o f Piato and the Academy.DK Diels-Kranz, Die Fragmenter der Vorsokratiker.D.L. Diogenes Laercio.RE Realencyclopadie der classischen Altertumswissenschaft, ed. Wisso-

    wa, Kroll et aLSymp. Ar. I Aristotle and Plato in the mid-fourth century. Actas del Primer

    Symposium Aristotelicum.Symp, Ar. II Aristote et les problmes de mthode. Actas del Segundo Sympo

    sium Aristotelicum.Symp. Ar. I l l Aristotle on Dialectic. Actas del Tercer Symposium Aristotelicum.Symp. Ar. VII Aristotle on mind and the senses. Actas del Sptimo Symposium

    Aristotelicum.

  • OBITER DICTA

    , .[Una vez sentado un absurdo, le siguen los dems. No hay ninguna dificultad en ello.]

    Fis. I, 185al 1

    . .[Por lo cual incluso el amante del mito es en un sentido un filsofo; porque

    el mito se compone de cosas extraas.] *Met. A, 982b 18

    . [Hay que detenerse en alguna parte.] 1070a4

    .[Establecer distinciones claras no es caracterstico de la mayora de los hombres.]

    EN 1172b 3

    & , .[Lo que debemos aprender antes de poder actuar, lo aprendemos actuando.]

    E N 1103a32-34 y M et. , 1049b29-32

    .[La mayora de los hombres son malos jueces de sus propios asuntos.]

    Pol. III, 1280al5

    .[Todo lo que se dice metafricamente es obscuro.] . .1 M Top. 139b34

    - .

    [Recordar que uno no es ms que un hombre conviene no slo al afortunado sino tambin al lgico.]

    Vita M (AABT, pgs. 103 y sig., de Sobre el Bien)

  • EL DESCUBRIMIENTO DE ARISTTELES

    Yo te contar, si quieres, mis propias experiencias sobre la cuestin.

    Scrates en el Fedn 95e

    DOS ENCUENTROS

    An recuerdo mi primera introduccin seria a Aristteles. Con Platn me haba encontrado en mi poca de estudiante. Yo le el Fedn a la impresionable edad de diecisiete aos (probablemente la edad en que Aristteles lo ley por primera vez) y no pude (como a duras penas puedo ahora) repetir las frases finales ni de ese dilogo ni de la Apologa sin sentir un nudo en la garganta. Esto era, senta yo, lo que debera ser la filosofa: fundada en la argumentacin slida pero llevada en las alas de la Razn misma al reino del Ser puro, donde la inteligencia en s misma, liberada de la dependencia de la mediacin poco fiable de los sentidos, goza de la comunin directa con las realidades eternas e inmutables. La culminacin de la investigacin dialctica en las verdades simblicas de la poesa y el mito, la destreza dramtica y la belleza del lenguaje ejercieron todas juntas una atraccin irresistible.

    En comparacin con esto, Aristteles representaba lo desconocido y hasta, sospech uno, lo hostil y desfavorable, el potro que da coces a su madre, como se cuenta (aunque es improbable) que Platn lo llam l . La tradicin escolstica segua ejerciendo su hechizo sobre todo lo que yo haba ledo sobre l. Aristteles era sencillamente la autoridad indiscutible, apenas

    1 D. L., V, 2. En ocasiones lo apod Caballo, porque era como un caballo que golpea a su propio padre. (Vid. Dring, AABT, pg. 320 t. 37b.) Uno puede tener su propia eleccin. Sobre las-tradiciones desfavorables respecto de las relaciones de Aristteles con Platn vid. Dring, AABT, pgs. 256 y sigs., De Vogel, Philos. I, pgs. 301-303.

  • humano, el Maestro dantesco de los que saben. Los rabes llamaron a su ms grande filsofo El Segundo Maestro. No haba que decir que el primero era Aristteles. Tanto para los cristianos como para los musulmanes, el aristotelismo era un esquema de ideas fijo y rgido, un sistema cerrado, a aos luz del arte de poner a prueba del mtodo socrtico, y en consonancia con esto se habra originado la idea de un pensamiento aristotlico fro, coherente consigo mismo, distante e intransigente con todos los dems, que enseaba, adems, una metafsica y una cosmologa que tenan poco o nulo inters para el mundo de hoy.

    Dos cosas sirvieron para desterrar esta impresin desagradable. La primera de ellas fue una lectura de las propias obras de Aristteles. Siendo an estudiante, comenc con el libro primero de la Metafsica y continu la lectura con entusiasmo creciente. Parte de la atraccin del pensamiento griego arcaico resida, hay que admitirlo, en una cierta lejana y misterio. Leyendo los fragmentos de los presocrticos, y en parte las obras del mismo Platn, uno disfrutaba del intento de penetrar en sus raros modos de pensamiento, mas, por raros que fueran en muchos aspectos, sus mentalidades permanecan. Exista la tentacin de considerarlo como algo tpicamente griego, porque, despus de todo, era bastante natural que una especie de cortina nos separara de un pueblo que haba vivido ms de dos mil aos antes y pensado con un lenguaje diferente, con una estructura suficientemente extraa como para afectar a la de los conceptos que expresaba su lenguaje. No obstante, estaba Aristteles, un griego jonio como los milesios y Demcrito, y no muy alejado de ellos en el tiempo, discpulo y amigo de Platn, perplejo por sus extraas expresiones, del mismo modo que lo estamos nosotros mismos. Si hubiera una cortina entre nosotros y ellos, Aristteles estara sin duda alguna a nuestro lado. Cuando los pitagricos construyen los cuerpos fsicos a partir del nmero cosas que tienen ligereza y peso de lo que no tiene ni una ni otro parece que estn hablando de un universo diferente y de otros cuerpos, no de los que percibimos. En el caso de Empdocles, hay que librarse de su expresin primitiva para llegar al pensamiento que hay detrs de ella. De un modo semejante, al tratar de Anaxgoras: Si hubiera que investigarlo analizando lo que tena que decir...; l no habla ni acertadamente ni con claridad, sino que lo que quiere decir es algo semejante a lo que dicen sus sucesores y corresponde casi a los fenmenos tal y como nosotros los vemos ahora. Estos pensadores primitivos eran como boxeadores desentrenados, que pueden asestar algunos golpes hbiles, mas tras de los cuales no hay ciencia alguna 2. Aqu haba por fin un griego que reflejaba mis propios pensamientos en trminos claros y comprensibles, una mente que trabajaba siguiendo las mismas lneas y

    2 M et. 1090a32, 985a4, 989b4 y 19, 985al3. Se le ha censurado con fuerza las observaciones de este tipo, partiendo de la suposicin de que, bajo la pretensin de descubrir el significado

  • colmaba el vaco de milenios entre nosotros, aunque podra ser ms cierto decir que ramos nosotros los que habamos aprendido a pensar al modo aristotlico. l estableci, despus de todo, las reglas del pensamiento lgico que guiaron el pensamiento europeo hasta el siglo xix, y, si los lgicos profesionales han ido en los ltimos cien aos ms all de l, el pensamiento del hombre medio, repare o no en ello, sigue rigindose principalmente por las pautas de una estructura aristotlica. En cualquier caso, el descubrimiento personal de esta afinidad fue una experiencia estimulante y esciarecedora. A pesar de mi admiracin por Karl Popper, espero que acertar demostrando que se equivoca cuando acusa a Aristteles de hacer un platonismo torpe y muestra su aquiescencia con el juicio de Zeller de que l no puede inspirarnos... en absoluto del mismo modo que Platn. Su obra es ms rida, ms profesional... que la de Platn (O.S. II, pg. 271 nota). Pobre Aristteles y para colmo con todos sus dilogos perdidos!.

    La segunda ayuda para mi descubrimiento de Aristteles fue el libro que hizo poca, de Werner Jaeger, Aristteles: hacia una historia de su evolucin 3. El subttulo de las ediciones inglesas, Fundamentos de la historia de su desarrollo, es un poco engaoso, al sugerir, por as decirlo, que se trata de una especie de libro de texto sobre los conceptos fundamentales aceptados de un tema (Fundamentos de Fsica o de cualquier otra cuestin), mientras que el objetivo ms modesto de Jaeger era sentar las bases (como tradujo Case en Mind, 1925) sobre las que otros podran construir. El ttulo nuevo tiende a oscurecer los rasgos ms atractivos de la obra: su frescura de planteamiento y carcter pionero 4, y la provisionalidad de sus conclusiones. Lo que l esperaba y pretenda que sucediera es que el

    real de sus predecesores, de hecho est distorsionando lo que dijeron para encajarlo en su propia estructura filosfica. No podemos entrar aqu en esta cuestin, pero vid. mi artculo Aristotle as a Historian o f Philosophy, en JHS, 1957.

    3 Aristoteles: Grundlegung einer Geschichte seiner Entwicklung, Berlin, 1923 (trad, inglesa de R. Robinson, Aristotle: towards a History o f his Development. Fundamentals o f the History o f his Development, Oxford, 1948, 2 .a d.).

    4 Si, como algunos especialistas gustan de recordarnos (por ejemplo, A. Mansion, en Rev. Noscol. de Phil., 1927, traduccin alemana en A . in der neu. Forsch., 1968, donde vid. la pg. 9 sobre Zeller), la teora de la evolucin, tiene sus races en el siglo pasado, su primer florecimiento debe atribuirse al Aristoteles de Jaeger y a su precedente de 1912, su Entstehungs- gesch. d. Metaph. des A ., aunque los bretones patriotas recuerdan tambin la exposicin de Thomas Case en la oscuridad comparativa de su artculo sobre Aristteles en la Encyclopaedia Britannica de 1910. (Vid. la conferencia reimpresa muchas veces de Ross procedente de Proc. Brit. A c., 1957, pgs. 63 y sig., y su propia apologia de Case en Mind, 1925, pgs, 80-86.) Cf. tambin, de Grant, Ethics I, pg. 71 . 35, sobre la secuencia cronolgica de algunos de los escritos conservados, un orden basado en la comparacin del pensamiento en libros diferentes y en los grados diversos de madurez exhibidos por la misma concepcin que aparece en libros diferentes; asimismo las pgs. 272-77 del mismo volumen. La filosofa del primo

  • medio siglo venidero hubiera asistido a la visin de una corriente constante de crticas y apreciacin, en el curso de las cuales se hubieran modificado considerablemente las conclusiones de Jaeger. Su logro consisti en infundir una vida nueva a los estudios aristotlicos y enderezarlos por un nuevo camino. En acuerdo o en desacuerdo con l, el tema dominante de dichos estudios en el perodo posterior a Jaeger ha sido el grado en que su filosofa cambi y se desarroll o se mantuvo inmutable durante su vida activa. Volviendo ahora a Jaeger despus de muchos aos, habiendo ledo mientras tanto a muchos de sus crticos, no siento la menor duda de que la Grundle- gung, las bases, siguen vigentes.

    EL ENFOQUE GENTICO 5

    Para toda esta reaccin contra el punto de vista del sentido comn y el hecho emprico es imposible que Aristteles dejara de ser un platnico. Su pensamiento, no menos que el de Platn, est gobernado por la idea de la aspiracin, que su maestro hered de Scrates la idea de que la causa o explicacin verdadera de las cosas no debe buscarse en el principio, sino en el fin.

    F. M. Cornford

    Empecemos con una cuestin de principio. Los detalles de la teora de la evolucin son a veces oscuros y algunos puntos importantes, incluso fundamentales, continan siendo objeto de duda y controversia. En vista de ello y del hecho evidente de que desde el momento en que abandon la creencia en las formas trascendentes de Platn la filosofa de Aristteles no experiment cambios revolucionarios, no ser aconsejable permitir la preeminencia de las discusiones sobre la evolucin en un examen general como el que nos ocupa. Es indudable que aqu y all arrojarn luz sobre una cuestin particular, pero hacer la totalidad del enfoque gentico nos enredara en la confusin de los detalles de la controversia y no servira de ayuda

    Aristotele, de E. Berti, es una mina de informacin sobre la historia del problema de la evolucin, antes y despus de Jaeger.

    5 Parece superficial minimizar los logros de la teora de la evolucin basndose en el fundamento apriorstico de que son simplemente una manifestacin del Zeitgeist del siglo xix y principios del XX, influenciado particularmente por la biologa evolucionista de hombres como Darwin y Wallace, pero que se remonta a Herder, Goethe y el movimiento romntico. As, Dirmeier, en A . in der neu. Forsch., pg. 144. Cf. Tarn sobre un libro de Oehler (Gnomon, 1974, pg. 538): No es evidente, adems, que Dehler relacione la obra de Jaeger sobre Aristteles con todo esto, porque, aunque es indudable que Jaeger estuvo influenciado por nociones normales en la poca, tales como la evolucin de la personalidad y el pensamiento, su interpretacin es independiente de ellas en la medida en que intenta apoyar sus opiniones mediante un anlisis de los textos.

  • para la comprensin de las lneas fundamentales del pensamiento de Aristteles. No obstante, en otro aspecto, la perspectiva gentica (es decir, la conciencia de que la filosofa de Aristteles no es algo esttico, un sistema nico y autocoherente, sino un proceso dinmico de desarrollo continuo desde sus races platnicas) no puede sino impregnar la obra de todo el que escriba hoy sobre Aristteles. Se piense lo que se piense sobre la exactitud de sus resultados, dicho mtodo ha puesto de relieve que hay un modo mejor de examinar a Aristteles que el hasta ese momento tradicional. No slo es mejor por representar un mtodo ms slido de investigacin especializada, sino tambin porque este mtodo, al exigir un estudio crtico del trasfondo histrico del filsofo, de su vida (especialmente de su dilatada pertenencia a la Academia platnica), de las idiosincracias de su mente y personalidad 6 y de la variedad de sus escritos, ha infundido un vigor y atractivo nuevos a los estudios aristotlicos. Como escribi un especialista alemn en el primer arrebato de entusiasmo, menos de un ao despus de que se publicara el libro de Jaeger, Jaeger haba resucitado al Aristteles vivo en carne y hueso 7.

    Por estas razones, har unas observaciones generales al principio sobre la teora de la evolucin, de manera que puedan estar en la mente del lector cuando volvamos a una consideracin ms sistemtica de las diversas ramas de la filosofa aristotlica. Dicha teora se apoya en la creencia de que, teniendo en cuenta los testimonios a nuestra disposicin, tanto en las obras conservadas de Aristteles como en otros lugares, podemos seguir un proceso evolutivo un tanto ms profundo que la mera expresin y formulacin de su pensamiento. sta es una idea con la que todos nos hemos familiarizado al estudiar a Platn. En efecto, la mayora de nosotros, especialmente desde los logros de la estilometra, estamos ahora tan acostumbrados a considerari muchos de los dilogos ms importantes en un orden determinado, en correspondencia con la evolucin del pensamiento del autor, que nos sentimos inclinados a olvidar cun recientes son las investigaciones que nos permiten situarlos con tanta seguridad. Nadie negara que ellas han contribuido a una mejor comprensin de Platn y result natural que los especialistas se preguntaran, al menos, si podra prestarse un servicio similar a nuestra comprensin de Aristteles. Por otra parte, l presentaba unos problemas muy diferentes y todas las teoras nuevas estaban destinadas a sufrir

    6 La advertencia de Dirmeier sobre las dificultades de reconstruir la personalidad de un griego antiguo (A. in der neu. Forsch., pgs. 148 y sig.) quiz es saludable, pero.su argumento de que el intento mismo es anacrnico parece apoyarse en la curiosa falacia de que, puesto que los griegos no tuvieron conciencia plena del concepto de personalidad y no hicieron uso del mismo, por ello no tuvieron personalidades, y sugerir que las tuvieron es proyectar a la antigedad una categora mental moderna.

    7 E. Hoffmann, en 1924, citado por De Vogel, Philos. I, pg. 296.

  • las trabas del peso pegajoso de la tradicin escolstica ya mencionada. Tampoco debe ignorarse la posibilidad de que, aunque es psicolgicamente improbable que la filosofa de Aristteles no sufriera cambio o evolucin alguna desde su juventud a los sesenta aos, no obstante, en la medida en que podemos extraerla de los documentos conservados, la imagen tradicional podra ser la verdadera en el caso de que todos ellos se hubieran escrito despus de que su sistema maduro hubiera tomado forma. Realmente quien investiga la evolucin puede pensar dos veces y presentar buenas razones antes de continuar con sus investigaciones. Si deseamos compartir los pensamientos de un gran filsofo y sus escritos, tal y como se conservan, ofrecer una exposicin coherente e inteligible, hay modos ms provechosos de emplear nuestras vidas que reducirlos a pedazos a la bsqueda de huellas de cambio y evolucin en su pensamiento. Intentar la diseccin puede ser completamente nocivo al proyectar una oscuridad innecesaria sobre lo que, ledo de un modo sencillo y receptivo, es lcido, comprensible y filosficamente interesante. El enfoque gentico slo se justifica si existe la posibilidad de que sus resultados puedan aclarar alguna dificultad real y fundamental que otros mtodos de estudios no han conseguido eliminar.

    En el caso de Aristteles hay una dificultad semejante. Para ver cul es slo es necesario hacer dos simples afirmaciones que nadie puede negar, aunque alguien pudiera considerar superfluo repetir una vez ms lo que todo el mundo sabe. Existe el acuerdo general, en primer lugar, de que el platonismo y el aristotelismo no son lo mismo, que ellos representan dos formas diferentes de mirar el mundo, que la platnica es de un carcter intelectual diferente a la aristotlica. En segundo lugar, nosotros tenemos un hecho histrico perfectamente atestiguado, me refiero a que Aristteles recibi su primera preparacin filosfica a los pies de Platn y permaneci durante veinte aos como miembro de la escuela que Platn fund y dirigi. En esta formulacin general, las observaciones que podamos hacer despus sobre la naturaleza de la Academia y la actitud de Aristteles respecto de la misma durante su estancia, en la medida en que ellas puedan recuperarseo, al menos, conjeturarse con probabilidad razonable, no arrojan sobre nuestra afirmacin sospecha alguna de inexactitud o distorsin.

    Nosotros partimos, por lo tanto, del reconocimiento de que existe la dificultad de reconciliar la opinin recibida comnmente sobre la filosofa de Aristteles, formulada en sus trminos ms generales, con el hecho conocido de las bases de su pensamiento. Esto da lugar a una amplia seleccin de hiptesis, ms o menos probables, desde las que pueden abordarse los testimonios. En primer lugar, estn las dos extremas. No me gustara emplear mucho tiempo considerando la posibilidad de que Aristteles permaneciera hasta su muerte fiel a la letra del platonismo. Exigira por lo menos la agilidad sofstica del autor de Sobre la Naturaleza o Lo que no es. Si

  • fue, por otra parte, un antiplatnico activo desde sus primeros aos, nuestra primera reaccin sera de asombro ante el hecho de que se permitiera, o realmente deseara, permanecer en la Academia. Aqu hay que abordar el hecho sobre el que insiste con nfasis y reiteracin el ms distinguido quiz de los especialistas aristotlicos vivos, el profesor Ingemar Dring, que Aristteles adopt una posicin opuesta a Platn desde el principio 8. Sera infructuoso criticar con detalle a opinin de Dring. Ahora me limitar simplemente a hacer un comentario y en las pginas siguientes tratar de la cuestin abierta an a discusin de cundo se separ Aristteles de Platn.

    El comentario es ste. Aristteles, hijo de un prestigioso mdico en el lejano norte de Grecia, lleg a Atenas por primera vez a los diecisiete aos de edad para apuntarse como discpulo en la Academia de Platn. Yo no acierto a ver cmo alguien puede creer que este muchacho provinciano empezara a establecer teoras opuestas a la cabeza de la escuela que era cuarenta aos mayor, lsfo obstante, aunque no se tome desde el principio en esta imposible forma literal, contina abierta la muy interesante pregunta: Cundo comenz a separarse? Dnde empieza a hacerse evidente, en las informaciones conservadas, esta independencia respecto de Platn y a qu perodo de la vida puede asignrsele? Podra ser que no existieran testimonios para decidir o que ninguno de los escritos que nos son conocidos perteneciera a su perodo platnico. Ello, no obstante, debe establecerse mediante un examen de los testimonios, no puede zanjarse ab initio recurriendo a palabras como desde nada ms llegar 9.

    Entre los extremos podemos elegir varias opiniones ms moderadas. Podramos admitir qu sabemos menos de los ltimos aos del pensamiento

    8 Von Anfang an y anfangs son expresiones favoritas de Dring en relacin con esto. Ambas aparecen en la pg. 46 de su Aristoteles, y von Anfang an en las pgs. 64, 94, 202, 290, 457. Cf. tambin su artculo en RE (Supp. XI, col. 329): Aristoteles stellte sich anfangs stark in Gegensatz zu Platon. Como aliados en la refutacin a Jaeger, Dring slo cita a E. Frank (The Fundamental Opposition o f Plato and A ., AJP, 1940) y a Cherniss (ACPA, App. 2, pgs. 488-94). Estos dos especialistas, sin embargo, tratan slo de los pasajes de la Metafsica citados por Jaeger para apoyar su posicin. Ninguno de ellos menciona en absoluto las obras exotricas. Adems, los artculos de Frank son a veces oscuros de expresin y contienen varias afirmaciones errneas. (Habla, por ejemplo, de la concepcin platnica de Dios como el bien trascendente.) La idea de Dring remonta a Bernays, en 1863. Vid. su Dialoge, pgs. 23, 25, 26 (sobre el Eudemo),

    Entre los muchos lugares donde puede hallarse informacin sobre los crticos de Jaeger, puede mencionarse (junto a Berti, Primo Aristotele) a De Vogel, Philos. I, pgs. 296-99 (un estudio histrico publicado por primera vez en 1965), Lesky, HGL, pgs. 575 y sig. (trad, inglesa de la 2 .a ed. 1963) y Lynch, A . s School, pg. 77 n. 14.

    9 Dring no est solo en esta opinin extrema. Cf. Flashar (Articles on A ., 2, pg. 12, . 18): No hay ninguna prueba clara de que Aristteles se hubiera mantenido alguna vez fiel a las Ideas Platnicas. Yo espero, conforme avancemos, presentar alguna prueba razonablemente convincente, particularmente con referencia al Eudemo y Protrptico.

  • de Platn, conceder que fue entonces cuando Aristteles lo conoci mejor y concluir que lo que l hizo fue simplemente extraer las implicaciones de la filosofa de su maestro, conforme se iba desarrollando justo antes de su muerte del mismo modo que podra sostenerse que Platn hizo con su propio maestro Scrates. Con una ligera modificacin, podramos mantener que Aristteles permaneci siempre fiel al platonismo y que, sin apegarse a la letra de los escritos platnicos, ha preservado el meollo real del sistema y no ha alumbrado nada esencial. De hecho existi una poderosa escuela de intrpretes neoplatnicos que se esforzaron en mantener que en todo lo esencial el mensaje de los dos filsofos fue el mismo, aunque sus afirmaciones han encontrado escasa aceptacin en tiempos ms recientes. A este respecto, tendremos que decidir de un modo ms preciso qu es lo que queremos significar mediante la vaga palabra platonismo. Quiz, como E. Berti sugiere ms de una vez, los especialistas han errado al considerar el abandono de las formas trascendentes como sinnimo del abandono del platonismo. Despus de un largo anlisis de las opiniones de los especialistas, Berti concluye:

    Aun apreciando la seriedad de todos estos anlisis, uno no puede sino advertir que todos ellos proceden de la asuncin de Jaeger de que el platonismo es sencillamente idntico a la doctrina de las Ideas y el abandono de las mismas significa volverle la espalda.

    De nuevo:

    Una vez hecha esta aclaracin, no hay dificultad en admitir el platonismo del fr. 8 de Sobre la filosofa, con la nica condicin de que platonismo no significa simplemente la anttesis del aristotelismo y, en particular la adhesin a la doctrina de las Ideas separadas 10.

    Quiz, sin embargo, despus de comenzar como un platnico bueno y leal,, de un modo gradual o repentino, cambi para criticar la filosofa de Pa|n en su punto ms vital y estableci un sistema en oposicin a ella. Sabiendo que Aristteles fue de una disposicin mental muy diferente de la de Platn, tenemos derecho a decir que l nunca comprendi a su maestro en las cuestiones esenciales y acab por incurrir en crticas que, dado que se basan en malentendidos, son sencillamente irrelevantes y no afectan en absoluto a Platn?

    En este siglo la mayora de los puntos de vista han encontrado partidarios, especialmente en Alemania, donde el problema de las relaciones entre

    10 Vid. las pgs. 323 y 328 del tilsimo libro de Berti ya mencionado, La filosofa del primo A . En el volumen ltimo me aventur a llamar a Aristteles un platnico sin las Formas trascendentes (pg. 431).

  • los dos filsofos despert un inters particular. En 1919, el gran Wilamowitz expresaba su opinin de esta manera:

    El modo en que [Aristteles] transform la doctrina de las Ideas... la despoj del valor que an posea para Platn, y en la preexistencia del alma l perdi uno de los dogmas fundamentales de su credo. De modo que se origin con necesidad trgica un alejamiento entre el mestro y su gran discpulo.

    El mismo escritor trat sumariamente de la posibilidad de que Aristteles pudiera haber sintonizado mejor con el Platn anciano, cuando lo conoci mucho mejor de lo que lo conocemos nosotros: Entonces vino el pita- gorizar, el jugar con los nmeros, la demonologa supersticiosa... El Platn que escribi la Repblica habra llegado a una comprensin de la concepcin aristotlica de la forma; el anciano se limit a eludir la cuestin. Otros han pensado de una forma diferente. Julius Stenzel, en 1924, declar que su objetivo era mostrar a Aristteles como a quien preserva el centro espiritual de Platn de una forma nueva, una forma no basada en la combinacin del poeta y el pensador, incomprensible en ltima instancia, que se llev a la prctica en Platn por primera y ltima vez. El mismo Jaeger escribi:

    Despus de los intentos iniciales de una imitacin y continuacin ingenuas del sistema platnico viene un perodo en el que aprendi a distinguir entre la esencia duradera de la herencia platnica y lo que en su formulacin erao inimitable o anticuado. Entonces busca liberarse de lo segundo, mientras que se esfuerza por conservar intacto lo esencial u .

    La acusacin de una interpretacin errnea remonta a la Antigedad. El platnico tico (siglo m d. C.) censur a Aristteles porque se hizo a s mismo medida y juez de cosas que escapaban a su comprensin. Rechaz esas entidades peculiares que Platn haba reconocido y se atrevi a describir las realidades supremas como un tintineo de palabras carentes de sentido y significado. Del mismo modo, en nuestros propios das, Burnet seala: En primer lugar es seguro que l nunca comprendi la enseanza de la cabeza de la Academia 12.

    Exista, por consiguiente (y podran citarse muchos ms ejemplos), espacio de sobra para diferencias de opinin hasta llegar al tiempo en que una crtica ms cientfica se concentr en el problema de las relaciones entre las dos filosofas. Lo que quiz necesita explicacin es cmo se las arregl la concepcin tradicional de Aristteles para mantenerse firme durante tanto

    11 Wilamowitz, PL I, pg. 728; Stenzel, ltimas palabras de Zahl und Gestalt; Jaeger, Aristoteles, 1923, pg. 11 (trad, de W. K. C. G.).

    12 tico, ap. Eus. Pr. Ev. 15.4, texto en la pg. 327 de AABT; Burnet, Platonism, pg. 56. Aristteles llam de hecho a las Formas (An. Post. 83a33).

  • tiempo. No era que se desconociese o ignorase deliberadamente la vinculacin temprana 13 de Aristteles a Platn y a la Academia, pero sola considerarse que podra trazarse una lnea tajante entre ese perodo y los aos del Aristteles real o filosficamente maduro. Adems, los cursos y los apuntes que poseemos, y que se consideraron la nica base sobre la que podra juzgarse su filosofa, pertenecan sin excepcin a este perodo tardo, de hecho a los das del Liceo, los diez ltimos aos de su vida, cuando haca mucho que Platn haba muerto y Aristteles era la cabeza de una escuela independiente de fundacin propia. Sus primeros escritos, en primer lugar, se haban perdido, pero, en segundo lugar, no haba que lamentarlo mucho, porque slo podran habernos mostrado a un Aristteles encadenado an por un sistema que pronto iba a dar de lado como si de una crislida vaca se tratase, liberando para vuelos venideros las alas de un genio puramente innato.

    Es justificable, por lo tanto, el intento de buscar las huellas de un cambio en la filosofa de Aristteles, a medida que se iba haciendo mayor, si es que tiene alguna esperanza de xito, puesto que ofrece la perspectiva de una solucin a uno de los problemas ms interesantes suscitado por sus obras, el problema de su relacin con Platn. Queda por mencionar los medios de que se dispone, y los mtodos empleados, para la consecucin de ese fin.

    Las teoras evolutivas modernas basan sus esperanzas en dos cosas: 1) que de las referencias y citas en otros autores puede recuperarse una informacin considerable sobre el contenido de las obras perdidas de Aristteles, significativa para la evolucin de su filosofa; 2) que los escritos que poseemos todava, lejos de pertenecer exclusivamente a los ltimos aos de su vida, muestran huellas indudables de fases diferentes de la evolucin de su filosofa 14. Debera ser posible desenmaraarlas, de una forma provisional al menos, y en el futuro quiz de un modo concluyente, y el retrato resultante de Aristteles, se afirma, ser radicalmente diferente del antiguo. Se indican tambin los mtodos que se seguirn para conseguir esos objetivos. En primer lugar, habr que inspeccionar a fondo lo que se considera como compilaciones o antologas de extractos, como la de JuanEstobeo, del siglo v d, C., y los comentarios griegos sobre Aristteles, con sus referencias frecuentes a obras ahora perdidas. Aparte de esto, hay que apoyarse en los mtodos delicados y difciles de la crtica de las fuentes, en el examen de un escritor filosfico posterior Cicern, quiz, o Sexto Emprico, o

    13 No tan temprana, no obstante; dur, al menos, hasta que tuvo 37 aos.14 Contrstese la opinin antigua, representada por Bernays, Dialoge, pg. 128: Aile uns

    vorliegenden Werke fallen in die letzte Lebensperiode des A .... Nirgends sehen wir den Bau- meister noch bauen. (Todas las obras de que disponemos pertenecen al ltimo perodo de la vida de Aristteles... En ninguna parte vemos al arquitecto seguir construyendo [T. del T.].)

  • uno de los neoplatnicos para descubrir dnde consigui su material. Puede que sea original, o (igualmente probable en el caso de un filsofo post- aristotlico) puede que no lo sea. Remonta quiz a Aristteles? Si un autor lo menciona por su nombre, como hace Cicern a veces, a tarea es por supuesto ms sencilla, pero hay que tener en cuenta, no obstante, la fiabilidad de la fuente. Se trata de un hombre que reproduce una idea fidedignamente y se da la circunstancia, en cualquier caso, de que ha conocido a su Aristteles de primera mano, o a travs de algn otro, un estoico quiz, que tena sus intereses personales y vea al filsofo anterior a l desde su propia perspectiva?

    A continuacin, viene la aproximacin al mismo Aristteles en sus obras conservadas. Se echa mano a toda indicacin expresa sobre la cronologa 15, luego se examina, en los modos y lugares diversos en que se introducen, lo ms importante de sus ideas, para ver si parecen revelar incoherencias genuinas de pensamiento. Ellas forman el material para la investigacin. La tarea indudablemente no se acaba cuando se las descubre. Algunos han sucumbido a la tentacin de tomar tales incoherencias en su valor aparente y cortar a Aristteles en pedazos, cada uno de los cuales forma una estructura ideolgica neta y coherente, a la que ponen la etiqueta de perodos de su pensamiento. Lo ms probable es que las incoherencias hayan existido de un modo simultneo 16. En contraposicin con ello, es improbable que Aristteles haya sido el nico filsofo que haya logrado producir un esquema de la realidad y nuestro conocimiento de la misma enteramente redondo y sin tacha. Tampoco fue l el tipo de pensador que incurre en autocompla- cencia, alisa artificialmente las aristas duras o encubre las dificultades reales

    15 Respecto de lo cual vid. Dring, A rist., pgs. 43 y sig., donde resalta la necesidad de este tipo de investigacin. Quien intente determinar la cronologa relativa de los escritos tiene que recurrir repetidamente a verificar la tesis como base de la prueba. Si, a pesar de ello, yo llevo a cabo el intento, se debe al hecho de que estoy convencido de que una hiptesis de trabajo sobre el orden cronolgico de sus escritos es una condicin necesaria de su interpretacin detallada. Todo el pargrafo ofrece una recomendacin entusiasta del mtodo gentico, lo cual hace ms sorprendente an la negacin absoluta de Dring de que este discpulo de Platn pueda haber aceptado alguna vez el dogma central de la doctrina de Platn.

    16 Me alegro de citar aqu la observacin hecha por una autoridad eminente en Aristteles, Paul Moraux (en Symp. Ar. I, pg. 132):

    Del mismo modo que sus obras primeras podran depender de los dilogos platnicos cuyas doctrinas haban sido sustituidas ya por la obra de Platn, as tambin sus escritos de escuela reproducen en ocasiones concepciones tomadas de obras publicadas en una fase anterior de su evolucin. Suele ser tentador ver esta evolucin como la sustitucin pura y simple de concepciones viejas por nuevas. Parece que Aristteles lo consider ms bien un enriquecimiento y profundizacin de su propio pensamiento. l no dud en introducir simultneamente en sus obras de escuela concepciones que haban surgido en fases diferentes de su progreso intelectual, incluso cuando las antinomias que originaba una yuxtaposicin de esta naturaleza no podan eliminarse de una forma completamente satisfactoria.

  • que carecen de respuesta. De aqu que sea probable que este mtodo slo tenga xito si quien lo usa puede aunar en l un conocimiento general considerable de Aristteles como hombre y como filsofo. Slo mediante la intuicin que deriva de un conocimiento semejante puede conjeturarse con acierto el modo en que puede haber actuado su mente en un ejemplo particular.

    Otros investigadores recurren al testimonio del estilo como ayuda adicional. ste es un terreno peligroso y los mtodos cientficos y estadsticos aplicados a Platn no se han repetido con Aristteles. El carcter rudo y no literario de la maoria de las obras conservadas de Aristteles hace menos probable que, respecto de las mismas, tales mtodos pudieran ser fructferos. No obstante, puede mencionarse un punto interesante en este apartado, me refiero al hecho de que, hablando de los que creen en las Formas trascendentes, en el cap. 9 de Met. A , a Aristteles ocasionalmente se le escapa la primera persona (los modos en que mostramos que las Formas existen* etc.), asocindose al parecer a s mismo no slo con la Academia, sino con los miembros de ella (y en modo alguno fueron todos) que se adhirieron a la teora platnica de las Formas 11. Ahora que se ha permitido a los fragmentos de las obras literarias entrar en la discusin se ha llegado al reconocimiento de que la distincin es mucho ms clara. La mayora de los escritos que nos han llegado son los manuscritos para las conferencias (quiz en unos pocos casos incluso las notas de los discpulos) o los libros de notas de un investigador cientfico 18. stos, como cabra esperar, a veces consisten en meros apuntes, ni siquiera bajo la forma de frases completas. Una palabra o dos pueden bastar para la introduccin de un tema, que se elaborar oralmente en la sala de conferencias. Las obras publicadas, por otra parte, ninguna de las cuales ^ se ha conservado completa, gozaron

    17 Hay 9 pasajes nosotros: 990b9, 11, 16, 23; 991b7; 992all, 25, 27 , 28. Jaeger (Aristotle, pg. 171) llam la atencin sobre el hecho de que Aristteles est escribiendo an como un platnico. El intento de Cherniss de negar el sentido evidente del texto (ACPA, pgs. 489 y sigs.) no es convincente, como tampoco lo son las alternativas que ofrece al principio de su pg. 491. No es sorprendente que Aristteles use con ms frecuencia la tercera persona: lo interesante es que sus notas en ocasiones deberan retrotraerse de este modo a la primera. La afirmacin de que el texto de Aristteles no ha sido objeto de una investigacin estadstica debera modificarse quiz mediante la referencia a la obra en curso de A. Kenny.

    18 Podra apuntarse, de pasada, un comentario de Thomas Case (Mind, 1925, pg; 81): En primer lugar, por lo que hace al estilo, aunque el discpulo Estagirita no pudo rivalizar nunca con su maestro tico en el estilo literario, rindi, no obstante, un servicio sealado a la filosofa pasando de las generalidades vagas del dilogo [!] a la precisin dialctica del tratado didctico. La filosofa de Platn es dilogo intentando hacerse ciencia; la de Aristteles ciencia conservando las huellas de la dialctica.

    19 Con la excepcin de la Constitucin de Atenas, redescubierta en un papiro en tiempos modernos (1890). Dring, no obstante, vacila en aceptar la obra como autnticamente aristotlica. Vid. su Arist., pg. 477, pero cf. las pgs. 346 y sig., infra.

  • de gran aprecio por parte de los crticos literarios de la Antigedad. La existencia de estos dos estilos completamente diferentes podra posiblemente ayudar a un especialista en su intento de situar una cita; un recurso peligroso, una vez ms, pero al que se acude en ocasiones. Esta cuestin de la naturaleza de los escritos aristotlicos posee su inters e importancia propios y ser objeto de consideracin despus (cap. III).

    Una gran parte de la obra recin descrita es, como podra esperarse, delicada y difcil y exige no slo una atencin cuidadosa al detalle, sino tambin un cierto instinto del que en absoluto todo el mundo se encuentra dotado. Mas, como he explicado ya, esta breve exposicin de los objetivos, mtodos y ventajas del punto de vista gentico no ha pretendido ser una preparacin para una exposicin detallada de sus resultados en las pginas siguientes, la cual, en un examen general de la filosofa de Aristteles, sera en ocasiones irrelevante y confusa, al igual que controvertida. Esa filosofa puede ser considerada an como un sistema unitario 20, a! menos en sus lneas generales, una sntesis brillante que culmina en la concepcin extraordinaria del Intelecto Divino, que es la causa ltima del universo, aun permaneciendo completamente indiferente a su existencia o no existencia. Lo que nosotros debemos a los tericos de la evolucin es la consciencia constante de que nos hallamos en presencia no de un escritor de libros de texto, sino de un genio vivo y altamente original, sujeto adems, durante su madurez, a una tensin continua entre sus veinte aos de asociacin con Platn y su temperamento propio, en ciertos sentidos muy antiplatnico.

    U N C O M EN TA R IO GENERAL

    SOBRE LA OPINION DE JAEGER

    Ya hemos visto que, desde que Jaeger public su exposicin provisional de la evolucin filosfica de Aristteles, la investigacin especializada no se ha detenido, aunque muchos de sus crticos han tenido que construir su propia estructura apoyndose en los cimientos que l estableci de un modo tan eficiente. El descubridor de un mtodo nuevo puede sufrir un pequeo extravo llevado de su propio entusiasmo y pretender para sus descubrimientos bastante ms de lo que realmente representan, y probablemente es justo decir que la propia obra de Jaeger no est exenta de esta culpa de exagerar el alcance de la aplicacin de su teora el defecto caracterstico, podra decirse, de sus muy grandes mritos.

    20 C. H. Kahn tiene algunas observaciones juiciosas sobre esto en CP, 1963, pg. 267, por ejemplo: En el inters abrumador por la interpretacin histrica que ha seguido a la obra de Jaeger existe el peligro real de perder completamente de vista la unidad y coherencia subyacentes del pensamiento aristotlico.

  • El problema es determinar la relacin de la filosofa de Aristteles con la de Platn. Un examen de los fragmentos de las obras primeras haba convencido a Jaeger de que, en sus aos jvenes, Aristteles fue, como cabra esperar, un simpatizante incondicional del platonismo. Acept todo: las Formas y las doctrinas de la inmortalidad, la reencarnacin y la anmnesis que armonizan naturalmente con ellas. Cuando nos dirigimos a los tratados que poseemos completos, lo hallamos mirando al platonismo desde la posicin de un crtico independiente y renunciando de una forma expresa a la creencia en la existencia de Formas trascendentes. Tambin se advierte un rasgo que debe considerarse caractersticamente aristotlico: su inters por las ciencias naturales, especialmente por la biologa, inspirado por una creencia firme en la realidad del mundo fsico, y por su estudio como instrumento indispensable del conocimiento.

    Jaeger acept estos hechos, que Aristteles inici su carrera como platnico y la finaliz como algo diferente, y se sinti inclinado a concluir, sin apoyarse en otras razones, que la evolucin de su filosofa adopt la forma de un alejamiento constante y continuo del platonismo y a usar esta conclusin como premisa de todas las deducciones posteriores. As, cuando se someta a discusin una nueva porcin del corpus aristotlico, planteaba la cuestin: En qu medida est alejada de Platn su posicin filosfica? y, segn la respuesta, la asignaba su lugar, temprano o tardo, en la serie cronolgica de los escritos aristotlicos. Hay ocasiones en que efectivamente parece que l completa el crculo de la argumentacin y, si por razones externas se sabe que un documento es tardo, pone de relieve en l todos los rasgos marcadamente aristotlicos y minimiza cualquier colorido platnico que pueda poseer.

    La hiptesis de la evolucin de Aristteles en sentido opuesto a Platn se apoya, no obstante, en unas bases poco slidas y es indudablemente, desde un punto de vista psicolgico, bastante improbable. Si se ha cado bajo el influjo de un gran hombre a la edad de diecisiete aos y se han aceptado sus palabras como un evangelio, el descubrimiento, despus de bastantes aos, de que no se puede seguir estando de acuerdo con la doctrina que era la piedra angular de toda su filosofa 21 debe ser un golpe demasiado serio y el resultado inmediato ser probablemente una reaccin irracionalmente fuerte contra todo. El paso del tiempo y una meditacin ms

    21 Algunos especialistas piensan que el mismo Platn renunci a la doctrina y sostienen hallar pruebas de ello en sus ltimos dilogos. Los lectores del volumen anterior sabrn que no comparto esta opinin. Ms importante an es que Aristteles no la comparti tampoco. Aunque l conoci los ltimos dilogos y los cita, atribuye con firmeza la doctrina a Platn (como, por ejemplo, en Met. A , cap. 6), sin indicacin de que la abandonara alguna vez. Cf. Frank, AJP, 1940, pg. 35 (en su artculo sobre la diferencia fundamental entre Aristteles y Platn).

  • madura pueden permitirle a uno ver que la brecha es menos amplia de lo que pareca y que nuestra antigua fe no se ha perdido por completo. De hecho, la tensin ya mencionada conduce a una cierta oscilacin en e movimiento de su pensamiento. Esto es de momento una tesis tan apriorstica como la de Jaeger. Pienso que un estudio de la metafsica y cosmologa de Aristteles proporciona algunas pruebas en su favor 22, pero de momento deseo slo sealar que precisamente este presupuesto de una evolucin constante contraria a Platn es el que ha procurado el mejor pretexto a los crticos de Jaeger 23. Sus crticas, por otra parte, no siempre se han elaborado con claridad y, por ello, aunque iban dirigidas contra una endeblez real, han carecido de carcter definitivo.

    Un ejemplo suscita una cuestin de inters general suficiente como para merecer la pena mencionarla en estas pginas introductorias. Uno de los mtodos mediante el cual Jaeger pretenda rastrear la evolucin constante de Aristteles en sentido opuesto a Platn consista en observar el grado de importancia que concede a la filosofa pura o metafsica. Su inters por ella era un legado de su maestro y, a medida que Aristteles madur, le prest menos y menos atencin y se dirigi de un modo creciente al estudio del mundo fsico. En una conferencia sobre Aristteles, en 1924, Burnet critic esta opinin sealando, entre otras cosas, las ltimas pginas de la tica Nicomquea, que contienen una exaltacin de la vida de thedra investigacin desinteresada o, como la llam Burnet, sabidura teortica como la forma de actividad ms elevada y ms especficamente humana. Las virtudes sociales, cuya discusin ha llenado la mayor parte del tratado, son, como concluye finalmente Aristteles, secundarias respecto de ella. Si la tica Nicomquea, deca Burnet, pertenece, como sostiene Jaeger, a los ltimos aos de su vida, no tendremos ms remedio que concluir que, justo en la poca de su muerte, Aristteles estaba enseando un sistema en el que todo estaba subordinado a la vida teortica o contemplativa. Burnet est haciendo una distincin entre todo el campo de la investigacin desinteresada (thedra) y estudios como la tica y la poltica. Estos estudios, en opinin de Aristteles, como dice l mismo, no se emprenden por mor de la thedra, sino que tienden a la accin adecuada (praxis): l est oponiendo la vida teortica a la prctica. La vida de thedra incluye obviamente las ciencias especiales o empricas, puesto que a ellas se las puede buscar (y se las buscaba en la poca de Aristteles), del mismo modo que a

    22 Estoy pensando en mis propios estudios sobre la evolucin de la teologa de Aristteles en CQ, 1933 y 1934, y en la ed. Loeb de De celo.

    23 Dring (Gnomon, 1959, pg. 415) llama a la frase de MA 700b32-35 un arranque de Platonismo y comenta: Cuando ms se aleja temporalmente de Platn ms se aproxima [Aristteles] a su viejo maestro en la apreciacin de determinados principios supremos y trascendentales.

  • cualquier otra clase de filosofa, por s mismas, sin finalidad prctica ulterior 24. No obstante, si lo comprendo correctamente, Burnet pens que estaba proponiendo una alternativa a la tesis de Jaeger, que no era precisamente que la bsqueda desinteresada del conocimiento estaba dejando paso, en la mente de Aristteles, a estudios con la perspectiva de una finalidad prctica, sino que las caractersticas abstractas, matemticas y ajenas a este mundo del platonismo estaban dejando lugar a las ciencias inductivas como la biologa.

    La expresin inglesa ciencia pura es ambigua. Puede significar a) pura como opuesta a aplicada, es decir, la bsqueda de todo tipo de conocimiento por s mismo, sin finalidad prctica alguna que lo exceda, o b) puro como opuesto a la ciencia emprica, una ciencia que es deductiva, que se apoya en un proceso de pensamiento que tienen lugar en el interior de la mente en lugar de recurrir a la observacin y experiencia del mundo externo 25. Slo el sentido segundo puede aplicarse a la tesis de Jaeger. Realmente sera extrao que l hubiera dicho que un inters creciente por el valor utilitario de la filosofa marc un hito en la desviacin aristotlica del espritu platnico. El autor de la Repblica y el patrocinador de las aventuras en la esfera del gobierno que emprendi Platn en Sicilia se mostr siempre ms interesado de lo que lo estuvo alguna vez su discpulo por la aplicacin de la filosofa a las circunstancias de la vida humana. Evidentemente, sta es una de las diferencias ms fundamentales entre los dos. Para Platn el conocimiento era un medio para la comprensin (y por ende la posesin) del Bien. A Aristteles le bastaba que Todos los hombres por naturaleza buscan el conocimiento 26. No haba que buscar otra finalidad: el conocimiento era en s mismo el fin. Estoy seguro de que Jaeger se habra mostrar do de acuerdo en que, conforme se liber a s mismo de su formacin acadmica, cada vez le fue absorbiendo ms la bsqueda del conocimiento y se interes menos por las virtudes morales y sociales, en cuyo estudio sostuvo que no puede ni debe buscarse la precisin que slo merece el nombre de conocimiento (epistme). Por esa razn, aunque necesario (puesto que no somos mentes incorpreas), es un estudio claramente subordinado 27.

    Es interesante observar, como puntualizacin final, cmo, antes de que se haya debatido una teora, buenos especialistas, con el mismo material a su disposicin, pueden admitir inocentemente todo lo que las pruebas aportaran en contra de la misma, en el caso de que existiesen. As, Sir Alexander Grant, que por supuesto tena su propia visin de Aristteles, pudo

    24 , Met. 1026a6.25 Este punto fundamental lo expres perfectamente Stebbing en su M od. Introd. to Logic,

    pg. 232. Una ciencia puede ser por supuesto pura en ambos sentidos, como pura es la matemtica.26 Las palabras iniciales de la Metafsica de Aristteles.27 Esto se ampliar en un captulo posterior: vid. las pgs. 350 y sigs.

  • escribir, en 1850, en apoyo de la opinion de que todas las obras conservadas de Aristteles pertenecen a la poca de Liceo (sin tener en cuenta los fragmentos de los escritos exotricos u otros perdidos, por considerarlos falsificaciones o carentes de importancia): Respecto de estos libros puede afirmarse en general que son bastante homogneos. Pertenecen a un perodo de la mente del filsofo... Slo en puntos insignificantes puede rastrearse una evolucin de las ideas o de los modos de expresin, comparando entre s las diferentes partes de estas obras 28.

    28 Grant, Ethics I, 3. Sobre los fragmentos vid. ib., pg. 15.

  • VIDA DE ARISTTELES Y PEREGRINACIN FILOSFICA

    NOTA SOBRE LAS FUENTES

    Han sido recogidas y editadas por Dring en un libro del que todo estudiante de Aristteles se siente profundamente deudor, Aristotle in the Ancient Biographical Tradition (Goteborg, 1957, al que aludiremos como AABT) l .

    Un bosquejo breve de los hechos se halla en Dionisio de Halicarnaso, que vivi en Roma en tiempos de Augusto durante veinte aos a partir del 30 a. C, Fue un tiempo de gran actividad en los estudios aristotlicos en Roma, como veremos.

    Tenemos luego nuestro recurso familiar, las Vidas y Opiniones de los Filsofos Eminentes, de Digenes Laercio. Aunque un tanto acrtica y escrita en el siglo ni d. C., cita autoridades de los siglos u y in a. C., incluyendo a Hermipo (finales del siglo m), quien escribi, entre otras muchas biografas, un libro sobre Aristteles que Digenes cita nominalmente. Dring (AABT, pg. 79; cf. pg. 275) considera que ha sido su fuente principal. A Hermipo se le llam un peripattico, aunque el escritor del artculo sobre l en la RE (VIII, cois. 845-46) dice que en su poca el ttulo que recibi se aplicaba de una forma indiscriminada a los escritores de historia literaria y biografa. Con todo, fue indudablemente un admirador de Aristteles.

    Existen tambin tres biografas de cronologa neoplatnica o bizantina, conocidas respectivamente como la Vita Marciana, Vulgata y Latina (VM, VV y VL) y otra breve, seguida de una lista de los escritos aristotlicos, de Hesiquio de Mileto 2. Los textos completos estn publicados en AABT, con comentarios sobre sus caractersticas, ascendencia y relaciones mutuas.

    Tenemos luego la tradicin siraca y arbiga, cuyo valor ha demostrado Dring. Los escritores arbigos afirman extraer su informacin de un tal Ptolomeo, a quien

    1 Ms referencias se hallan en Lynch, A. s School, pg. 68 n. 1. Las aportaciones de Chroust, como l dice, tienden a ser un tanto especuladoras.

    2 Siglo vi d. C.; no el lexicgrafo.

  • llaman el extranjero (al garb), cuya identidad es desconocida, pero a quien D- ring tiene por un escritor neo platnico alejandrino del siglo iv 3.

    Junto a las biografas reales existen por supuesto muchos fragmentos de informacin biogrfica que pueden recogerse en diversos escritores antiguos. Se encuentran en la parte III de AABT. Habra que sealar, por ltimo, el juicio de Dring de que la relacin cuidadosa de la cronologa de la vida de Aristteles, que poseemos en tres versiones diferentes, deriva en ltima instancia de Filcoro (AABT, pg. 463; cf. pg. 79). Filcoro de Atenas, el cronista (Atidgrafo), desempe diversos cargos pblicos en Atenas, en el 306 a. C., y su tida remonta al 261. Fue, por consiguiente, no slo un historiador profesional, sino que el punto culminante de su carrera se sita menos de veinte aos despus de la muerte de Aristteles. Los documentos conservados muestran dos lneas de tradicin sobre Aristteles, una favorable y otra hostil y difamatoria. Filcoro parece que fue uno de sus primeros defensores 4.

    En las circunstancias externas que influyeron en la mente de Aristteles no hay indudablemente falta de variedad. La ciencia estaba en su sangre y probablemente en su educacin primera. Conoci la vida de dos cortes reales, ambas semigriegas o, al menos, en las fronteras de la civilizacin griega, y tuvo por discpulo a uno de los grandes conquistadores del mundo. El mismo, un griego jonio de Tracia, pas treinta aos de su vida en Atenas como meteco, viviendo en la ciudad, pero sin los derechos de un ciudadano 5. Aqu tuvo una experiencia directa de la amistad de Platn y de veinte aos de vida y obra de la Academia, Segn una tradicin arraigada, vio su ciudad natal destruida por un rey y reconstruida a instancias de su sucesor ms poderoso como un favor personal a l mismo 6. Finalmente, aprendi lo que es haber sido amigo de un prncipe que ya no vive y tuvo que abandonar su segunda patria y morir en el exilio, para evitar, como se dice que expres l mismo, que los atenienses cometieran un segundo pecado contra la filosofa (AABT, pgs. 340, 342).

    Aristteles 7 naci en Estagira (o Estagiro), en la costa este de la pennsula de Calcdica, en Tracia, en el 384 a. C. (el ao 1. de la Olimpada

    3 Sobre esto vid. AABT, pgs. 208-11, 475, y Moraux, Listes, pgs. 288-94. A Ptolomeo se 3e menciona en la V. Marc, y V. Lat., al igual que a los sabios rabes. Ni Dring ni Moraux se muestran a favor de la identificacin que hace Christ del mismo como un Ptolomeo Chennos del siglo i d, C. (aunque la ecuacin Chennos = = garb es innegablemente clara).

    4 Sobre la contribucin de Filcoro vid. Dring, A rist., pg. 18.5 Respecto de la actividad propia de Aristteles sobre su D. Whitehead tiene una

    observacin interesante en PCPS, 1975.6 Vid. la pg. 50 n. 40, infra.7 Los especialistas gustan de hablar de la leyenda de Aristteles, como en el ttulo del

    artculo de Mulvany, en CQ, 1926, mas, entre la informacin diversa sobre l, no siempre se muestran de acuerdo en lo que pertenece a la leyenda y lo que pertenece a la historia.

  • 91, en el arcontado de Diopites), lo cual le hace tres aos mayor que Dems- tenes, como seal Dionisio de Halicarnaso. Su padre, Nicmaco, fue mdico personal del rey Amintas de Macedonia, padre de Filipo y abuelo de Alejandro Magno y tanto l como la madre de Aristteles, Festis, afirmaban su descendencia de los Asclepiadas. Esto significaba que ambos descendan de una aeja lnea de mdicos que, como atestigua el Corpus Hippocraticum y otros escritores mdicos, eran entre los griegos los representantes principales de la ciencia emprica. Como puso de relieve tambin Dionisio, su inclinacin por la ciencia y la medicina 8 fue una herencia de su padre y sus antepasados. Pronto se qued hurfano y su educacin se complet bajo la supervisin de un tutor, Proxeno, que proceda, segn se deca, de a ciudad anatolia de Atarneo, que Aristteles iba a conocer bien en los ltimos aos de su vida. Sera interesante saber cunto debi el muchacho a Proxeno, que sigue siendo una figura oscura, excepto por el hecho de que Aristteles, como prueba su testamento, conserv por l y su familia afecto hasta la muerte.

    A los diecisiete aos de edad lleg a Atenas para completar su educacin y se incorpor a la Academia platnica, que por entonces deba tener una existencia de unos veinte aos. El mismo Platn, sin embargo, se encontraba fuera, en su segunda visita a Sicilia, ocupado en el intento pattico de convertir a Dionisio II en un filsofo y en un rey y permaneci all durante dos o tres aos 9. La mayora de los especialistas piensa que haba dejado a su brillante y joven discpulo Eudoxo a cargo de la escuela 10, con el que,

    Esto debe ser, en cierta medida, una cuestin de juicio personal y los lectores no deben sentir sorpresa por hallar que la exposicin que se ofrece aqu no concuerda en todos los detalles con las que pueden leer en otros lugares. Aquellas fuentes de las que no se ofrece referencia completa se hallarn fcilmente en AABT.

    8 Sobre la relacin entre ambas vid. el mismo Aristteles (De sensu 436al7; cf. De resp. ad fin.): Pertenece tambin a la esfera de la ciencia natural asir los primeros principios de la salud y la enfermedad, ninguna de las cuales puede aparecer en los objetos inanimados. Por esta razn la mayora de los cientficos llegan finalmente a la medicina y los mdicos que ejercitan su arte de un modo filosfico parten de principios fsicos generales.

    9 Vid. el vol. IV, pgs, 34-36. Berti (Primo Aristotele, pg. 139) dice que Platn estuvo fuera desde finales de la primavera del 367 hasta comienzos del 364 (ao 4. de la Olimpada 103).

    10 La nica prueba son las palabras tempore Eudoxi en la VL, en una frase no muy clara cuyo propsito es negar que Aristteles tena 40 aos cuando se hizo discpulo de Platn. A partir de aqu se ha restituido 5 en una laguna de la VM. (Los textos en AABT, pgs. 152, 99; Estas Vidas dicen que Aristteles estudi por primera vez con Scrates!) Respecto de mis propias dudas vid. el vol. V, pg. 465, y cf. Jaeger, Aristotle, pg. 16, . 2: Lo que su autoridad dijo [el extractador] fue simplemente que la llegada de Aristteles coincidi con la presencia de Eudoxo. Owen llama a la prueba inconsistente (Proc. Brit. A c., 1965, pg. 140) y Field (P .'s C., pg. 46) se muestra poco entusiasta. Berti, en la pg. 138 de Primo Aristotele, dice que est probada la direccin temporal de la escuela por parte de Eudoxo, pero en la pgina siguiente se retracta diciendo: Es quiz excesivo afirmar que Eudo*

  • consecuentemente, Aristteles habra tenido su primer contacto. Indudablemente lo admir. En la tica Nicomquea habla con respeto de su carcter moral y en la Metafsica utiliza su sistema astronmico en la construccin del suyo propio. Cuatro o cinco aos despus, Platn se fue de nuevo a su ltima y desastrosa visita a Sicilia.

    De lo dicho se desprende que la relacin personal del joven Aristteles con la venerable cabeza de la escuela, a la sazn de sesenta aos, debe haberse visto lastimosamente interrumpida durante sus primeros diez aos en Atenas, pero sera intil aducir este hecho en favor de la tesis de que Platn no ha ejercido en absoluto una gran influencia sobre l. Todas las pruebas muestran que eso es falso. En efecto, si se me preguntara cmo emple Aristteles estos primeros aos abiertos a toda impresin, cuando su experiencia de la personalidad del maestro debe haber sido slo indirecta, mi conjetura propia sera que l mismo se ocup en la lectura de los dilogos, quiz especialmente del Fedn 11. Podra pensarse que Aristteles haba recorrido un largo camino porque la fama de Platn haba llegado a su patria del norte. l haba entrado en la escuela, donde todo estaba animado por el espritu del gran hombre, pero Platn en persona, a quien Aristteles no haba visto nunca, estaba ausente. l haba dejado tras de s, no obstante, un nmero de obras escritas y de qu otro modo que no fuera recurriendo a su estudio debera prepararse el joven estudiante para cuando Platn regresara? Y habra que dar por supuesto que un muchacho con la curiosidad intelectual de Aristteles no se cansara pronto de ellas una vez iniciada su lectura.

    Esto es slo una prueba circunstancial, pero su estudio atento de los dilogos es obvio por el gran nmero de referencias a ellos en sus obras conservadas, escritas en su mayor parte cuando haba alcanzado ya un punto de vista crtico propio. Esto no sucedi durante un tiempo. El Eudemo, probablemente su dilogo propio primero, se escribi muchos aos despus de su primera incorporacin a la Academia. No obstante, dicho dilogo y el Protrptico enseaban una doctrina puramente platnica y el Eudemo se model en estrecha relacin con el Fedn 12.

    xo fue realmente escolarca de la Academia. Para Dring, sin embargo (AABT, pg. 159), esto es, en el fondo la contribucin ms valiosa de la VL y, en su bosquejo, de la vida de Aristteles, en A ns., pg. 1, incluye, sin comentario alguno, el hecho de que Eudoxo era escolarca en el 367/6.

    11 Aristteles utiliza en ms de una ocasin el Fedn como fuente cuando critica la teora de las Formas. Ross, en su ed. de los Analticos (pg, 26), observa su influencia sobre el silogismo aristotlico. Haba de hecho cierta base para la simptica historia de Favorino, segn la cual, cuando Platn dio una lectura del Fedn, slo Aristteles permaneci hasta el final; el resto de la audiencia se haba levantado y marchado. (Vid. D. L., III, 37.)

    12 ste es un hecho, desgraciadamente, en el que ya no se est de acuerdo. Volver despus sobre l (pgs. 79-86, 90-95).

  • Las mismas obras conservadas, aunque severamente crticas en ocasiones con la teora platnica de las Formas, revelan, no obstante, como tendremos ocasin de apuntar, el grado en que Platn y la Academia determinaron la direccin de sus pensamientos. Sin eludir los problemas que pudieran plantearse, ste debe ser el punto de partida de toda investigacin sobre sus logros filosficos propios. Veinte aos es mucho tiempo y todos esos aos de permanencia de Aristteles en la Academia, disfrutado de las vivas discusiones de los hombres a quienes Platn haba entrenado en el arte de la argumentacin dialctica, no moldearon una dcil conformidad. Cuando, al morir Platn, abandon Atenas, no puede haber contemplado ruptura alguna con la tradicin acadmica. Y la abandon con Jencrates, un platnico conservador y cabeza futura de la escuela, y fueron a unirse a otro crculo platnico.

    El Daily Express britnico encarg en una ocasin una serie de artculos sobre grandes filsofos. El dedicado a Aristteles empezaba as: Cuando Platn tena su escuela en Atenas, un joven sin curtir procedente de Macedonia irrumpi en las arboledas tranquilas donde el viejo filsofo y sus estudiantes paseaban y conversaban, llevando con l un vigor nuevo y una perspectiva nueva 13. sa es la imagen, sugiero, que debemos desterrar de nuestras mentes, la imagen de un Aristteles prctico y cientfico, entrando de un modo brusco en una escuela que segua viviendo en la atmsfera del Fedn y la Repblica e intentando destrozar con su lgica implacable sus ideales ms queridos. Aristteles tena unos dieciocho aos, sus opiniones estaban sin formar y su mente se hallaba en una fase muy impresionable. Ley el Fedn con avidez y le caus una impresin tan profunda que no pudo pensar en un modelo mejor cuando, aos despus, dese conmemorar tambin la muerte de un amigo con una meditacin sobre la naturaleza y destino del alma.

    En el mbito de la ciencia, lejos de hallarse en una posicin avanzada, andaba a la zaga del resto de la Academia, posiblemente porque hallaba sus discusiones un poco difciles de seguir. No se senta naturalmente atrado por el estudio de las matemticas. Desconfiaba de su alejamiento del mundo real de las cosas que se podan ver y tocar. Luego criticara este alejamiento con la seguridad de un filsofo independiente. (Los modernos han convertido la filosofa en matemticas, aunque fingen que habra que estudiarlas para otros fines, Met. 992a32.) En su juventud las consideraba probablemente enigmticas y antipticas. Como DArcy Thompson escribi: Siento la tentacin de sospechar que en ocasiones pas con vergenza bajo la inscripcin situada encima de la puerta de Platn 14. Y no hay ninguna duda

    13 Daily Express, 3 de octubre de 1933.14 Aristotle as a Biologist, pg. 14. La inscripcin aludida era por supuesto Slo los ge

    metras pueden entrar ( ; Zeller ofrece las autoridades de un modo

  • de que las matemticas iban dominando cada vez ms la discusin acadmica de esos aos. La teora de las Formas, en su versin clsica, se hallaba sometida a una crtica franca y viva. Eso no quiere decir que todo el mundo se considerase a s mismo en la escuela en rebelda con Platn. Lo ms probable es que cada uno pensara que sus opiniones propias ofrecan la nica defensa razonable del platonismo verdadero. No hay ms que mirar al Parmnides para ver que el mismo Platn estaba tan vivo como cualquiera de los dilemas lgicos que se hallaban implicados en la teora y era natural esperar que no se los podra eludir, y salvar lo fundamental de la doctrina, mediante una simple remodelacin de cuestiones no esenciales. La dificultad estribaba en conseguir un acuerdo sobre lo que era fundamental y lo que no era esencial. Para Espeusipo, sucesor de Platn, lo importante era conservar la realidad suprasensible y esto, pens l, slo podra hacerse separndola del mundo sensible de una forma ms neta an y resaltando su carcter abstracto. En consecuencia propuso que los nmeros, no las Formas de los dilogos medios como la Justicia o la Valenta, eran los primeros principios. El mismo Aristteles, cuando su inclinacin emprica haba desarrollado una filosofa muy meditada, ense exactamente lo contrario.

    Sera difcil tener en cuenta los dilogos en estas discusiones debido a su forma. En los debates de escuela no se puede atacar o defender escritos que combinan su contenido estrictamente filosfico con un lenguaje exaltadamente religioso, una presentacin vivamente drmatica, el mito, el humor, la irona y las reminiscencias piadosas de un maestro muy amado y martirizado. Un miembro de la Academia de Platn podra afirmar aos despus (como indudablemente afirmara el mismo Platn) su profunda creencia en ellos. Su pretensin consistira en que, en inters de los principios implicados, habra que analizar sus ideas aparte de su marco. Si se le presionara e invitara a decir cul era la doctrina fundamental que comparta toda la escuela y estaba dispuesta a defender contra todo el que se presentara, lo nico que podemos hacer es conjeturar su respuesta. Mi propia conjetura es que la respuesta sera algo semejante a esto: Lo que nos une es una fe comn en la posibilidad de alcanzar el conocimiento genuino. Unido a l, por supuesto, una creencia en la existencia de determinados principios cognoscibles inmutables, respecto de los cuales el universo se halla en una especie de relacin, puesto que no es ni una apariencia completamente ilusoria ni tampoco un flujo continuo de devenir y cambio, en relacin con el cual no es posible nada digno del nombre de conocimiento. Nuestro enemigo comn es, en pocas palabras, toda forma de escepticismo. Aristteles mantuvo al menos hasta el final este mnimo comn denominador de la

    exhaustivo, 2.1.411, n. 3). Sobre la habilidad matemtica de Aristteles vid. la Nota adicional en las pgs. 59-61, infra.

  • fe acadmica. Durante gran parte del tiempo que permaneci en la escuela estuvo con espritu considerablemente ms prximo a los dilogos que algunos de sus colegas.

    Platn muri el ao 347. Aristteles evidentemente haba pasado hace bastante tiempo la fase de no ser sino un discpulo receptivo. En la Academia tena la oportunidad no slo de ensear 15, sino tambin de llevar a cabo los estudios cientficos por los que senta una inclinacin natural, en los que debe haber hecho progresos siguiendo lneas independientes y los cuales le indujeron a tomar su propia postura en las discusiones filosficas normales. La idea de que sus crticas hacia Platn comenzaron en vida del maestro remonta a Case y ha recibido el apoyo tanto de Jaeger como de escritores posteriores 16. De hecho, estaba listo para producir su marca propia de platonismo y ella no fue la de la nueva cabeza de la escuela. sta fue Espeusipo, hijo de Potone, hermana de Platn, y nuestras fuentes proporcionan razones variadas de la eleccin. Filcoro (ap. Filodemo, AABT, pg. 259) pens que la razn resida en su parentesco. Como pariente ms prximo de Platn, habra heredado de un modo natural la propiedad (Dring, pg. 10), mientras que Aristteles no slo no era pariente, sinoque, como meteco, no poda heredar la propiedad en Atenas sin una dispensa especial. Ni siquiera se sabe si la eleccin fue de Platn o la hizo la Academia despus de su muerte, como en la eleccin de Jencrates cuando muri Espeusipo. Si se hubiera realizado una eleccin, los puntos de vista de Espeusipo pudieron haber gozado perfectamente del favor de la mayora y ellos se oponan tajantemente a los de Aristteles. Debe recordarse, en cualquier caso, que Espeusipo era veinticinco aos mayor que Aristteles. Yo he supuesto, como lo ms probable, que la muerte de Platn fue la causa principal de la marcha de Aristteles de Atenas. Haba una corriente antigua de tradicin, desfavorable para l, que remontaba al parecer a su discpulo Aristoxeno, que se iniciaba con la historia de que Aristteles disput con Platn y fund una escuela rival en vida del maestro. Filcoro la refut ya (es decir, antes del 300 a. C.) y despus Dionisio de Halicarnaso 17. Cualquiera que fuese la razn de que no consiguiera suceder a Platn

    15 Hay pruebas de que dio un curso sobre retrica en que se opuso a las ideas de Iscrates. As Jaeger, y vid. Dring, Eranos, 1956, pg. 113; Berti, Primo Aristotele, pgs. 175-85. Jaeger supuso que ense tambin lgica y puede asumirse que, durante sus veinte aos en Atenas, ense tambin otras cosas.

    16 Sobre la posicin de Jaeger (en ocasiones malinterpretada) cf. De Vogel, Philos. I, pg. 299; respecto de Case, su artculo en Mind, 1925, pgs. 83 y 84 (referido a De phil. y De ideis). Los testimonios sern objeto de una consideracin posterior.

    17 Respecto de ia tradicin desfavorable sobre Aristteles vid. Dring, AABT, pgs. 256 y sig.; sobre Filcoro VM, pgs. 8-12 (AABT, pgs. 98 y sig.) y sobre Dionisio de Halicarnaso AABT, pg. 258. VM (que depende en ltima instancia, segn todas las apariencias, de Filco-

  • como cabeza de la Academia y de su marcha posterior, difcilmente puede haberse debido a una ruptura con Platn originada por las destructivas crticas aristotlicas de la filosofa de Platn. A pesar de algunas palabras speras sobre la teora de las Formas, no hay que poner necesariamente en duda su sinceridad cuando escribi aos despus que le result una labor penosa criticarla por el hecho de que los hombres que la formularon eran amigos mos (EN 1096a 12). Como hemos visto (vol. V, cap. X), en la Academia de la vejez de Platn no haba ni ortodoxia ni censura de la opinin, ni indicacin alguna de que l tuviera en algn momento una valoracin ms elevada de sus propias teoras que de la bsqueda continuada de la verdad. Habra aprobado por completo el modo en que Aristteles contina en la tica Nicomquea: Pienso que es mejor, realmente necesario, que nosotros, que somos filsofos, nos desembaracemos incluso de lo que nos afecta personalmente en pro del mantenimiento de la verdad. Ambas cosas son queridas, pero es un deber solemne expresar primero la verdad 18. En cual

    ro) dice qe Aristteles permaneci con Platn hasta el fin (o hasta su muerte, ), pero Dring en persona supuso en A A B T (pgs. 276, 388, 459) que abandon Atenas justo antes de la muerte de Platn, siendo la razn su situacin incmoda all por el hecho de ser amigo de Macedonia. Esto pudo haber contribuido perfectamente a su decisin (cf. tambin Chroust, en Arist. II, pgs. 117-24), pero es curioso aceptar como prueba de su temprana marcha las simples palabras no estuvo presente en la muerte de Platn, citadas por Aristocles de Eublides, un megrico contemporneo de Aristteles, junto con otras acusaciones, por ejemplo, que destruy las obras de Platn. (Dring, Arist., pg. 10; Aristocles, ap. Eus., PE 15, 2, 3, texto en AABT, pg. 373). De Eublides, D. L., II, 109, recoge que l discuti con Aristteles y lo difam abiertamente. Aristocles comenta con concisin: Es evidente que miente. Lo dicho difcilmente parece competir seriamente con las afirmaciones de Dionisio y D. L. de que abandon Atenas despus de la muerte de Platn (AABT, pgs. 252 y sig.). Merlan (PhoL, 1959, pg. 206 n. 2) consider incomprensible que Dring pudiera suponer que Aristteles se fue antes. .

    18 De aqu derivara en ltima instancia (podra suponerse) el dicho medieval Amicus quidem Plato sed magis amica veritas, pero rastrear este dicho a travs de la historia posee una fascinacin propia. En la VV de Aristteles (9, pg. 132 en AABT) se le atribuye a Platn y se aplica a Scrates, bajo la forma , que la VL traduce (AABT, pg. 154): Amicus quidem Socrates sed magis amica veritas. Esto evoca el consejo del Scrates platnico en Fedn 91c , que parafrasea la VV ( ) como un dicho de Platn entre otros. Platn dice tambin algo semejante sobre Homero (Rep. 595c). La VM da slo la otra forma.

    Respecto de la tradicin posterior, Sherrington dice que Gui de Chaulac (siglo xv) escribi (el texto est en italiano): Scrates es amigo nuestro y Platn es amigo nuestro, pero la verdad es an ms amiga nuestra. Sherrington, que cita esto en Man on his Nature, no parece tener conciencia de que no era original de Chauliac (cf. Ed. Pelican, pg. 66, donde se hallarn las referencias completas). Sarton es igualmente de fiar, aunque sus referencias estn un poco anticuadas: Se cita con frecuencia esa frase, pero pocas personas podran rastrearla hasta su fuente. Est tomada de la vida de Aristteles de Amonio Sacas [/c] ... Amonio la aplic a Scrates, no a Platn, a pesar de las numerosas citas que rezan ya Amicus Piato. Hist.

  • quier caso, tanto Espeusipo como Eudoxo (espoleados indudablemente por las dificultades que el mismo Platn haba suscitado en el Parmnides) se habran alejado de su propia teora, al menos en la misma medida en que se alej Aristteles. Si hubiera sido un ciudadano ateniense, Aristteles podra haber fundado una escuela propia de inmediato, donde podra haber mantenido viva la forma de platonismo que en su conviccin era la mejor. Desgraciadamente, no slo era un extranjero, sino que tena fuertes vnculos familiares con Macedonia. Un hombre semejante no puede haberse sentido feliz en Atenas en el preciso momento en que la cada de Olinto haba conmocionado a toda la ciudad 19. se fue precisamente el tiempo, la primera parte del ao 347, en que Demstenes comenz a ser reconocido como un gua poltico y, con su desafo creciente al peligro macedonio, se convirti en la figura dominante de Atenas. No haba lugar para un amigo de Macedonia. Tampoco poda regresar Aristteles a su ciudad natal, porque Filipo haba destruido Estagira unos meses antes que Olinto.

    En estas circunstancias se fue a Asia Menor con Jencrates, quien sucedi despus a Espeusipo como cabeza de la Academia 20 y que en su filosofa estaba situado ms cerca de Platn que Espeusipo. La marcha de Aristteles y Jencrates para hallar juntos una morada nueva para la filosofa es, por consiguiente, un testimonio pobre en favor de una ruptura entre Aristteles y Platn en persona o la Academia. Lo mismo puede aplicarse a la sociedad en la que ellos hallaron su morada. Para comprenderlo debemos hacer una digresin momentnea en el mbito de la historia local. Entre los diversos reinos anatolios, pequeos e independientes, que se desarrollaron en el siglo iv a la sombra del Imperio Persa, se encontraba el de Hermias, cuya capital era Atarneo, una ciudad fortificada prxima a la costa de Misia. Hay un nmero de referencias a este personaje bastante considerable en la literatura antigua, pero el descubrimiento* en 1901, de un papiro que contena una parte del comentario de Ddimo sobre las Filpicas de Demstenes 21, aument en gran medida nuestro conocimiento.

    o f Sci. I, 1953, pg. 427, . 88, que ofrece como su fuente la d. de D. L. de Westermann, 1850, y otras Vitae). Se trata de la vida llamada en A A B T la Vita Vulgata, texto en las pgs. 131-36.

    19 Sobre Olinto vid. Moraux, Lisies, pg. 348. Sita su destruccin por Filipo en agosto del 348 y la de Estagira a fines del 349.

    20 Dring (Arist., pg. 10, la cursiva es ma)-dice vieleicht auch X ., mas ningn otro especialista, por lo que yo s, ha sugerido duda alguna. No dice nada ms, pero la n. 59 de la pg. 11 es algo crtica con las fuentes. Quiz sus dudas se deben a la falta de aprecio aristotlico por Jencrates como filsofo, de la que ofrece ejemplos en las pgs. 258 y sig. y 571 y sig.

    21 Se trata del Ddimo que vivi en tiempos de Cicern y Augusto, y cuya capacidad para el trabajo duro le vali el apodo de tripas de bronce (). A pesar de las lagunas e imperfecciones, el texto puede completarse con bastante seguridad. Respecto de la exposicin

  • Hermias estuvo intensamente implicado en ias luchas polticas de su tiempo y hall un fin violento. Es natural, por ello, que las descripciones de l divergieran profundamente. El mismo Ddimo dice que la razn que le ha llevado a tratar de l con detalle es que existen diferencias muy grandes entre quienes han escrito sobre Hermias. Unos, contina, lo representan con una luz muy favorable, otros como un canalla indigno. Las citas que vienen a continuacin apoyan sus palabras. Teopompo escribi que l se apoder de Atarneo y todo el territorio cercano recurriendo a los medios ms inmorales; aqu mediante el veneno y all.... La exposicin no es menos siniestra por el hecho de interrumpirse en este punto debido a una laguna en el papiro. Mas la misma autoridad, que indudablemente no se senta movida por simpata alguna hacia Hermias 22 y al que llega a llamar incluso brbaro y esclavo (evidentemente l era de linaje griego), continuaba: En otros aspectos se ha hecho un hombre de gusto y cultura y, aunque no es un griego, estudia filosofa con los platnicos. Evidentemente fue una personalidad fuerte y, segn algunos relatos, haba desarrollado su talante partiendo de los orgenes ms bajos, pues haba sido el esclavo de un cierto banquero de Atarneo que haba obtenido una posicin de privilegio en la ciudad. Su territorio al principio no era para alardear. Teopompo habla de picos rocosos y propiedades pequeas. Tenia moneda, como cabra esperar, y poda inscribir en los festivales tiros costosos de caballos.

    Conforme su xito poltico avanzaba, supo de la presencia de dos personas interesantes en Escepsis, una ciudad pequea a poco ms de cuarenta kilmetros de la suya, situada en el interior. Los platnicos Erasto y Coriseo eran dos de sus ciudadanos, quienes, despus de haber estudiado unos aos en Atenas, haban regresado a su ciudad natal. Probablemente el mismo Hermias se haba interesado ya por la filosofa y haba visitado Atenas y la Academia. Estrabn dice que haba escuchado all realmente a Platn y Aristteles, pero Platn en persona lo contradice, en el caso de que sea genuina la Carta Sexta, en la que seala que, a pesar de tener conocimiento de Hermias, nunca se ha tropezado en realidad con l 23. Probablemente

    que sigue, puede enviarse al lector al artculo ya clsico de D. E. W. Wormell, The literary tradition concerning Hermias o f Atarneus, YCS, 1935, pgs. 57-92, y a los textos y al comentario de Dring, AABT, pgs. 272-83.

    22 Sobre la enemistad personal de Teopompo vid. Wormell, loe. cit., pg. 73.23 No puedo creer, con Dring, que las palabras de Platn no contradigan las de Estrabn.

    Platn, dice l (AABT, pg. 279), afirma simplemente que no se haba relacionado con l como amigo. Dar un sentido semejante a sera aqu irrelevante, cualquiera que pueda ser su sentido en otros contextos. En mi texto he seguido a Wormell y sus autoridades (loe. cit., pg. 59). Morrow tiene tambin una nota sobre la cuestin en su edicin de las cartas, pg. 323 n. 5. Sobre la Carta Sexta vanse las ediciones mencionadas en el vol. V., pgs. 416 n. 1, y 417-418.

  • Estrabn lleg a conclusiones precipitadas y Hermias haba visitado Atenas durante uno de los viajes de Platn. Es muy posible que toda la historia de su visita se originara de su amistad con Erasto y Coriseo, aunque, como Jaeger puso de relieve (Aristotle, pgs. 112 y sig.), no es necesario suponer un inters por el platonismo para explicar la amistad en s. Del mismo modo que a Eudoxo, cuando regres de la Academia a su Cnido natal, se le concedieron grandes honores y se le solicit que llevara a cabo una nueva redaccin de las leyes de la ciudad, as tambin una ciudad pequea como Escepsis estara orgullosa de sus dos hijos viajeros e instruidos. Redundara en provecho de Hermias hacer amistades con vecinos tan i